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10 de junio del 2002
EE.UU: Inmigración y Racismo
David Barsamian
Znet en español
Cathi Tactaquin es fundadora y directora de "National Network for Immigrant and Refugee Rights", una alianza de organizaciones de base, comunitarias, sindicales y religiosas con base en Oakland. Miriam Ching Louie, del "Women of Color Resource Center" (Centro de Recursos para la Mujer de Color) con base en Berkeley, es autora de "Sweatshop Warriors: Immigrant Women Workers Take on the Global Factory" ("Guerreras de la Maquila: Trabajadoras inmigrantes toman la factoría global"), publicado por South End Press. WCRC conecta a organizadores de grupos de mujeres de color y activistas del mundo universitario.
BARSAMIAN: Cathi,¿cuál sería un buen punto de partida para un debate sobre racismo e inmigración?
CATHI TACTAQUIN: Un punto de partida podría ser el explorar los motivos actuales para emigrar. Las migraciones siguen siendo una cuestión compleja. En nuestra era es incluso más compleja debido a los impactos negativos de la globalización, que son un factor importante entre las razones que llevan a más de 130 millones de personas que actualmente se encuentran moviéndose por el mundo. Sólo poco más de un millón llegan realmente a los EE.UU., pero a los movimientos restriccionistas de derechas les gusta hacernos creer que al menos el 25 por ciento de los emigrantes del mundo está intentando derribar las puertas para entrar en los EE.UU. La verdad es que la mayoría de la gente está moviéndose dentro de los límites del Sur Global. Siguen emigrando por muchas de las razones por las que lo han hecho a lo largo de la historia: pobreza, desempleo, conflictos civiles y preocupación por el bienestar de sus familias. Con la globalización muchas de estas circunstancias han empeorado. El transporte que se emplea para mover los bienes al otro lado de océanos, ríos y países también se emplea para la emigración. También este factor contribuye a la emigración. Y es histórico. Actualmente nos enfrentamos a un mundo en el que la gente lleva emigrando cientos de años y ciertamente también a los EE.UU., en donde durante el último siglo las gentes de Latinoamérica y Asia, con sus fuertes vínculos familiares, han ido viniendo. Ello continúa siendo un factor que motiva la emigración actual.
MIRIAM CHING LOUIE: Hay un gran eslogan que vi una vez en una pancarta del movimiento antirracista inglés: "Estamos aquí porque vosotros estuvisteis allá". Tiene que ver con el hecho de que la gente procede en gran medida de países donde, en el caso de los EE.UU., éstos tienen una larga historia de intervenciones militares, económicas y políticas. Este es un punto para empezar a entender la intersección entre raza y migraciones. Estoy de acuerdo con lo que dice Cathi, existen algunos nuevos cambios muy importantes que se están dando con la globalización. Las migraciones realmente son un proceso que viene de antiguo, y ha habido ese largo vínculo entre las economías de diferentes partes del mundo. El factor raza enlaza tanto con la relación de los EE.UU. con otros países como con lo que pasa a los trabajadores aquí en los EE.UU.
B: Los EE.UU. tienen una larga historia de colonización y ocupación de las Filipinas, de donde viene tu familia, Cathi. ¿Cómo ha afectado esto a las pautas de la inmigración?
CT: Los filipinos llevan un siglo viniendo a los EE.UU. Desde 1965, cuando se relajaron las leyes de inmigración para incluir una mayor diversidad en la inmigración desde Latinoamérica y Asia, se ha acelerado la emigración de los filipinos a los EE.UU. Pero ello es parte de un proceso más amplio de migraciones que está teniendo lugar desde ese país, hasta el punto de que actualmente más del 10 por ciento de la población filipina emigra para trabajar en el extranjero. En este aspecto tiene la tasa más elevada del mundo. La mayoría de los emigrantes son mujeres, que a menudo deben abandonar a sus familias y a sus hijos, a veces durante años. Algunas se van con visados temporales. Algunas se van y se convierten en indocumentadas, no sólo en los EE.UU. sino también en Oriente Medio, Europa y otras partes de Asia. Es una pauta a la que no vemos solución. Muchos filipinos siguen viniendo a los EE.UU., en donde tienen familiares. Es mucho más difícil cuando la gente va a otras partes del mundo en donde no tienen familiaridad con el idioma y ese vínculo histórico. Pero se ven obligados a ir allá a trabajar, y francamente, también a países en donde, por muy críticos que seamos con la situación de la protección de los derechos civiles de los inmigrantes aquí en los EE.UU., dicha protección es bastante menor. Esto es característico de algunas de las pautas trágicas de la emigración que observamos en la actualidad. Miriam explora dichos aspectos en su libro. Estamos viendo un nivel tremendo de mujeres que emigran en circunstancias difíciles, y que tienen que trabajar en condiciones incluso peores, enfrentándose a múltiples niveles de opresión.
