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Washington se retira del tratado: Marc Grossman
Critican Canadá y UE que Bush rehúse ratificar
el Tribunal Penal Internacional
LA JORNADA
Washington, 6 de mayo. Estados Unidos anunció este lunes su retiro
del tratado por el que se creó el Tribunal Penal Internacional (TPI),
que firmó pero no ratificó, aun a riesgo de que aumenten las críticas
contra las actitudes "unilaterales" de la administración del presidente
George W. Bush.
"El presidente Bush llegó a la conclusión de que Estados Unidos
no puede formar parte del proceso" de constitución del tribunal, anunció
el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Marc Grossman.
Los responsables estadunidenses evitaron hablar directamente de un retiro de
la firma estadunidense al Tratado de Roma, mediante el cual se crea el TPI,
cuya firma fue estampada por el entonces presidente Bill Clinton en los últimos
días de su mandato.
Canadá y la Unión Europea (UE) expresaron su decepción
y lamentaron la decisión del gobierno de Bush, que ya había causado
la ira de algunos aliados al abandonar el protocolo de Kyoto, sobre el cambio
climático, y el Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM).
Washington reprocha al TPI, encargado de juzgar crímenes de guerra, contra
la humanidad y a responsables de genocidio, de constituir un esbozo de justicia
supranacional y potencialmente politizado, y capaz de escapar a la autoridad
de los Estados.
Los temores estadunidenses se basan precisamente en la posibilidad de que el
TPI juzgue a sus soldados que han estado involucrados en operaciones en el exterior.
El presidente Clinton firmó el tratado que crea el tribunal para permitir
a su país seguir en la carrera, por si se realizaban modificaciones de
última hora. Hizo saber, sin embargo, que el proyecto, tal como se encontraba,
era inaceptable, y aconsejó a su sucesor que no lo enviara al Senado
para su ratificación.
Ya antes de asumir el poder, en enero del año pasado, Bush manifestó
su oposición al TPI, e hizo saber que el proyecto no sería ratificado
por su administración.
Los analistas señalan que la decisión, anunciada este lunes por
Washington, va un poco más lejos y ubica a Estados Unidos como adversario
potencial de esta institución, que el mes pasado obtuvo las 60 ratificaciones
necesarias para entrar en vigor.
Ante este panorama, el alto representante para la Política Exterior y
Seguridad Común de la UE, Javier Solana, lamentó que los estadunidenses
hayan rechazado adherirse al TPI. "Nos gustaría mucho haber visto a Estados
Unidos uniéndose en este empeño, y lamentamos que no sea así",
manifestó.
Por su parte, la organización Human Rights Watch (HRW) estimó
que la decisión de Bush lo alejará de sus más cercanos
aliados. "La administración estadunidense se pone sola del bando malo
de la historia", declaró Kenneth Roth, director de HRW.
"No firmar el tratado no detendrá al tribunal. Sólo pondrá
a Estados Unidos como un opositor de la institución más importante
para hacer cumplir los derechos humanos", agregó.
Por primera vez la comunidad mundial crea un tribunal internacional permanente
para procesar a individuos acusados de genocidio, crímenes de guerra
y contra la humanidad. Hasta ahora existe solamente el Tribunal Internacional
de La Haya, que ventila disputas entre Estados, no entre personas.
Sin embargo, Estados Unidos no es el único país que ha puesto
objeciones a la creación del TPI. Incluso algunos ni siquiera firmaron
el Tratado de Roma, como por ejemplo China, India, Pakistán, Indonesia,
Irak y Turquía.