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26 de mayo del 2002
Acerca
de los Foros Sociales antiglobalización
La Haine
Sobre el Foro Social del Sur en Buenos Aires
El pueblo argentino tiene hoy en sus manos una importante llave de
la puerta de la historia. Y no sólo de la historia en Argentina, sino de América
Latina y, en consecuencia, también en el plano global. En el continente algo
nuevo está pasando. En pocos años se ha producido una serie de acontecimientos
que quiebran la linearidad de los hechos y de los análisis.
En Ecuador, las comunidades originarias, que son un elevadísimo porciento
de la población, sorprendieron al mundo marchando sobre la capital y ocupando
el palacio de gobierno. Salvando las diferencias, podemos hacer una comparación
con el surgimiento del zapatismo, que también estremeció al mundo con la ofensiva
de 1994 que hasta hoy muestra enormes avances como una cantidad de municipios
autónomos y una extensión nacional de la conciencia y organización autónoma
de las comunidades originarias en estrecha relación con sectores pobres organizados
en las periferias de las ciudades. Esa dinámica llegó a la Universidad Nacional
Autónoma UNAM y miles de estudiantes realizaron una experiencia inédita de
ocupación de los recintos universitarios durante largos meses aprendiendo
a reunirse y decidir en asambleas horizontales, grandiosa escuela de un nuevo
tipo de agrupamiento y acción que escapa de las estructuras y ritmos institucionales.
Podemos afirmar que México ya no es el mismo, pues a pesar de que el gobierno
se mantiene firme, se desarrolla lento pero seguro el crecimiento de miles
de prácticas asamblearias en las más diversas universidades, periferias, campos
y comunidades originarias, proceso que llevará un tiempo, y sus avances y
retrocesos estarán determinados por los acontecimientos en otros países, especialmente
del continente, y viceversa, esto es, su continuidad es un aliento y una legitimación
para los nuevos procesos que se extienden por nuestras tierras.
En Ecuador las comunidades volvieron a sus localidades, como los zapatistas
volvieron a Lacandona, y se encuentran fortaleciendo la participación y educación
popular en torno a la autonomía, consiguiendo ocupar los municipios en las
regiones que controlan y donde los representantes electos llevan a cabo las
tareas determinadas por el movimiento social. La poderosa correlación de fuerzas
a su favor evita que sean los ritmos y necesidades institucionales los que
decidan su accionar. El capital por vía de las instituciones establecidas
busca envolver y subordinar a las masas para evitar que desarrollen caminos
propios, al tiempo que reproduce la ideología de que las cosas llegan por
decisiones de las superestructuras.
Esa capacidad de reunirse y decidir por abajo ha surgido también en Argentina,
donde el pueblo ha dado otro golpe a los esquemas, sorprendiendo y asustando
a los partidarios de lo establecido, derribando gobiernos. Y lo más interesante
es que han sido los desempleados y capas medias empobrecidas los que iniciaron
este proceso.
En Bolivia hemos asistido a la lucha de los cocaleros del Chapare que ha influido
en todo el pais modificando abruptamente el terreno de las luchas sociales.
Hoy es posible apreciar que las comunidades aymaras de los alrededores de
La Paz están en condiciones de bloquear la ciudad –como ya lo han hecho- sin
que el ejército haya podido derrotarlos. En estos días se está realizando
una poderosa marcha nacional indígena y campesina y poco tiempo atrás el pueblo
de la ciudad de Cochabamba agrupado en la Coordinadora autónoma del Agua y
la Vida, propinó una dura derrota al gobierno. Las ocupaciones de tierras
y la autodefensa campesina son la tónica que se extiende por los campos y
regiones andinas y la poderosa Central Campesina ha asumido la estrategia
de constituir fuerzas en sus bases y localidades.
La inestabilidad en Colombia y Venezuela vienen a reforzar el cuadro de crisis
regional mientras en Perú reaparecen las movilizaciones populares y en Chile
miles de estudiantes protestan en las calles con un saldo de casi 200 detenidos.
También en Chile la lucha de los mapuches en el sur se está saldando con decenas
de presos y las coordinadoras autónomas se extienden territorialmente. Paraguay
no consigue estabilidad y el gobierno se mantiene con el apoyo de cuerpo presente
de los militares, mientras en Uruguay se verifican los primeros brotes de
un accionar popular que promete aumentar.
En Centroamérica las cosas no están mejores y en república Dominicana, en
el Caribe, el pueblo ha decidido seguir el camino argentino de negarse a ir
a las urnas golpeando duramente a las instituciones con una fuerte abstención
electoral hace pocos días atrás.
Algo nuevo se verifica. Nosotros, así como muchos otros analistas y agrupaciones,
decimos que en la región estamos ante una crisis. Esta crisis va a tener cierta
duración en el tiempo, con readecuaciones, victorias y derrotas, y los distintos
actores toman posiciones afinando las estrategias.