MCL: Hay mucha gente en el movimiento de mujeres que viene observando esta creciente emigración femenina durante los últimos diez o quince años. En "Sweatshop Warriors" me concentro en tres grupos y en una serie de diferentes comunidades: obreras de bajos salarios chinas, mexicanas y coreanas. Cada uno de los casos es muy interesante. En primer lugar, existen los factores de ida y vuelta, esta relación entre un país o región del mundo en particular y los EE.UU. También está el hecho de que las mujeres se convierten en parte de lo que Cathi menciona para el caso de las Filipinas, la forma en que los gobiernos que favorecen la emigración reciben recursos económicos y aumentan los intercambios con el extranjero. Hay un lugar en este país para mujeres que trabajen con bajos salarios, en la parte inferior de la cadena de diferentes industrias explotadoras. También nos encontramos con cambios en términos de la lucha de las mujeres dentro de las estrategias familiares respecto a la emigración. En México, por ejemplo, históricamente han sido los hombres quienes han emigrado, sin embargo, actualmente está subiendo el porcentaje de mujeres. Con respecto a la globalización, un gran número de mujeres a las que entrevisté de hecho había trabajado en industrias explotadoras vinculadas a las grandes empresas transnacionales con base en EE.UU. antes de emigrar a este país, o bien habían estado vinculadas a flujos migratorios internos dentro de sus propios países, desde áreas rurales hacia áreas urbanas. Se trata de múltiples formas de emigración de segundo grado, en las que la gente llega a los EE.UU. y se va integrando en comunidades que se están expandiendo aquí.
B: Contadme más cosas sobre las migraciones internas. Por ejemplo, desde los estados meridionales de México, como Oaxaca o Chiapas, hacia las maquilas de la frontera.
MCL: Lo interesante del proyecto de maquilas que comenzó a mitad de los sesenta fue que uno de sus supuestos objetivos era solucionar los problemas de desempleo en México que surgieron al acabar el programa de "braceros" de los trabajadores agrícolas. Lo que pasó es que aquellos obreros varones no se incorporaron a la industria de la maquila. Fueron principalmente mujeres y chicas adolescentes quienes fueron incorporadas. Fue una gran transformación. Sólo recientemente los varones han empezado a trabajar en la industria en piezas automovilísticas, manufacturas y cosas parecidas, pero son las mujeres quienes continúan formando la gran mayoría de inmigrantes llegados a las maquilas. Muchas de las mujeres que entrevisté habían trabajado en las ciudades fronterizas del lado mexicano, y en algunos casos habían estado cruzando la frontera para trabajar en Texas o California, y decían:
me voy a trasladar con mi familia, y simplemente llevaban a cabo dicho traslado.
CT: Parte del amplio impacto del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) estimula este tipo de emigración en todo México. El TLCAN ha permitido que las importaciones de maíz desde los EE.UU. inunden los mercados mexicanos, perjudicando gravemente a los cultivadores mexicanos de maíz. Las áreas rurales han sido arrasadas, los granjeros se ven obligados a cultivar otro tipo de cereales, las importaciones han desplazado a las familias y unidades tradicionales que trabajaban en la industria del maíz. Esto habría permitido al mismo tiempo que los trabajadores de áreas rurales que iban a México capital, y no encontraban empleo se dirigiesen al norte, hacia las maquiladoras. Nuevamente, en lugar de que el TLCAN estimulara la economía creando empleo, ha conseguido lo contrario. En este caso, ha estimulado la emigración.
