Internacional
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30 de abril del 2002
"Open Source, Open Mind"
Pekka Himanen
BULMA
Traducido por Juan Fco. Lladó Sabater
Europa creó la Web y Linux. Tim Berners-Lee, un graduado en Oxford que
trabaja en el CERN, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas,
cerca de Ginebra, inventó el sistema hipermedia de Internet llamado
World Wide Web. Linus Torvalds era estudiante en la Universidad de Helsinki cuando
escribió el sistema operativo Linux. Así que ¿cuáles son
las lecciones de todo esto?
El comercio no es el único impulsor de la revolución tecnológica.
Como argumento, los desarrollos tecnológicos más radicales hoy en
día, la Web y el sistema operativo Linux, fueron desarrollados bajo el
modelo open-source, en el que la gente regala sus creaciones a los demás
para que las usen, prueben y desarrollen. Pero, aunque el movimiento open-source
surgió originariamente como colaboración entre particulares, el
comercio y la sociedad en general todavía pueden aprender de él.
En realidad, hay dos grandes lecciones que deberíamos aprender de lo que
la gente open-source llama la "ética hacker". (Por supuesto, no
se refieren a "hacker" como criminal informático, sino en el sentido originario
de la palabra: una persona que se apasiona con su trabajo y quiere compartir sus
resultados con los demás).
La primera lección es, naturalmente, el concepto de "abierto".
He actuado como asesor en temas sobre la sociedad de la información para
compañías como Nokia y los diferentes gobiernos en Finlandia, y
una cosa en la que he hecho incapié es en que el modelo "cerrado" no ha
sido el que ha generado las innovaciones más importantes en la "economía
de la información". En la competencia global, una revolución no
está hecha por una sola persona, sino por una red de rebeldes, y eso necesita
del modelo "abierto".
Sólo considere el inconveniente de la arquitectura cerrada de Apple frente
al modelo abierto de los PC de IBM. Considere las telecomunicaciones europeas,
que consiguieron ventaja gracias a los estándares abiertos NMT/GSM. Hoy,
sin embargo, las absurdas tasas por licencias en las redes de tercera generación
europeas están acabando con el poder del modelo abierto, que nos estaba
conduciendo hacia el mayor éxito tecnológico europeo. Los distintos
gobiernos europeos deberían ponerse deacuerdo para eliminar estas tasas.
El modelo abierto también posee una dimensión ética. Tuve
la oportunidad de encontrarme con representantes de gobiernos y empresas de países
en vías de desarrollo en el Foro Económico Mundial anual del mes
pasado. Sólo en Africa, hay 25 millones de personas infectadas por el SIDA
que no tienen acceso a medicinas debido a que las especialidades patentadas son
demasiado caras. Esto es inaceptable.
Para un cambio a largo plazo se necesitaría un "salto japonés".
Valga recordar que la transformación japonesa de la posguerra hacia una
economía fuerte se basó inicialmente en copiar información
de occidente, y eso demostró ser muy beneficioso para ambos, para ellos
y para nosotros.
Este tipo de avance no debería ser frustado por un empuje injusto hacia
el derecho de propiedad intelectual en la organización del comercio mundial.
Una segunda lección es la relación de los hackers con el trabajo.
Los hackers como Berners-Lee y Torvalds explican que los de su clase logran grandes
cosas porque se apasionan por lo que hacen. Tener un interés genuíno
en tu trabajo puede liberar tu creatividad y energía, infundir alegría
y sentido a la vida, y permitir que desarrolles tu potencial como ser humano.
Esto difiere de la vieja ética protestante, que enseñó que
el trabajo se debía mirar como el deber más importante.
Las compañías com más éxito empiezan a entender que
en la "economía de la información" la ética protestante debe
ser sustituída por la ética hacker, debido a que el mayor desafío
actual es el de realzar la creatividad.
En los años noventa Nokia, por ejemplo, transformó su cultura del
trabajo en este sentido, cambiando su forma de hacer las cosas reclutando gente
creativa y creando un ambiente de confianza que les proporcionó un entorno
para realizar sus ideas.
Además de descartar la idea de que el trabajo es el mayor deber en la vida,
los hackers pretenden desarrollar la tecnología que les permita un mejor
equilibrio entre el trabajo y el ocio. Una de las cuestiones más extrañas
del "progreso" tecnológico es el cómo ha hecho que nuestras vidas
sean más estresantes.
Para muchos de nosotros, no sólo se trata de que nuestra jornada laboral
esté llena de tareas cotidianas, sino que nuestra vida privada ha adoptado
también este modelo:
17:30-17:45 llevar a los niños a entrenar
17:45-18:30 gimnasio
18:30-19:20 sesión de terapia
19:20-20:00 recoger a los niños del entreno, preparar la cena y cenar
20:00-23:00 mirar la televisión con la familia
23:00-23:30 conversación con la esposa
23:30-23:45 otras atenciones a la esposa (ocasionalmente)...
¿Dónde están los sindicatos para exigir un equilibrio entre el trabajo
y el ocio?
Ultimamente, la principal pregunta acerca de la revolución tecnológica
es qué valores queremos que la rija. La ética hacker propone una
vía para que las compañías y sociedades europeas puedan convertirse
en un ejemplo global de una más abierta y humana era de la información.