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Internacional

4 de septiembre del 2002

Después del 11 de septiembre del 2001

Luis Barrios

En este preciso momento los preparativos para la recordación del primer año de los sucesos terroristas ocurridos en la ciudad de Nueva York, el pasado 11 de septiembre de 2001, demuestran ser un oportunismo político el cual pretende una vez consagrar la hipocresía del gobierno de los Estados Unidos. Montaremos un espectáculo en donde el mundo entero volverá a recordar que nuestro dolor es lo único que importa. Aquí no se recordará las otras víctimas del terrorismo ni mucho menos sin fueron víctimas del terrorismo del gobierno de los Estados Unidos. Dentro de este contexto yo meditaba sobre la saga bíblica del Libro de Génesis la cual nos demuestra que los celos, el rencor, y la prepotencia llevó a Caín a matar a su hermano Abel. Inmediatamente Dios, aun sabiendo, le preguntó lo que también nos está preguntando constantemente anosotros/as; ¿Dónde esta tu hermano, tu hermana?
En mi teología bíblica yo soy creyente de que luego de la creación, nuestra Diosa nos dio la responsabilidad de convertirnos en co-creadores/as, o sea, la responsabilidad dual de darle continuidad a la creación, y a la misma vez protegerla. ¿Por qué entonces hemos creado unos sistemas políticos, económicos y sociales que se han distinguido por la destrucción de la creación? Los sucesos del 11 de septiembre le han dado miles de excusas y oportunidades al gobierno de los Estados Unidos para recrudecer su espionaje, violar los derechos humanos y civiles, tumbar y poner gobiernos, desviar fondos públicos para la construcción de armamento de guerra, y muchas diabluras mas. Por un lado tengo que criticar el que no se buscó una solución política o jurídica, sino más bien con acciones terroristas bombardearon a Afganistán matando a miles de civiles inocentes.
Esta excusa de salir a "combatir al terrorismo", con terrorismo es una hipocresía. Por otro lado, esta ineptitud e intransigencia es la que actualmente les está llevando a declararle la guerra a Irak. A la misma vez cuando esta actitud viene de parte del país mas poderoso del mundo, quien tiene el poderío económico, político y militar, esto nos demuestra una vez más de que necesitamos continuar despertando la conciencia crítica y de clase del poder cívico con la intención de organizarle y activarle como una alternativa de resistencia, para que se le de una oportunidad a la ética de responsabilidad comunitaria. O sea, el como vivir una paz con justicia en comunidad con mis hermanos/as.
Esta ética de la responsabilidad comunitaria debe proteger la creación de Dios corrigiendo todo el disparate del juego del lenguaje que se sigue usando por parte del Presidente George Bush de que su "misión es la de luchar contra la maldad hasta que el bien salga triunfante". Por supuesto, el mal o lo diabólico, en este momento sigue siendo sinónimos de islamismo, árabes, musulmanes e inmigrantes, mientras que lo bueno, o el lado de Dios, son personificados a través del gobierno de los Estados Unidos y su cristianismo. De aquí la penosa realidad de que luego del 11 de septiembre las actitudes y acciones raciales y xenofóbicas han aumentado alarmantemente en los Estados Unidos. Hay que reconocer la efectividad del mercadeo propagandista de los medios de comunicación en donde han realizado un trabajo excelente por un lado de presentar al mundo entero la mentira de que los Estados Unidos son las únicas víctimas de terrorismo, y por otro lado, de que la única solución al conflicto existente es la guerra. Todo este asunto de histerismo colectivo es producto de imbecilidad la cual a la misma vez es caracterizada por aquellas personas que en medio de escenarios críticos, y por falta de buen sentido, pierden la calma, y exageran unas circunstancias. Al caer en un estado de perturbación histérica que no les permite funcionar con una ética de vivencia comunitaria es que se hace visible el discurso popular guerrerista.
Por supuesto, esta ética de la responsabilidad comunitaria debe comenzar, si es que en verdad se quiere destruir el mal para que el bien triunfe, con los factores económicos. Esto con el propósito de construir una sociedad en donde los recursos existentes puedan ser distribuidos de acuerdo a las necesidades. Esta ética de la responsabilidad comunitaria debe de ponernos de frente ante la realidad de que en estos momentos el 15% de la población mas rica del planeta tienen bajo su control el 86% de los recursos, manteniendo a mas de tres mil millones de seres humanos en la explotación, marginalización, y exclusión. Esto mi gente es un pecado capital, o sea terrorismo.
Este tipo de análisis no esta contemplado en la supuesta misión mesiánica del Presidente Bush, sino que mas bien lo que el identifica como "el bien contra el mal", es lo que podemos reconocer como "imperialismo metafísico", un término acuñado, por el filósofo Jorge Veladez, en el que describe que los Estados Unidos solo reconocen una sola manera de cómo percibir al mundo; "su manera". De aquí el que se tomen la libertad de decirle al mundo entero como deben vivir, como deben de organizar sus gobiernos, el como elegir sus valores y prioridades, y por supuesto, lo que es democracia y derechos humanos. En última instancia este tipo de imperialismo, ante cualquier resistencia o rebeldía, tiene que tarde o temprano recurrir a la fuerza para imponer la visión y realidad de su cultura y clase dominante.
La ética de la responsabilidad comunitaria debería de comenzar a buscar alternativas contra la manera diabólica en que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, el G-8, Wall Street, y otros demonios más, siguen globalizando la desesperanza: la pobreza y la exclusión. Es por esto que no me canso de decir que el capitalismo es una religión terrorista la cual dentro de su idolatría venera al dios falso del dinero, utiliza la doctrina del neo-liberalismo como su ritual de adoración y a las corporaciones como sus templos sagrados. Con este terrorismo George W. Bush no quiere lidiar porque no le conviene. Esta realidad deja al descubierto su hipocresía cuando solo busca una paz emperifollada con la guerra.
Mi invitación es para que comencemos a organizarnos en nuestras comunidades y hagamos lo imposible por construir la paz. Que comencemos en cada uno(a) de nosotros(as) utilizando las palabras del profeta Ernesto "Che" Guevara cuando en una carta a sus hijos/as dijo: "Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro ha sido leal a sus convicciones..." Pongamos nuestras acciones en donde están nuestras palabras y seamos leales a la ética de la responsabilidad comunitaria. Paz con justicia.
P. Luis Barrios
Iglesia San Romero de Las Américas
New York, NY
30 de agosto de 2002