MCL: Alguna gente que organiza a los trabajadores de la frontera está hablando de la "maquiladorización" de México y Centroamérica. Y no sólo es la frontera. Yo realicé un viaje de estudio con sindicalistas estadounidenses a Tehuacán, en el estado mexicano de Puebla. Estaban construyendo un gigantesco centro de producción de tejanos, y la gente, mayormente indígenas, se está trasladando hacia esa área, trabajando bajo condiciones represivas y realmente amenazadoras. Están produciendo para las principales marcas de EE.UU., como Guess y Levis. Este proceso se está multiplicando a lo largo de México y Centroamérica.
B: Charlie Kernaghan, del National Labor Committee con base en Nueva York, ha realizado mucho trabajo poniendo al descubierto las condiciones de las fábricas explotadoras, particularmente en Centroamérica. A menudo oye decir a los propietarios de las fábricas: Esta gente es pobre. Nosotros les damos empleos y la oportunidad de crearse una existencia y mantener a sus familias.
MCL: Es muy caritativo, de verdad. Tener a la gente trabajando 14 y 16 horas al día, haciendo que las chicas jóvenes tomen estimulantes para aguantar toda la noche, golpeando a la gente en el trabajo, es realmente despreciable. Pero es el argumento más común de las grandes empresas el que dan empleo. ¿Qué clase de empleo están ofreciendo? ¿Qué les ocurre a los trabajadores en esos trabajos? Durante mis visitas me encontré con numerosas trabajadoras que estaban trabajando muchísimo y siendo tratadas, en esencia, como animales. No puedes enfermar, no puedes llegar tarde. Hay un montón de racismo hacia las gentes indígenas dentro de este proceso. En su momento realicé algunos trabajos para un grupo de trabajadores de Texas que habían trabajado para Levis. En 1990 Levis cerró las puertas y se largó a Costa Rica. En un día pagaban a los trabajadores de allá lo que las americanas mexicanas habían ganado en media hora. Las grandes compañías ganan bastante con toda esta situación.
B: Thomas Friedmann, del New York Times y ganador de múltiples premios Pulitzer, dice que los que se oponen a la globalización son como "un arca de Noé de defensores de la teoría de que la Tierra es plana".
CT: Existe toda una argumentación lógica a favor de la globalización, diciendo que va a proporcionar estímulos económicos, empleo para la gente pobre y que va a aumentar su nivel de vida. Pero las grandes compañías se van a los países donde no existe regulación laboral, donde los niños trabajan y donde las mujeres sufren grave maltrato en el puesto de trabajo. También están produciendo niveles de desigualdad en la economía porque los trabajadores no pueden permitirse comprar lo que están produciendo. Tampoco pueden permitirse comprar las nuevas mercancías que inundan sus países, y que forman parte del paquete globalizador. No es sólo que las grandes compañías vayan a estos países y creen empleos, a lo largo de toda América Latina el cambio dólar-peso se ha exagerado tanto que puedes estar trabajando en una fábrica sin poder cubrir tus necesidades básicas.
MCL: Además, las grandes compañías también son veleidosas. Cuando participamos en la Conferencia Mundial sobre la Mujer organizada por Naciones Unidas en representación de "Women of Color Resource Center", te rompía el corazón escuchar las historias que contaban las mujeres de Hong Kong y Corea del Sur que habían trabajado en la industria de la confección y del calzado. Hubo un momento en la historia de este país en que gran cantidad de empleos desaparecieron y los trabajadores se hundieron. Este proceso continúa. Los empleos se trasladaron a países como Corea del Sur o Hong Kong, pero cuando los trabajadores en Corea del Sur empezaron a organizarse en defensa de sus derechos, las grandes compañías se largaron a Indonesia y Vietnam. Su caridad es a muy corto plazo.