Estados Unidos, conciente de que esta crisis se acompaña de un crecimiento
de las luchas de resistencia a nivel mundial, ha decidido modificar su presencia
internacional y ha recolocado las piezas del tablero asiático, ha subordinado
aún más a los europeos que se debaten con sus propias problemáticas abstencionistas,
luchas nacionales y ahora expansión de las propuestas fascistas. El Imperio
prepara aún nuevas readecuaciones.
Así nuestro problema no está en si USA consigue o no consigue establecer el
ALCA, sino en si los pueblos consiguen o no consiguen modificar las correlaciones
de fuerzas. Nuestro problema no está en si se paga o no se paga la deuda externa,
sino en quien toma esa decisión y otras. Hablamos entonces del protagonismo
popular o de la subordinación a las estructuras de dominación. Cuando nos
movilizamos o exigimos del gobierno que no pague, le estamos atribuyendo y
reconociendo la condición de representante nuestro, o sea, nos subordinamos.
Sin desconocer la presencia e influencia de esas consignas generales que involucran
a pueblos y gobiernos, así como a las relaciones entre ambos, nos parece más
adecuado el desarrollo de actividades y consignas que permitan elevar el protagonismo
popular, multiplicar las asambleas y las actividades autónomas en barrios,
universidades y centros de trabajo.
Esta expansión de la lucha desde abajo inicialmente tomó por sorpresa a la
izquierda tradicional que, como siempre, busca en las instituciones sus espacios
para influir, en una política de permanente diálogo y conciliaciones con el
capital. En los lugares de mayor desarrollo de la lucha, y especialmente en
México, Ecuador, Argentina y Bolivia, son los pueblos los que se organizan
por barrios y localidades, articulando esfuerzos de forma coordinada, ya sin
depender de los partidos y sindicatos que eran sus instancias de relación
con lo establecido, por donde circulaban sus demandas y llegaban (o no) las
soluciones.
Viendo el poco resultado de las organizaciones tradicionales, esos viejos
cuadros dogmáticos y algunos quintacolumna del capital, comienzan a desplegar
denodados esfuerzos por colocarse en el medio y ofrecerse como intermediadores.
Las ONGs son utilizadas a diestro y siniestro con tal finalidad con enormes
sumas monetarias otorgadas generosamente por el capitalismo desde Europa y
Norteamérica. Pero el río de la historia es incontenible y la resistencia
continuaba creciendo por todas partes aprendiendo con sus propios pies que
ya no necesitamos a los intermediarios de siempre, y así un grupo de intelectuales
de Le Monde Diplomatique, en Francia, decide lanzar un nuevo instrumento de
penetración en las masas, más sofisticado: ATTAC, agrupación que pretende,
según dicen, recuperar el protagonismo social –cuando se les escapaba, claro-
y luchar por cobrar impuestos a los grandes capitales que saquean el planeta.
Lo que no conseguían por abajo en cada pais, esto es, subordinar a las masas
al diálogo con las instituciones, decidieron hacerlo en un plano global y
desde allí caer sobre cada movimiento específico, de paso dándole un golpe
a la autonomía de las movilizaciones antiglobalizadoras.
Enviaron a sus cuadros a recorrer el mundo y a nuestras tierras vino Bernard
Cassens, periodista y funcionario de confianza del equipo de teóricos capitalistas
disfrazados de progresistas de Le Monde Diplomatique, que consiguió reunir
a una parte de estos viejos cuadros que veían que las masas se les escapaban,
constituyendo filiales de Attac y preparando las condiciones en Brasil para
la alianza estratégica con la derecha del PT, alianza de la que salió como
parto de los montes el engendro llamado Foro Social Mundial, que es más bien
un Forro Sucio. Con un discurso demagógico aparecen como un foro amplio y
democrático donde consiguieron encajar sus políticas:
1. No hay alternativa al capitalismo, por lo tanto hay que humanizarlo lo
más posible hasta tener con qué substituirlo.
2. La lucha se debe hacer sólo como opiniones críticas dentro de las instituciones,
por lo tanto no entran los zapatistas, las Farc, los cubanos, las Madres de
Plaza de Mayo y otros malévolos que no entienden la necesidad del diálogo
con el capital. Los indígenas para ellos son puro folclore.
3. La solución del mundo es el diálogo entre los Foros de Davos y Poto Alegre.
También que las naciones Unidas reconozcan el papel de las ONGs (caramba,
no querían más), especialmente en lo que atañe a la distribución del impuesto
a cobrar a las transnacionales (no se puede negar que son muy listos estos
niños, vaya dineral que pretenden acumular).
4. Hay que avanzar para un nuevo estado de bienestar, el neo-keynesianismo,
un nuevo Plan Marshall que se extienda a todo el mundo.
5. Hay que coincidir con los norteamericanos y llamar de terroristas a todos
los que luchan.
