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EEUU- AFGANISTAN
Envia: Aldo Morales
EL PAIS 29/01/2002
LA VIDA DE UN PERIODISTA, POR MEJORAS PARA LOS PRESOS DE GUANTANAMO EL GOBIERNO DE BUSH, DIVIDIDO ANTE LA OPCION DE CALIFICAR A LOS PRESOS COMO PRISIONEROS DE GUERRA
Rosa Townsend | Miami
Un grupo paquistani que reivindica que se trate de otra manera a los prisioneros
talibanes y de Al Qaeda encerrados en la base estadounidense de Guantanamo
(Cuba) difundio ayer una serie de fotografias que muestran a un periodista
del diario The Wall Street Journal secuestrado y en su poder.
Los secuestradores, autodenominados Movimiento Nacional para la Restauracion
de la Soberania Paquistani, han acusado al periodista Daniel Pearl de ser
un espia de la agencia de informacion de EE UU (CIA), algo que tanto el diario
como la CIA han negado tajantemente.
Varios periodicos estadounidenses recibieron ayer por correo electronico una
serie de fotografias del periodista, de 38 años, en alguna de las cuales
es apuntado a la cabeza con una pistola. En el texto que acompaña a
la foto los secuestradores aseguran que Pearl esta siendo retenido en condiciones
inhumanas, 'similares a las que experimentan los sospechosos detenidos en
Guantanamo'. Segun los secuestradores, Pearl solo recibira un mejor trato
si las condiciones en Guantanamo mejoran y los detenidos de nacionalidad paquistani
son repatriados.
La direccion de The Wall Street Journal señalo ayer que Pearl 'es solo
un periodista' y relato que su mujer esta embarazada. Por su parte, un portavoz
de la CIA recalco que Pearl 'no trabaja ni ha trabajado nunca para la CIA'.
Mientras, el debate que se ha abierto en Estados Unidos sobre los detenidos
en Guantanamo no se centra en el trato que reciben -al que los observadores
nacionales e internacionales que los han visitado han calificado de 'humano'-,
sino en su situacion legal. Los 158 presos capturados en Afganistan siguen
en un limbo juridico. El Gobierno de Washington ha definido 'lo que no son',
pero no 'lo que son': no los considera prisioneros de guerra y, por lo tanto,
amparados por la Convencion de Ginebra, y provisionalmente los ha catalogado
como 'combatientes ilegales'.
El presidente George Bush se reunio ayer con el Consejo Nacional de Seguridad
para escuchar distintos puntos de vista dentro de su Gobierno, pero, segun
confirmo su portavoz, 'no ha tomado una decision'.
El matiz legal es crucial para EE UU en dos frentes: el mas inmediato es su
interes de interrogarles sin condicionantes para obtener informacion sobre
la organizacion terrorista de Osama Bin Laden, lo cual puede seguir haciendo
mientras los mantenga en un limbo legal. A largo plazo, las implicaciones
politicas, diplomaticas y militares son mucho mas arriesgadas, como le han
advertido a Bush tanto sus secretarios de Estado y de Defensa como la Junta
de Jefes del Pentagono. Les preocupa que los soldados norteamericanos reciban
un trato reciproco si son capturados en un conflicto futuro.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, señalaba ayer que 'este
es un nuevo tipo de guerra que requiere un nuevo sistema de detenciones y,
por tanto, una adaptacion de la Convencion de Ginebra'. Fleischer aseguro
que existia 'total unanimidad' dentro del Gobierno en no considerarles prisioneros
de guerra, desmintiendo con ello versiones de prensa sobre la postura del
secretario de Estado, Colin Powell. Lo que Powell propone es una revision
caso por caso, que es, en esencia, lo mismo que establece la Convencion de
Ginebra, que sea un tribunal el que lo determine.