Di algunas charlas durante las pasadas Pascuas, en marzo. La parte de Nueva York en que me encontraba había sufrido un proceso de desindustrialización. Cuando has nacido y te has criado en California, percibes un sentido diferente de las etnias europeas en la Costa Este. Estaba hablando con un tipo que descendía de irlandeses e italianos. Yo pertenezco a la tercera generación de chinos y coreanos. Me chocó que la familia de este tipo llevara tanto tiempo en los EE.UU. como la mía, pero que yo todavía no esté integrada a causa del racismo. Mi padre nació en el Chinatown de San Francisco. Recuerdo haberle oído hablar de andar metido todo el tiempo en peleas con los italianos porque los italianos y los chinos llegaron en la misma época. De forma que hay esa proximidad entre San Francisco y New York City, por Little Italy y Chinatown. Es interesante lo que sucedió a los diferentes grupos de inmigrantes que se integraron en la gran corriente de la gente blanca frente a otros grupos que llegaron de Asia o Latinoamérica. Ese proceso no ha sido el mismo. El censo del año 2000 resulta desconcertante. California es latina en un 32 por ciento y asiática en un 12 por ciento. Había un artículo en el Times sobre los cambios en California, en donde alguien hablaba de que el estado estaba volviendo a su ADN original, refiriéndose a California como parte de México. Eso da que pensar. ¿Qué aspecto tendría el estado de California si no hubieran existido las leyes de exclusión en contra de los asiáticos y las deportaciones en masa de mexicanos? Es una posibilidad interesante, y estoy segura de que es el motivo de que haya habido toda esta histeria y esta reacción violenta contra los inmigrantes que se ha ido erigiendo durante todos estos años. Existen normas y tratamientos muy diferentes para las gentes que proceden de determinadas partes del mundo.
CT: El contexto histórico y el reconocimiento de los primeros inmigrantes de la herencia europea, que asimilaron y se integraron como una sola comunidad blanca en los EE.UU., se hallan en el corazón de algunas de las tensiones y ansiedades relativas a la aparente falta de integración y a la aparente dificultad de asimilación de la actual oleada de inmigrantes que han llegado en los últimos 30 a 40 años, principalmente desde Asia, Latinoamérica o África. El 85 por ciento de los inmigrantes actuales sería considerado gentes de color. Es parte de la esquizofrenia de la cultura estadounidense respecto a la inmigración. Por un lado existe este reconocimiento de que tenemos una fuerte tradición de inmigración, por otro existe una corriente latente la mayor parte del tiempo que sigue desconfiando de los inmigrantes y que despierta ocasionalmente, pudiendo ser estimulada por políticos oportunistas. Existe ansiedad respecto a la corriente oleada de inmigrantes. Existe alguna negación del factor racial. Nadie quiere ser tildado de racista, pero las ansiedades raciales subyacen a estas cuestiones. ¿Por qué no pueden aprender estas gentes el inglés como lo hicimos nosotros? ¿Por qué no se pueden asimilar? ¿Por qué están teniendo dificultades? ¿Es este el aspecto que va a tener el futuro en los EE.UU. en donde tenemos esta dicotomía, este cisma? Gran parte de ello se debe a la incapacidad de conciliar el factor racial a lo largo de la historia con la inmigración, y cómo ha cambiado.
B: Uno de los organizadores de este encuentro informa de que tras colgar anuncios en varios servidores de noticias en Internet recibió algunas respuestas vitriólicas y llenas de odio sobre la necesidad de cerrar las fronteras de EE.UU. y poner fin al crecimiento de la población. ¿Qué opináis de la persistencia de los ideales de la supremacía blanca?
MCL: Yo no sé por dónde empezar exactamente. Es difícil estar en todos los países, en todos los negocios, ser el policía del mundo, y luego pretender que los pollitos no vengan volando al asador. Quieren trabajo barato, quieren tener mercancías de todo el mundo, pero no quieren tener que lidiar con la gente y las consecuencias de todo ello. Parte de la problemática del área de la Bahía se debe a que las características demográficas han cambiado mucho. Se trata de imaginar qué aspecto tiene esto en diferentes partes del país en las que la gente aún piensa que lo característico de este país es el color blanco. A mí no me parece que esto siga siendo realmente así. Es lo que han intentado que se crea en este país, pero no es la realidad. Esto se remonta a los principios de la historia de los EE.UU., a robar las tierras de la gente, a la esclavitud, a los convenios de trabajo. Llega hasta las industrias explotadoras. En realidad, es parte del tejido y de la historia de este país.
