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Amnistía
Internacional denuncia que Estados Unidos y Gran Bretaña utilizaron los
atentados del 11-S para imponer legislaciones represivas
Agencias. La Jornada
Estados Unidos y Gran Bretaña
aprovecharon los atentados del 11 de septiembre del año pasado, los cuales
fueron "un crimen para la humanidad", como una excusa para implantar
legislaciones contrarias a los derechos humanos, ejemplo seguido también por
otros países, afirmó este martes Amnistía Internacional (AI) en su informe
anual de 2002.
"La universalidad de los derechos humanos está enfrentando su mayor
desafío hasta ahora. Los dobles estándares y la selectividad se están
convirtiendo en la norma", aseguró la secretaria general de AI, Irene
Khan.
El organismo humanitario, con sede en Londres, sostiene en su informe que
"sin lugar a dudas, el mundo cambió en forma radical después del 11 de
septiembre. Y sin embargo ciertas cosas no cambiaron: desprecio por la vida y
dignidad humanas, lo mismo para los derechos económicos, culturales y sociales,
y cada vez existen más situaciones amenazadoras en Levante, Afganistán y
Colombia".
El documento, que trata de acontecimientos ocurridos en 2001, registra
"ejecuciones extrajudiciales en 47 países, ejecuciones judiciales en 27 y
'desapariciones' en 35, casos de tortura y malos tratos en 111 naciones y
prisioneros de conciencia por lo menos en 56 países".
En conferencia de prensa, Khan señaló que la organización deplora los atentados
con aviones secuestrados contra Nueva York y Washington, que desataron la
campaña antiterrorismo liderada por Estados Unidos, pero indicó que le
preocupan los abusos cometidos por algunos países tras esos ataques.
"La disposición de los gobiernos para comerciar con los derechos humanos
en interés de la seguridad no es nada nuevo. Esta vez la diferencia radica en
darse cuenta de que no son regímenes autocráticos sino democracias establecidas
las que encabezan la imposición de leyes draconianas para restringir las
libertades civiles en nombre de la seguridad pública", agregó.
Presos políticos y xenofobia
Amnistía Internacional señala que Washington y Londres "crearon un sistema
judicial sombrío, rodeado de secreto, que esquiva adrede los principios de
derechos humanos y es muy peligroso", con legislaciones que permiten la
detención de extranjeros sospechosos sin someterlos a proceso judicial.
El informe expresa su preocupación ante la falta de información sobre las más
de mil 200 personas, sobre todo extranjeras, que se encuentran detenidas en
Estados Unidos en el contexto de las investigaciones del 11 de septiembre.
También considera que la ley antiterrorista estadunidense, que crea comisiones
militares especiales para juzgar extranjeros sospechosos de terrorismo,
"conculca las normas internacionales de procesos equitativos".
Agrega que países como Corea del Sur, Jordania e India han concedido casi
plenos poderes a las fuerzas de seguridad bajo una muy vaga definición de
terrorismo que también permite adoptar medidas drásticas contra
opositores.
Para Khan, la "guerra contra el terrorismo" dio nacimiento "a
una tendencia de hacer pasar a los extranjeros, en particular a los refugiados
y solicitantes de asilo, por terroristas". Este clima de sospecha
"alentó el racismo, la xenofobia, la intolerancia y la
violencia".
Asimismo, en el contexto de la crisis en Medio Oriente, "se produjeron
ataques racistas y antisemitas contra árabes y judíos provocados por el rechazo
de las diferencias religiosas, raciales, culturales y nacionales", según
el informe.
En Israel y los territorios ocupados, precisa AI, "asesinatos cometidos
por fuerzas israelíes y grupos armados palestinos, la tortura y los juicios
injustos continuaron".
Denuncia además "las sanciones colectivas infligidas a los
palestinos", como el bloqueo de ciudades y pueblos, la demolición de más
de 350 casas por militares y los toques de queda prolongados.
En Irak "se seguía aplicando ampliamente la pena de muerte, los presos
políticos eran sistemáticamente torturados y muchas personas, incluidos
oficiales del ejército, fueron ejecutadas", prosigue. En el caso de
Egipto, la pena de muerte también se aplica de manera corriente, según AI, que
destaca ciertas "mejoras" en Siria y Líbano.
El organismo también critica a Túnez, Emiratos Arabes Unidos, Irán y Arabia
Saudita, país este último donde "fueron ejecutadas al menos 79
personas"
Khan recordó que los gobiernos "que denuncian los ataques a los derechos
fundamentales de las mujeres inflingidos por el régimen talibán en Afganistán
nada han dicho sobre el triste destino de las mujeres en Arabia
Saudita".
Por otro lado, durante el conflicto de Afganistán, las leyes internacionales
vigentes, como por ejemplo las convenciones de Ginebra, fueron
"cuestionadas".
"El tratamiento de los detenidos en Guantánamo parece haber conducido a
ciertos gobiernos a pensar que el tratamiento inhumano de los prisioneros es
aceptable en la actualidad ", sostiene AI.
La situación más preocupante en América Latina se vive en Colombia, donde
siguieron registrándose "graves violaciones a los derechos humanos
perpetradas tanto por el ejército y sus aliados paramilitares, como por los
grupos de oposición armada", señala el informe.
AI teme que "el clima imperante desde los atentados del 11 de septiembre
contribuya a exacerbar la crisis de los derechos humanos" en ese país
sudamericano, donde "300 personas desaparecieron y más de 4 mil civiles
fueron asesinados sin tomar parte en combate, la mayoría por formaciones
paramilitares".
También da parte de "desapariciones" en Venezuela y denuncia
ejecuciones ilegales perpetradas por "responsables de la aplicación de las
leyes" en Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Jamaica,
República Dominicana, Salvador y Venezuela.
En Brasil, "solamente en el estado de Sao Paulo, hubo 481 homicidios
cometidos por policías".
En Chile la policía de carabineros fue señalada por AI por hacer uso excesivo
de la fuerza para dispersar manifestaciones pacíficas, mientras que muchos
detenidos sufrieron malos tratos, reporta el corresponsal Enrique
Gutiérrez.
El informe reporta la existencia de personas presas por sus opiniones en
Argentina, Cuba y Perú. En este último, unas "200 personas injustamente
declaradas culpables de terrorismo están encarceladas".
Reconoce "algunos avances"
Pese a todo, AI reconoce "algunos avances" en la lucha contra la
impunidad, como el caso de Argentina, donde el año pasado un juez declaró
inconstitucionales y nulas las dos leyes de amnistía para los militares
represores.
Señala AI que en Estados Unidos se registraron casos de brutalidad policial y
malos tratos contra presos comunes. Al menos tres personas fallecieron después
de ser atadas a sillas y más de 20 mil están encarceladas en condiciones de
aislamiento extremo en zonas de alta seguridad.
"Estados Unidos sigue violando las reglas internacionales al aplicar la
pena de muerte a deficientes mentales, quienes eran menores en el momento del
crimen y otros que no fueron defendidos de manera correcta", afirma el
documento.
Khan llamó finalmente a que, en momentos en que se extiende la globalización,
"los activistas de derechos humanos tienen que promover no solamente la
justicia legal, sino también la social".
"No dejemos que nos venza el miedo. No dejemos que se degraden las
libertades fundamentales ni que prevalezcan los prejuicios ni la intolerancia
(...) No puede existir trueque entre derechos humanos y seguridad, entre
justicia e impunidad", escribió.
El informe completo en español del
organismo puede leerse en www.edai.org/centro/infoanu/2002/info02.htm