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16 de febrero del 2002
Globalización solidaria
Emir Sader
El Primer Foro Social Mundial de Porto Alegre representó la ruptura
con la tentativa de imponer un "pensamiento único" a la humanidad. Se
abrió un espacio de elaboración de alternativas, que rompía
el esquema entre "globalización y Estado nacional". Comenzaba a definirse
ahí un proyecto de globalización alternativa, solidaria, para
disputar hegemonía en el plano internacional con el neoliberalismo, que
ya mostraba señales de agotamiento.
El segundo Foro representó la ruptura con la tentativa de encerrar las
alternativas de la humanidad entre dos fundamentalismos belicistas - entre Bush
y Bin Laden-, desplazando el debate entre los adeptos y los críticos
del orden económico neoliberal. Refutando apresurados editoriales que
declaraban el fin de los movimientos antiglobalización liberal, dando
por establecida su asimilación a movimientos "terroristas", Porto Alegre
testimonió como la fuerza del movimiento de globalización alternativa
sobrepasó también ese obstáculo y demuestra un vigor que
revela que vino para quedarse.
La presencia de 80 mil personas de 150 países, su pluralismo, la paz
que reinó, el clima de fiesta y confraternidad, la fuerza y la diversidad
de las contribuciones teóricas y políticas ya serían suficientes
para confirmar el éxito de Porto Alegre. Mientras tanto, en Nueva York,
el Foro Económico de Davos -con un militar norteamericano, Colin Powell,
como su estrella- trataba de ajustar las cuentas con su hijo legítimo,
la desagregación de Argentina bajo el impacto de las políticas
impulsadas por las instituciones patrocinadoras por Davos. Del lado de afuera,
hacían la fiesta, acosados por la policía, 30 mil manifestantes
que protestaban.
Antes de iniciar oficialmente el Foro, algunas definiciones hechas por el Consejo
Internacional -compuesto por cerca de 60 redes de movimientos y organizaciones
y que asumió a partir de ahora la dirección de los Foros- permitieron
aclarar mejor su naturaleza. Fue aprobada la resolución de que anualmente
se realizaran Foros, lo que significa definirlos como un proceso de elaboración
de un proyecto de mundo alternativo al neoliberalismo. En segundo lugar, se
definió que el Foro será siempre denominado Foro de Porto Alegre
-como el Económico es el Foro de Davos-, incluso cuando se realice fuera
de la capital gaúcha, lo que deberá acontecer en 2004, en alguna
ciudad de la India. En 2003, el tercer Foro Social Mundial se realizará
de nuevo en Porto Alegre, por decisión del Consejo Internacional, contradiciendo
la propuesta original del comité organizador, compuesto mayoritariamente
por ONGs brasileñas, que pretendía que no hubiese Foro centralizado
en el año que viene.
El principal evento interno del Foro fue una conferencia denominada "Un mundo
sin guerras es posible", abierta por la intervención más importante,
la de Noam Chomsky, cuyo alcance dio el marco general en que se realizó
el segundo Foro y que tuvo en su centro la crítica a los proyectos imperiales
norteamericanos y su carácter belicista. En seguida fueron presentadas
propuestas de paz para Palestina, para Colombia, para Chiapas y para el País
Vasco, por comités de paz de esos países, presididas por premios
Nobel de la Paz -Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez Esquivel y el
director general de Médicos Sin Fronteras-, que al final de la conferencia
realizaron una mesa redonda sobre la paz y la guerra en el mundo de hoy.
Veintisiete mesas redondas compusieron la programación oficial, sobre
los más diferentes aspectos del mundo contemporáneo -del comercio
a la identidad cultural, de la soberanía a la discriminación racial
y de género-, en un mosaico que confirma que es en Porto Alegre -y no
en Davos- que la humanidad discute sus grandes problemas en el nuevo siglo.
El primer Foro había constatado un consenso básico entre todos
los diversos y múltiples movimientos y organizaciones presentes: la condena
a un mundo en que todo se vende y todo se compra, y el rechazo a que el mundo
sea una mercancía y que esté a la venta. Sindicalistas, ecologistas,
feministas, todos en fin, encuentran en ese rechazo el horizonte negativo para
su lucha. El primer Foro afirmó que "Otro mundo es posible". El actual
comenzó a definir los caminos de ese nuevo mundo y las formas de luchar
por él.
Un balance de las propuestas y su calidad tendrá que esperar que los
materiales sean colocados a disposición de todos -en el sitio www.forumsocialmundial.org.br
-, por su cantidad y diversidad. A partir de ese acceso será posible
realizar una fotografía del estado actual de elaboración de alternativas.
Un seminario del Consejo Internacional se realizará en abril, probablemente
en Barcelona, para definir los rumbos futuros de los Foros, incluido el formato
del tercero de ellos, a ser inaugurado el 30 de enero en Porto Alegre.
De cualquier forma, se consolida el espacio del Foro Social Mundial como el
único de trascendencia internacional independiente de la influencia determinante
de Estados Unidos y orientado a la construcción de un modelo alternativo
de mundo -solidario, humanista, internacional.