CT: Hay también muchísimo trabajo por hacer para nosotros como parte de un movimiento progresista que intenta crear una nueva conciencia entre la gente. La confianza en aquella tradición es la confianza en el nacionalismo, en el nativismo, en la América que piensa en una persona blanca cuando hablas de un "americano" y que piensa que cualquier otro americano en realidad lo es en combinación con otra cosa. Es el trabajo de crear una nueva forma de conciencia de clase, en la que la gente empiece a reconocer que lo que tiene en común con una persona de color es mucho más de lo que tiene en común con alguien que pertenezca a la clase dominante. Sigue habiendo resistencia a reconocer este hecho. Es parte de la cultura americana aparentar que tienes un nivel de vida diferente, que eres mejor y superior. Lo que empieza a desafiar esta idea es el cambio demográfico. Pero los EE.UU. siguen siendo predominantemente blancos. Ello está empezando a cambiar en diversas partes del país. Estamos recibiendo llamadas de inmigrantes en el sur y en el medio oeste pidiendo ayuda. Se están enfrentando al racismo en el sur. Existe un nuevo racismo, que curiosamente está afectando a grandes sectores de población inmigrante de origen guatemalteco, mexicano y africano, que ahora vive en Georgia y Mississippi. Están entrando en contacto con el viejo racismo del sur. También está desafiando a la comunidad afro-americana, que ve entrar a estas nuevas poblaciones de inmigrantes. Está sometiendo a la gente a un montón de cambios. Los progresistas que trabajan para organizar a la gente se están dando cuenta de que si queremos introducir cambios en el sur, debemos tener en cuenta el cambio demográfico. El desafío a la supremacía blanca también significa que se ha de organizar no sólo la comunidad afro-americana, sino también a nuevas comunidades de inmigrantes, construyendo una nueva base para un movimiento antirracista.
MCL: Hay un montón de cosas a las que se han enfrentado las gentes de color en sus labores organizativas. En determinado momento quizá existió la fantasía de que si hubiera más gente de color existiría un mejor clima para el antirracismo, pero éste no ha sido necesariamente el caso. Hay un aumento de las tensiones. Algunos grupos han realizado un trabajo interesante en torno a estas cuestiones. Yo he entrevistado a trabajadores con gente del Korean Immigrant Workers Advocates de Los Ángeles. Ellos han asumido la responsabilidad de organizar principalmente a camareras coreanas, varones latinos, pinches de restaurante en el área de Koreatown. David, eso que mencionabas antes de la solidaridad étnica que provoca los conflictos, es una cosa que la gente está combatiendo en este grupo. Ha habido ataques al trabajo de organizar a los obreros, diciendo ¿quién es un buen coreano? ¿por qué te codeas con estos latinos? Si eres un buen coreano no haces estas cosas, no traes problemas a la comunidad. Esto es una vergüenza. De hecho, los propietarios están explotando a trabajadores de razas diferentes. De forma que es importante tratar algunas cuestiones raciales cruciales dentro de la comunidad y hablar también de algunas de las injusticias económicas perpetradas por gentes pertenecientes a los grupos de color.
B: ¿Cuáles son algunos instrumentos para combatir el racismo?
CT: No podemos ganar mayores protecciones y derechos sólo para los inmigrantes. Necesitamos establecer alianzas. Yo no creo en una educación para la diversidad. No creo en mantener un diálogo sobre las etnias. Creo en el trabajo y en el compromiso con las cuestiones que enfrentan y desafían esas cuestiones y que constituyen un suelo común. Nosotros estamos trabajando ahora con el movimiento obrero. Creemos que organizar a los obreros en su conjunto es muy importante para avanzar en los derechos de los inmigrantes, independientemente de su estatus legal, documentados o indocumentados. Esa es la plataforma que contribuye a llevar adelante salarios justos y buenas condiciones laborales para todos, en donde no se puede trazar cuñas entre los trabajadores americanos y los extranjeros. Es en los puestos de trabajo donde estamos encontrando trabajadores de diferentes razas que trabajan codo a codo, éste es el terreno natural para establecer ese tipo de alianzas. También estamos retando a otros movimientos para que actúen en las comunidades de inmigrantes y enfoquen estas cuestiones. Por ejemplo, el movimiento medioambiental. Años atrás pensábamos que el movimiento medioambiental debería ser un aliado natural puesto que a nivel internacional están tratando con gran parte de las mismas condiciones que nos preocupan a todos. La degradación del entorno a escala global es un factor que está desplazando poblaciones enteras y sumando más gente a las corrientes migratorias.
