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No queremos fortalezas, sólo mayor seguridad: Bush
Nueva ley estadunidense refuerza las fronteras y controla a
visitantes
Washington, 14 de mayo. El presidente George W. Bush firmó este
martes una ley que refuerza las fronteras estadunidenses y controla a los visitantes
extranjeros en vistas a mejorar la seguridad tras los atentados del 11 de septiembre.
"Estados Unidos no es una fortaleza y no queremos que lo sea, pero podemos hacer
un mejor trabajo para hacer nuestras fronteras más seguras y más
inteligentes", dijo Bush en una ceremonia en la que firmó el estatuto.
Según esta "ley de seguridad fronteriza mejorada y reforma de visa de
entrada", el Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), organismo
que está en el banquillo de los acusados y que podría desaparecer
según otro proyecto de ley a examen del Congreso, dispondría de
aquí a 2004 del tiempo necesario para poner en práctica un nuevo
sistema automatizado.
El nuevo sistema sería capaz de controlar el ingreso o la partida de
todos los visitantes extranjeros.
Asimismo, prevé la contratación de centenares de nuevos inspectores
e investigadores, la utilización de pasaportes "biométricos" (con
foto y huellas digitales) antes de 2003 y la obligación de que las compañías
aéreas y marítimas suministren a las autoridades las listas de
pasajeros antes de su arribo a Estados Unidos.
"Tiene mucho sentido hacer eso. Probablemente debimos hacerlo hace mucho tiempo",
apuntó Bush.
Los ciudadanos de los países acusados de apoyar el terrorismo tendrán
prohibida la entrada a territorio estadunidense, con excepción de quienes
reciban permiso puntual. Esos Estados son Cuba, Irán, Irak, Libia, Siria,
Sudán y Corea del Norte.
Sin embargo, la ley otorga al secretario de Estado la potestad de eximir de
restricciones a quienes no considere un riesgo para la seguridad nacional estadunidense.
Por lo demás, la ley impone criterios más estrictos de entrega
de visas de estudiantes y medidas de vigilancia de sus estudios. Las universidades
y escuelas también estarán obligadas a informar a los servicios
de inmigración si un estudiante no sigue los cursos o si abandona los
estudios, para que se le retire la matrícula, en ese caso.
"Debemos saber quién entra en nuestro país y por qué vienen.
Debemos saber qué están haciendo nuestros visitantes y cuándo
se van", dijo el presidente.
Alrededor de 660 mil extranjeros tienen en la actualidad visa de estudiante
y Estados Unidos expidió durante los últimos 10 años alrededor
de 16 mil visas de estudiantes a ciudadanos de Irán, Irak, Siria, Libia
y Sudán, según cifras manejadas por el Congreso.
La ley también "requiere a todos los visitantes que deseen entrar a Estados
Unidos portar un documento de viaje con identificación biométrica
que nos permitirá usar la tecnología para negar mejor la entrada
fraudulenta", dijo el presidente.
Según Bush, más de 500 millones de personas -la mitad ciudadanos
estadunidenses- entran anualmente a Estados Unidos, así como 11 millones
de camiones y 51 mil barcos extranjeros.