Terrorismo político después del 11 de septiembre del 2001
Después de los sucesos del 11 de septiembre el llamado enérgico del presidente George W. Bush de, "luchar en contra del terrorismo", demostró ser lo que desde un principio nos sospechábamos: una estrategia oportunista para reafirmar el poderío de las multinacionales, una demagogia para fortalecer económicamente la industria armamentista, un engaño para poner a prueba equipo bélico, una ocasión para lograr la criminalización y destrucción de movimientos de liberación, una prerrogativa para colonizar a aquellos países que conquistaron su soberanía, y por supuesto, una coyuntura para la ratificación del capitalismo neo-liberal y corporativo como la única opción permitida por quienes solo piensan en la producción y acumulación de dinero. Y como quienes lideran todo este aparato monstruoso y sanguinario creen en Dios y van a la iglesia religiosamente todos los domingos, tenemos que reconocer que todo esto es el reflejo de un fanatismo y extremismo cristiano.
Por esto sigo creyendo que luego del 11 de septiembre los derechos humanos en los Estados Unidos siguen siendo una de las víctimas notables de su terrorismo político. Un caso muy particular que nos puede servir de ilustración en todo este asunto de terrorismo, violación de derechos humanos e hipocresías, lo es el juicio y sentencias contra los cinco héroes cubanos
prisioneros del imperio.
¿Quiénes son estos hermanos y compañeros? Ellos son cinco profetas de la liberación cubana y responden a los nombres de Antonio Guerrero, Fernando González, René González, Ramón Labañino, y Gerardo Hernández. En diciembre del 2001, en un juicio que se distinguió por el odio, la venganza, la mentira, la desinformación, la intimidación, la envidia y la violación de
derechos humanos, estos hermanos fueron hallados culpables y sentenciados por "conspiración para cometer espionaje". Estos dispositivos substanciales fueron los que activaron la adrenalina de la mafia cubana en Miami, personificada a través de la Fundación Nacional Cubano Americana, con el respaldo y la bendición de la ultra derecha estadounidense.
¿Cuál fue su crimen? Estos llevaban a cabo una labor antiterrorista con una doble misión patriótica: proteger al pueblo de Cuba y también al pueblo de los Estados Unidos. De una manera genial estos profetas lograron infiltrarse en el exilio cubano en Miami con la única intención de descubrir todo acto terrorista contra Cuba y dar aviso de esas acciones terroristas para prevenir los atentados. De esta manera seguían construyendo y garantizando la paz para su pueblo. Estos hermanos tomaron esta medida
radical porque el gobierno de los Estados Unidos, a través de sus agencias federales como lo son la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Buró de Investigaciones Federales (FBI), ha protegido, entrenado, financiado y dirigido operativos terroristas contra el gobierno Cubano por los últimos 43 años, muy particularmente a través de la ultra derecha estadounidense, Fundación Nacional Cubano Americana, Omega 66 y Hermanos al Rescate, por solo mencionar cuatro de estas instituciones del diablo, entiéndase terroristas. Estas agresiones terroristas, sin incluir los daños materiales, han dejado 3,478 personas muertas y 2,099 incapacitadas desde el año 1959 hasta 1999. Esto es terrorismo político.
Por lo tanto, en ningún momento hubo intención de hacerle daño a personas o a propiedad perteneciente al gobierno de los Estados Unidos. De hecho, el Titulo 18 del Código Penal de Norteamérica el cual sostiene que en el caso de "conspiración" es necesario que se demuestre se hace necesario el que se demuestre el "intento o razón de que la información, de ser obtenida, es
para usarla en detrimento de EEUU, o para dar ventaja a cualquier nación extranjera sobre EEUU". En este juicio lo único que se pudo probar es que estos profetas eran espías antiterroristas y la información la utilizaban para proteger a Cuba de acciones terroristas organizadas y financiadas en Miami. En sus propias palabras en un comunicado al pueblo de los Estados
Unidos ellos nos dicen: "Somos patriotas cubanos que nunca tuvimos la intención de dañar los valores del pueblo norteamericano, ni su integridad; sin embargo, nuestro pequeño país, que heroicamente ha sobrevivido durante 40 años a agresiones y amenazas a su seguridad, a planes de subversión, sabotaje y a la desestabilización interna, tiene derecho a defenderse de sus enemigos, que utilizan el territorio norteamericano para planear, organizar y financiar actos terroristas violando las propias leyes internas que los
prohíben". De nuevo, la misión divina de estos profetas amantes de la libertad fue la de salvaguardar al pueblo de Cuba de acciones terroristas.
Por todo esto, en la antesala que apunta al proceso de apelación ante el Tribunal de Atlanta, la Asociación de Abogados/as respalda un nuevo juicio y señala dos razones fundamentales. Por un lado el derecho que tiene Cuba de tomar medidas pertinentes para defenderse de los ataques terroristas que ha sufrido en los últimos cuarenta años. Y por otro lado, reconocen la
invalidación de un juicio, que respondiendo a la atmósfera anticubana reinante en Miami se distinguió por utilizar un jurado desinformado, intimidado y amañado; unos medios de comunicación que desinformaron y mintieron con su propaganda anticubana como es el caso del Nuevo Herald; y unas estructuras de injusticia criminal que responden a los intereses de la
clase dominante y de las patrañas anticomunistas de la ultra derecha y la Fundación Nacional Cubano Americana.