B: Pero he aquí que dentro del movimiento medioambiental estadounidense gran cantidad de ecologistas no estaban realmente preparados para emprender acciones de justicia medioambiental en las comunidades de color. La cuestión de la inmigración se convirtió en un pararrayos porque los defensores del control de población atacaron al movimiento medioambiental argumentando que el aumento de la inmigración estaba provocando un aumento de población en los EE.UU. y que ello era la principal causa de la degradación medioambiental. No tienen razón, pero algunos ecologistas les creyeron. Creo que se está produciendo un cambio en el movimiento ecologista, una resistencia a ese tipo de pensamiento, un reconocimiento de que gran parte de él tiene motivaciones raciales, que se está desviando de lo que todos necesitamos hacer para que nuestro entorno sea seguro y saludable para todo el mundo. Sigue siendo un punto de acción común muy importante para nosotros. Los inmigrantes son extremadamente vulnerables a los problemas medioambientales. Si están indocumentados, incluso más. Ellos no van a denunciar envenenamientos por pinturas con plomo. Lo van a tener mucho más difícil para combatir las incineradoras de residuos tóxicos. Y eso ya está sucediendo. Necesitan formar parte del movimiento a todos los efectos. Al trabajar sobre dichas intersecciones desafiamos las cuestiones de raza. Desafiamos algunos de sus vestigios, y ello ayuda a suscitar un cambio positivo.
MCL: Existe una serie de ejemplos en donde la gente ha logrado bastantes progresos en la lucha contra el racismo. Un grupo en particular empieza a luchar por sus derechos y ello abre la puerta a otros. Por ejemplo, tenemos al Comité contra la Violencia Anti-Asiática en Nueva York. Ellos tienen un Proyecto de Trabajadoras Asiáticas. Empezaron organizando a las trabajadoras domésticas de Filipinas y el sur de Asia, pero en cuanto se corrió la voz se han visto inundadas de llamadas de ayuda de las inmigrantes caribeñas. De forma similar se están produciendo alianzas entre obreros explotados de la industria de la confección. Existe una causa en trono a Donna Karan, de Nueva York, DKNY. Una obrera china que trabajaba en una de sus tiendas asociadas fue despedida por recibir una llamada en el trabajo porque su hija había enfermado en la escuela. La hija le pidió a las autoridades escolares que no llamaran al trabajo de su madre, porque el jefe era verdaderamente un hombre malo. Ellos llamaron porque la niña estaba enferma, y la madre fue despedida por ello. Así salieron todas las violaciones de los derechos de los trabajadores en esa fábrica. Hubo una lucha continua en torno a su causa. Al declarar ella, una serie de trabajadores chinos y latinos aparecieron y entablaron una acción legal común, el año pasado. Más interesante aún, inmigrantes de Europa del Este han aparecido intentando recabar apoyos para algunas de las cuestiones a las que se han enfrentado en sus causas laborales. Cuando la gente se mete en apuros y empieza a reivindicar sus derechos, se dan cuenta de quiénes son sus amigos.
Por último, la gente de los grupos de color normalmente es pobre y goza de poco reconocimiento. Vaya todo nuestro reconocimiento a "Making Contact" (Estableciendo contacto) que está allí, cubriendo nuestras historias, pero en general éstas quedan al margen de las pantallas. Es importante que nos reunamos y nos apoyemos mutuamente en nuestra labor y compartamos nuestros limitados recursos. A veces, la gente de los grupos de color, cuando establecemos estos lazos, también hemos de luchar por el control en las organizaciones de blancos que forman parte del creciente movimiento anticorporativo. Han existido fricciones y luchas al respecto. Muchas veces la gente de los grupos de color está completamente desbordada. Se supone que estás trabajando por la lucha antiglobalización y anticorporativa, pero también estás haciendo cosas en tu comunidad. Los activistas blancos de clase media se las arreglan al ser capaces de concentrarse en un área en concreto, pero no tienen que preocuparse por los blancos de las comunidades de base. A menudo me pregunto quién estará organizando a la clase obrera blanca. Entre la gente de color, más te vale hacer algo respecto a lo que les está pasando a la gente de las comunidades de base, o no resultarás creíble si no te responsabilizas de lo que pasa en tu comunidad.
