Internacional
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14 de mayo de 2002
Mercado global
Rosa Regás
Diario El Norte de Castilla
En los medios de comunicación se utilizan a diario conceptos sin adjudicarles
su verdadero significado, y otras muchas veces, manipulándolos groseramente
en una interpretación partidista.
Me refiero a términos como 'liberalismo', que tan a menudo se confunde
con 'liberalismo económico', o el propio 'liberalismo económico'
del que hablamos sin saber de lo que estamos hablando. Igual que 'mercado' y sus
famosas leyes de la oferta y la demanda, que en boca de sus defensores, los poderosos
de la tierra, sean entidades financieras o multinacionales, son el paradigma y
la solución de todos los problemas del mundo, incluidas la pobreza y las
desigualdades económicas. O lo que significan 'reduccionismo' y 'pensamiento
único', o cómo se comprende en este mundo dominado por la economía
la palabra 'democracia'. Son términos que oímos constantemente y
que en boca de unos y de otros ad- quieren valores distintos precisamente por
la superficialidad con la que se entienden y se utilizan.
Lo mismo ocurre con la 'globalización' tan defendida por los ultraliberales
económicos, que nunca se refieren a ella como la responsable de que el
mundo se rija por el dominio de unos pocos sobre los bienes de la mayoría.
Es más, cuando se producen manifestaciones antiglobalización, los
medios de comunicación, casi siempre tan respetuosos con el poder, se cuidan
de no explicar que la globalización que se cuestiona es precisamente la
globalización económica que deja fuera de sus beneficios a más
del 80% de la Humanidad. Tan contrario es el poder neoliberal económico
a las manifestaciones contra la globalización, que tacha a los manifestantes
de locos violentos e, incluso, no duda, como todo parece indicar en el caso de
la manifestación antiglobalización de Barcelona, entre otras, en
fomentar desórdenes y violencias a fin de probar sus acusaciones. De ahí
que el libro 'El mercado y la globalización', de José Luis Sampedro,
escritor insigne, catedrático de Estructura Económica y miembro
de la Real Academia Española, sea de una extraordinaria utilidad para los
que se pierden en los vericuetos de la manipulación. En términos
sencillos, al alcance de todo el mundo, y útiles sobre todo para oír
a los que hablan sin saber lo que dicen, nos cuenta el significado de esos conceptos
y el modo en el que se tergiversan. Un servicio capital para erradicar la frivolidad
y el desinterés que provoca tanta torpe verborrea como ésa con la
que nos bombardean cada día los poderes fácticos, con el único
fin de dominar nuestras conciencias.