The Guardian, Australia.
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Mientras continúa evolucionando la tragicomedia que es la política
de "protección de la frontera" de John Howard, el gobierno ahora trata
de excluir 3.000 islas de "Australia" tal como es definida para fines de inmigración.
La legislación incluirá islas a las que se puede llegar a pie cuando
hay marea baja. Esto sería seguramente una burla total si las implicaciones
más amplias de esta acción no fueran tan letalmente serias.
Australia, bajo John Howard, ha caído a un nivel bajo histórico.
En Australia, en los últimos seis años han sacado del retrete casi
todas las políticas racistas y reaccionarias del pasado de Australia, les
han sacado el polvo y las han vuelto a poner en uso.
La política de inmigración de la "Australia blanca," y las campañas
de intimidación "Invasión asiática" y los "Rojos bajo las
camas," combinadas con la estrategia de defensa de la "Línea de Brisbane"
han sido recalentadas como una excusa para introducir un raudal de leyes xenófobas
y fascistas elaboradas para privar a la gente de sus derechos cívicos y
su dignidad humana.
Las políticas de John Howard han colocado a Australia a la vanguardia de
la batalla del mundo industrializado contra los empobrecidos "indeseables" extranjeros
y contra los "elementos subversivos" del interior.
Es exhibido como el niño lumbrera de la Derecha del mundo –evidentemente
los gobiernos en Europa se apresuran a seguir nuestro ejemplo.
En última instancia, es una escalada en la lucha de la burguesía
contra los trabajadores del mundo. En el Día del Refugiado de 2002, reconozcamos que:
–Australia encierra a niños huérfanos tras alambradas cortantes
en campos de concentración en el desierto.
–Australia está tratando de cobrar a genuinos refugiados 200.000 dólares
por su detención en esos campos de concentración en el desierto.
–Australia utiliza su riqueza de país primermondista para sobornar a naciones
del tercer mundo para que actúen como cubos de retención para nuestros
solicitantes de asilo "indeseables";
-Australia repatria a solicitantes de asilo a países donde no tendrán
sustento, hogares, alimento o agua potable, escuelas, instalaciones sanitarias,
y otra infraestructura, simplemente porque "la guerra ya ha terminado".
–Lo que es más vergonzoso todavía, Australia dejó que 350
personas en una desvencijada embarcación se ahogaran ya que "se hundió
en aguas indonesias –no tenía nada que ver con las acciones del gobierno
australiano".
Y, sin embargo, como nación de inmigrantes, también vivimos en una
Australia en la que los habitantes autóctonos: tienen más de cuatro
veces el nivel de desempleo; sus niños les son arrebatados en una proporción
seis veces superior; son encarcelados diez veces más a menudo; terminan
la escuela menos de la mitad que los demás; y mueren en promedio 20 años
antes de enfermedades curables, que los no-autóctonos. Se requiere una acción inmediata
Todos los australianos de conciencia deben unirse contra las políticas
racistas e inhumanas impulsadas por nuestro Gobierno Federal.
Pero debemos estar alerta ante el hecho de que también hay legislación
ante el Parlamento que, si fuera aprobada, permitiría al Gobierno calificar
de "terrorista" a cualquier individuo u organización que proteste y luche
contra tales injusticias.
El Partido Laborista ha terminado por renunciar a su posición pre-electoral
sobre la "protección de las fronteras," con el anuncio de Simon Crean de
que votarán junto con los Verdes y los Demócratas para detener la
nueva legislación.
Los laboristas deben ahora mantener esa posición.
Hay que hacer presión sobre los laboristas para que:
o Retiren totalmente todas sus previas políticas contra los refugiados,
incluyendo la excisión de los territorios del Océano Índico,
la detención obligatoria y las visas temporales de protección; y
que permitan a todos los solicitantes de asilo que tengan acceso al proceso judicial
y a los servicios sociales;
o Rechacen totalmente las nuevas "Leyes del Terror" que darán al gobierno
que esté en el poder una autoridad ilimitada para aplastar todo disenso,
ilegalizando organizaciones y deteniendo indefinidamente a individuos sin arresto
ni juicio.
Esta semana, del 20 al 23 de junio habrá acciones y eventos en toda Australia,
para protestar a favor de los derechos humanos y en solidaridad con los refugiados.