Y con ese palo se dedican a azotar a los pueblos para que vuelvan al redil,
como perros mordiendo a las ovejas que se separan del rebaño.
Y ahora le toca a Argentina: Según esta política de conciliación con el capital,
hay que hacer un Foro Social en Buenos Aires para evitar el crecimiento de
las autonomías y darle trampolín a las políticas negociadoras para buscar
una salida institucional. De esa forma vamos a tener a la CTA, a D´Elia, al
PC, a la CCC, Smukler, Barcesat y otros, empujando para la realización del
Foro, así como a diferentes otros partidos colocando argumentos en las asambleas
para que voten a favor de la participación en él.
La enorme presencia partidaria argentina en el Forro de Poto Alegre, así como
la marginación de Hebe de Bonafini, no son casuales, sino indicadores de por
donde va la cosa.
Pero ... Por qué es importante para ellos la presencia del Forro y de Attac
en Argentina?
1. Para favorecer la victoria electoral de la alianza de la socialdemocracia
con el capital en Brasil, representados por la unión de Lula con el Partido
Liberal.
2. Para evitar el desarrollo del protagonismo popular en Argentina.
3. Para influir en los otros procesos regionales donde los pueblos se les
escapan y buscan salidas por abajo.
4. Para mostrar al capital y el Forro de Davos que en ellos se puede confiar.
No hay que olvidar que va a llegar cualquier cantidad de dinero de Brasil
y de Europa para financiar los gastos del Forro en Buenos Aires, así como
los viajes de los brasileños del PT y otras figuras previamente seleccionadas
por afinidad que van a asistir. La máquina electoral de la derecha petista
confía en movilizar por lo menos de mil a 2 mil personas en caravana de buses
para influir y apoyar a los institucionalistas argentinos, especialmente van
a extraer delegados del sector de izquierda y de sus movimientos subordinados.
El sector antipopular del PT se encuentra negociando con los empresarios locales
ofreciéndose como elemento de estabilidad no sólo para Brasil, sino también
en el plano regional, o sea, ofreciéndose al capital como meretriz para intervenir
también en el control y negociaciones de los países vecinos.
El capital argentino obviamente verá con muy buenos ojos que sus negociadores
y quintacolumnas en las asambleas y movimientos sociales impongan las políticas
negociadoras y conciliadoras del Forro, por lo que no hay que sorprenderse
de que la prensa divulgue el hecho como elemento de apoyo, pues eso de la
humanización del capitalismo les viene muy bien, ya que son ellos los beneficiados.
El PT será cuidadoso y mandará entre sus oradores uno que otro izquierdista
para emborrachar la perdiz, así como intentará que vayan muchas banderas del
MST que le ayudarán a camuflar los verdaderos objetivos.
Los reformistas e institucionalistas de Uruguay, Paraguay y Chile están siendo
convocados y organizados para hacerse presentes y darle mayor cobertura a
la artillería que pretenden soltar a favor de las salidas negociadas. El PT
ha aprovechado el Foro de Sao Paulo para invitar, por ejemplo, al Partido
Socialista de Chile, hoy en el gobierno y culpable de dirigir la siniestra
Oficina de Seguridad que persigue e infiltra movimientos populares, así como
a los compañeros de izquierda que ocupan cargos institucionales en Uruguay,
con la idea de mostrar los avances posibles en los municipios teoricamente
al servicio del pueblo. Las estructuras del gobierno estadual y municipal
de Poto Alegre están siendo tensionadas para ir a presentar lo que llaman
logros del gobierno democrático popular, por ejemplo el presupuesto participativo,
donde teoricamente la población decide a donde van las finanzas municipales,
lo que es falso de cabo a rabo, pues en primer lugar llenan las reuniones
de férreos militantes disciplinados, y en segundo lugar sólo se aprueba lo
que la máquina ha decidido previamente tras severo estudio de las políticas
de conciliación con el capital local y nacional. No pasan de órganos consultivos
en el mejor de los casos. Basta recordar la maniobra que hicieron en el último
Forro de cambiar la sala donde hablaría Chomski (u otro que no me recuerdo
ahora) que cuando llegó a la segunda sala, ya estaba completa con cuadros
leales a los organizadores, quedando el resto en la sala oficialmente anunciada
donde protestaron inutilmente.
Estructura vertical y autoritaria v/s asamblea horizontal y democrática. Eso
es lo que está en juego.
Confiamos en que el pueblo argentino no se dejará llevar por esos cantos de
sirena y sabrá conducir su proceso como hasta ahora priorizando por la organización
asamblearia y horizontal, por la deliberación democrática y por la independencia
de las estructuras institucionales. Hay que derrotar las políticas conciliadoras.
Hay que darle con la puerta en las narices a los quintacolumna de Attac.
Esa será una nueva lección y una notable contribución de los argentinos a
la resistencia continental.
Latina Málaga