VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Internacionales

31 de enero del 2002
Manifestaciones contra la reunión del FMI en Nueva York
Líderes del foro económico y la policía buscan distorsionar la razón de las protestas

La Jornada
 
Uno de los mensajes claves de los activistas que se congregarán en las calles de Nueva York esta semana para manifestarse contra el Foro Económico Mundial es simple: ''Todos ellos son Enron, todos nosotros somos Argentina''.
Reiteraron que forman parte de un movimiento mundial y rechazan la etiqueta de anti-globalización. ''No somos globalifóbicos, estamos por la globalización de la justicia'', definen.
Pero al finalizar sus planes y estrategias para más de una docena de actos y acciones a realizar este fin de semana, estudiantes, sindicalistas, ambientalistas, anarquistas y organizadores comunitarios enfrentan una corriente de preocupación porque los líderes del Foro Económico Mundial y la policía intentarán distorsionar su oposición a la globalización empresarial al presentarlos como una horda violenta y peligrosa, no muy distintos a los responsables y simpatizantes de los atentados del 11 de septiembre contra esta ciudad.
''Tememos la represión de la policía, pero decidimos continuar porque se lo debemos a millones de personas del mundo'', explicó Brooke Lehman, una vocera de la Red de Acción Directa.
En conferencia de prensa ofrecida esta semana, representantes de una amplia coalición de organizaciones que espera llenar las calles con bailes, títeres, canciones y teatro ''para pintar un mundo como el que queremos'', señalaron que las manifestaciones y foros celebrados en Nueva York son sólo una serie de protestas globales que incluyen a los 60 mil activistas que se reunirán en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, para oponerse a los modelos económicos promovidos por el Foro Económico Mundial en esta ciudad. Varios de los eventos que se observen aquí estarán vinculados electrónicamente con actos en Brasil.
Los organizadores en Nueva York subrayan una y otra vez que no son ''antiglobalización'', como les han identificado los medios y la cúpula empresarial, ''somos un movimiento a favor de la justicia global'', afirmó Beka Economopoulos, vocera de la coalición contra el foro económico. ''Nuestra esperanza es más que sólo una carrera hasta el fondo'', añadió Lehman. ''Este es un movimiento por la globalización de la justicia económica, social y ambiental''.
Pero otros estrategas de este movimiento que se ''presentó en sociedad'' en Seattle en 1999, como John Sellers, del Ruckus Society, agrupación clave en la evolución de esta expresión en Estados Unidos, indicaron que no asistirán a Nueva York. ''Ruckus no está interesado en prestarse a una imagen tan fea y alarmante como la que intentarán proyectar (las autoridades) en Nueva York'', dijo Sellers en entrevista telefónica.
Tras manifestar su esperanza de que las manifestaciones en esta ciudad tengan éxito, Sellers señaló que en esta coyuntura Nueva York, como sede de las primeras protestas contra el neoliberalismo después del 11 de septiembre, no ofrece el mejor clima para promover el mensaje del movimiento. El Ruckus Society participará en Porto Alegre, indicó.
Otros grupos entrevistados por La Jornada expresaron preocupación porque cualquier enfrentamiento con los ''héroes'' del 11 de septiembre -como ahora son percibidos los policías y bomberos neoyorquinos-, acabará proyectando una imagen negativa de los manifestantes. Con plena conciencia de esto, la policía, las autoridades municipales y los organizadores del foro económico han buscado presentar a los manifestantes como una ''amenaza'' y como irresponsables por armar tal circo en una ciudad herida y que apenas se recupera de los ataques.
''Diversos grupos están buscando oportunidades para enfrentarse con la policía porque saben que esas son las imágenes que les conseguirán las primeras planas de los periódicos'', comentó Charles McLean, vocero del Foro Económico Mundial.
En entrevista con The New York Times, agregó que ''la gente que de veras se preocupa por los temas -el medio ambiente, la desigualdad en el mundo, la salud- están dentro de la reunión''.
La policía anunció que aplicará la política de ''cero tolerancia'' en la zona que rodea la sede de la reunión del foro económico. Advirtió que cualquier violación de las leyes, desde tirar basura en la calle, cruzar un semáforo en rojo y -señala una ley del siglo XIX- utilizar una máscara, así como cualquier ataque contra los delegados que sesionarán en el hotel Waldorf Astoria o contra la propiedad de empresas, será castigada.
El Citibank informó al Times que ha contratado perros entrenados para detectar explosivos, que cuidarán sus instalaciones. Representantes de tiendas como Gap y Starbucks están preocupados.
Mientras tanto, la policía sigue entrenándose en las calles y practica tácticas de control de masas. Desde esta mañana, las autoridades establecieron una zona de control que abarca nueve cuadras alrededor del hotel Waldorf.
''Los ciudadanos de esta ciudad han pasado por mucho de esto en los últimos cinco meses. No toleraremos a nadie que viole la ley'', declaró el subcomisionado de policía, Michael P. O'Looney.
Varios de los activistas expresaron su disgusto y enojo con estos intentos de distorsionar su mensaje a favor de un mundo diferente y atentar contra su derecho de protesta contra los promotores del modelo neoliberal. ''La idea de que este no es el momento correcto para protestar, de que es inapropiado, es un insulto a todos los neoyorquinos. Somos de aquí, también pasamos el 11 de septiembre con todos los demás'', afirmó Eric Laursen, vocero de la coalición Otro Mundo es Posible. ''Esta es una ciudad que tolera diversas ideas, es parte de su tradición. No la insulten diciendo que eso es inapropiado''.
David Solnit, del grupo Arte y Revolución, se presentó esta semana en la conferencia de prensa como el vocero de un enorme títere que cargaba. ''Estamos aquí a favor de la democracia directa, donde el pueblo participa directamente en todo lo que afecta sus vidas'', dijo. Señaló que este movimiento existe aquí como en Chiapas y en el movimiento de los Sin Tierra en Brasil, y por todas partes del mundo pues se está expresando contra el modelo corporativo de la globalización.
''Nos oponemos a la violencia representada por el Foro Económico Mundial'', agregó. Explicó que uno de los problemas del mundo es que los líderes empresariales actúan como Enron mientras los pueblos acaban como Argentina.


Ir arriba -Imprimir esta página