¿Cómo podemos darnos cuenta de la hipocresía del gobierno de los Estados Unidos cuando se presenta como un país en contra del terrorismo? Comencemos por analizar críticamente la definición oficial que existe dentro del gobierno de los Estados Unidos de lo que es terrorismo. De acuerdo al US Code, "Un acto de terrorismo es cualquier actividad que (A) envuelva una acción de violencia o una acción peligrosa la cual es una violación a las leyes criminales de los Estados Unidos o cualquier Estado poniendo en peligro la vida humana, o que podría ser criminal una violación criminal si se comete dentro de la jurisdicción de los Estados Unidos o cualquiera de los Estados, y (B) aparenta tener la intención (i) de intimidar o coaccionar la población civil, (ii) influenciar la política de un gobierno por intimidación o coacción, (iii) afectar por asesinato o secuestro el comportamiento de un gobierno". Esto es exactamente a lo que se ha dedicado el gobierno de los Estados Unidos en los últimos 40 años a través de su
terrorismo contra Cuba. Que conste este terrorismo no es solo político, es también económico, cultural y mediático, porque invade espacios ajenos a través de medios de difusión masiva (ejemplo: radio, televisión, internet, etc.)
Por otro lado, si rescatamos la memoria y nos remontamos al año 1986 vamos a descubrir una realidad dolorosa para los anales históricos de los Estados Unidos. Curiosamente este fue el año en que la Corte Mundial condenó a los Estados Unidos por el "uso excesivo de la fuerza", o sea, terrorismo internacional, contra Nicaragua. Aunque también hay que mencionar que haciendo uso de su arrogancia y prepotencia decidió no respetar a este organismo internacional. Por otro lado, en medio de toda la discusión y
preocupación mundial concerniente a la realidad del terrorismo, en diciembre de 1987 la Asamblea General de las Naciones Unidas luego de una ardua discusión aprobó una resolución condenando el terrorismo internacional. En esta votación el gobierno de los Estados Unidos volvió a demostrar su hipocresía y deslealtad hacia los derechos humanos, votando en contra de la
resolución. La votación fue de la siguiente manera: 153 votos a favor, 2 votos en contra (Estados Unidos e Israel) y un voto de abstención (Honduras).
El extremo de toda esta hipocresía es la presión política y el chantaje que el gobierno de Bush ha puesto durante el año 2002 en la creación de la Corte Internacional Criminal. Bush solicitó un privilegio especial en donde a ciudadanos/as estadounidense, incluyendo a sus militares, no se les pueda juzgar en esta Corte. De lo contrario no la reconocerá ni respetara como lo
hicieron con la Corte de la Haya en el caso de Nicaragua. Yo no creo que todo esto sea una casualidad, me parece una estrategia muy bien calculada la cual viene de un país que se ha distinguido exactamente por hacer lo que la Corte va a juzgar; "crímenes contra la humanidad". Asi vemos Bush en su vocabulario nunca describe las acciones del 11 de septiembre como "crímenes
contra la humanidad", sino más bien "acciones de guerra". Si son "crímenes contra la humanidad" las personas tienen que ser enjuiciadas por la Corte Internacional, si son "acciones de guerra" se hace lo que hasta ahora han hecho; salen a buscar vivos o muertos a quienes creen culpables, llevan a cabo arrestos violando derechos civiles, encarcelan sin juicio y declaran
culpabilidad sin necesidad de presentar pruebas. Yo no tengo la menor duda de que esta gente lo que quiere es guerra y no la restauración de la justicia.
Pero mientras tanto, yo le invito a que se sume a la campaña por la excarcelación de nuestros hermanos y compañeros, héroes y profetas cubanos.
Recordemos que aunque fueron sentenciados este pasado diciembre del 2001, el próximo jueves, 12 de septiembre, se cumplen cuatro años de estar encarcelados en prisiones del imperio. Lejos de sus familiares y de su patria. Nuestro deber es luchar por esta excarcelación y el retorno inmediato a su patria cubana. Tenemos que seguir educando con la verdad sobre este caso de terrorismo político el cual pone una vez más al descubierto la hipocresía del gobierno de los Estados Unidos de buscar guerras y no la restauración de la justicia. Nuestra campaña puede llegar de una manera humana al pueblo de los Estados Unidos y muy particularmente a hermanos/as del exilio cubano que son amantes de la justicia. Que no se nos olvide, lo logramos con Elián González, y lo vamos a lograr con Antonio, Fernando, René, Ramón, y Gerardo. Ellos tienen mis respetos y me bendición,
porque con su gesto tan humano, nos han dado una consagración especial.
Recordemos sus palabras: "Así nos guió siempre la historia de lucha y sacrificios con que hemos librado cada batalla, defendiendo cada conquista y sueño y, así continuaremos defendiendo el suelo patrio desde cualquier parte del universo que nos encontremos". Paz con justicia.
Padre Luis Barrios
Iglesia San Romero de Las Américas
Ciudad de Nueva York
Las entrañas del monstruo