B: Habladme sobre las apariciones en los medios. ¿Cómo contáis la historia que queréis que se cuente, y no la historia de las inmigrantes hipersexuales que paren demasiados hijos y desbordan los servicios de bienestar social y los hombres que roban los empleos a los americanos de verdad?
CT: Intentamos aprovechar toda oportunidad sindical y toda campaña como actividad con los media. Son dos cosas diferentes. Una es conseguir que nuestra historia y la de los inmigrantes en la pantalla. Hay muchas. Hemos trabajado mucho, especialmente en los últimos años, para conseguir esa visibilidad no sólo en los medios de nuestra comunidad, sino también en los de carácter más nacional. Estamos llevando a cabo actividades de formación para los medios. Estamos trayendo gente que puede ayudar no a cambiar nuestro mensaje, sino a articular nuestro mensaje de forma que pueda alcanzar una mayor resonancia. Eso es muy importante. Estamos recurriendo a amigos en los medios que entiendan lo que intentamos hacer y sean sensibles a cómo necesitamos comunicarlo desde las diversas comunidades que representamos. También significa desafiar lo que aparece en los medios. Es duro estar luchando constantemente contra la derecha en los medios. Hace unos días recibimos un email de alguien en el Medio Oeste. Están circulando anuncios en los periódicos que muestran trabajadores inmigrantes mexicanos e insertan ráfagas con el número de teléfono de la Casa Blanca alertando a la gente para que llame y denuncie a los trabajadores mexicanos que sospeche indocumentados. Al parecer, los periódicos estaban recibiendo llamadas de que a la gente no le gustaban estos anuncios. Descubrieron que se trataba de parte de una nueva campaña de un grupo llamado Coalición a favor de los Futuros Trabajadores Americanos. La lleva la Federación a favor de la Reforma Americana de la Inmigración, FAIR, el principal lobby nacional anti-inmigración. Tienen muchísimos recursos. Tienen un web-site muy sofisticado. Es una respuesta al creciente movimiento que tenemos ahora y que ha crecido el año pasado a favor de la legalización de los inmigrantes indocumentados, y también un movimiento, que no apoyamos plenamente, para crear nuevos programas para la contratación de trabajadores temporeros. Bush y Fox han estado hablando de un nuevo programa de trabajadores invitados parecido al de los braceros. El Congreso aprobó aumentar los visados para los técnicos altamente especializados provenientes del extranjero.
FAIR está afinando sus mensajes. Regularmente envían artículos a una serie de periodistas que utilizan ese material. Nosotros informamos a nuestra propia circunscripción sobre cómo responder a ese tipo de desinformación. Es increíble las cosas que pueden pasar por hechos.
Recibí una llamada de un asesor del Congreso que decía: Hay un miembro del Congreso en el estrado que ahora mismo dice que existe un cuarto de millón de mexicanas embarazadas indocumentadas en Los Ángeles. ¿Es esto verdad? Yo dije que sólo podía ser verdad si él era responsable personalmente. Esta persona estaba informando al Congreso para favorecer la aprobación de una ley. Debemos combatir la desinformación constantemente.
MCL: Existen tantos ángulos diferentes desde los que tratar con los medios. Algunos de los grupos comunitarios integran el trabajo con los medios en su trabajo habitual. Yo trabajé como responsable de los medios para la campaña de los Defensores de las Obreras Asiáticas. Hicimos la campaña de Justicia para los trabajadores de la confección contra Jessica McClintock en el Bay Area. Aprendí un montón a lo largo de ese proceso. Me dediqué a ello a tiempo parcial, pero en realidad estar al día de lo que aparecía en los medios y sacar las historias de las mujeres e intervenir en los acontecimientos realmente era un trabajo de plena jornada. Cuando surgió el tema de los obreros esclavos tailandeses en El Monte, en el sur de California, tuvimos que decidir qué relación tendríamos con esa historia y qué apoyo podíamos dar en nuestra área a las organizaciones hermanas en LA. Así que hay mucho trabajo que hacer para integrar la labor con los medios. Yo estoy hablando más desde la perspectiva de alguien que ha trabajado en organizaciones comunitarias. Descubrimos que nuestros amigos, los que nos cubrirían son principalmente los medios de carácter alternativo. Ellos sabían la importancia de la historia y seguirían cubriéndola. Con los medios tradicionales de mayor difusión teníamos que decidir cómo perfilar la historia y también sacar adelante nuestro mensaje. Se ha llegado al punto en que los medios reconocen que hay problemas con las fábricas explotadoras, pero quieren presentar la historia de forma que aparezcan simplemente estas pobres mujeres como víctimas, para despertar la compasión por ellas, y luego eliminar a esas mujeres cuando se trata de que expresen sus sentimientos y puntos de vista sobre cómo podrían cambiar las cosas.
Le daré un ejemplo del programa "60 minutes". Ellos contactaron con nosotras en relación con la campaña de Jessica McClintock. Fue un tira y afloja. Finalmente nos entrevistaron para el programa, que tiene 30 millones de espectadores. A las mujeres les costaba mucho decidir si aparecer ante las cámaras con sus historias, aparecer ante las cámaras significaba la posibilidad de entrar en las listas negras de las industrias. No sólo podrían perder su empleo: en este caso la fábrica explotadora cerró, fue a la quiebra, estafaron a los trabajadores las últimas pagas y los fabricantes dijeron que no tenían ninguna responsabilidad, de forma que la campaña trataba de las responsabilidades del fabricante a pequeña escala. Fue a través de este duro proceso que decidieron 'Vamos a contar nuestra historia. Queremos que esto salga a la luz. La gente nos ha dicho que "60 minutes" es una institución muy importante en los EE.UU. y van a sacar nuestra historia.' Lo que pasó es que aparecieron ante las cámaras, pero en cuanto empezaron a hablar, la voz de Morley Safer aparece y dice 'Estas mujeres no hablan inglés. Lo que ha pasado es ...' bla, bla, bla. Las mujeres lo ven cuando sale y dicen: 'OK, enseñaron nuestras caras, pero no nos dejaron hablar.' El reportaje supuestamente objetivo divide las culpas entre los fabricantes, los trabajadores y los ávidos consumidores que quieren ropa barata. La gente nos contó luego, 'cualquier cobertura es una buena cobertura. No os sintáis totalmente timadas.'
La gente metida en los medios sabe que a nivel racial, los efectos de la acción afirmativa han producido algún tipo de cambio. Pude verlo en cómo cubrían el tema del censo. Ha habido periodistas que han estado esperando para pillar historias que reflejen los cambios que se están produciendo en varias comunidades a lo largo del país. Por el lado de los medios, si estás en un grupo comunitario, o si estás en una institución mediática tradicional, o en una de carácter alternativo, hay batallas y luchas a muy diversos niveles. Cuanto más apoyo se dé la gente y más coopere entre sí, mayor será la calidad de la cobertura.
CT: Pienso que hay una mayor conciencia sobre la importancia de los medios. Estamos organizando algunas estrategias frente a los medios para la Conferencia Mundial contra el Racismo y la Xenofobia que se celebrará en Sudáfrica a finales de agosto. Es una gran oportunidad para intentar que la atención recaiga sobre las condiciones de los trabajadores emigrantes en todo el mundo. Normalmente, en estas conferencias un tercio de los asistentes provienen de las ONG, un tercio son delegaciones gubernamentales y un tercio son periodistas de todo el mundo. Algunos son corresponsales de periódicos locales buscando historias. Estamos entrenando a la gente para que esté preparada y organice las cosas de modo que el corresponsal del periódico local sepa que determinada persona de la organización de los derechos de los inmigrantes está allá. Tendremos alguna cobertura. Estamos trabajando con algunos de los demás grupos de derechos de los inmigrantes en otros países para crear algunas oportunidades frente a los medios, de forma que podamos asegurarnos una cobertura correcta y positiva. Debemos aprovechar las ventajas de los acontecimientos para conseguir la mejor cobertura posible. Para mayor información: Miriam Ching Louie, Women of Color Resource Center, 2288 Fulton St. #103, Berkeley CA 94704; 510-848-9272; www.coloredgirls.org; Cathi Tactaquin , National Network for Immigrant and Refugee Rights, 310 8th St. #307, Oakland CA 94607 ; 510-465-1984 ; www.nnirr.org
Título original: Immigration and Racism
Origen: Z Magazine, noviembre de 2001
Traducido por Marga Vidal y revisado por Tatiana de la O