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Internacional

26 de febrero del 2002

La guerra angoleña tras la muerte de Savimbi

Isaac Bigio
A fines de febrero las FFAA angoleñas mostraron el cadáver abaleado de Jonas Savimbi. Con su muerte ha caído el último líder africano anti-colonialista que seguía manteniendo una oposición armada.
El había sido el caudillo indiscutible de la Unión Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA). Durante 40 años había empuñado las armas. Entre 1961/62 a 1975 contra el dominio portugués y en los últimos 27 años contra el gobierno del Movimiento Popular por la Liberacion de Angola (MPLA).
El UNITA había sido originariamente la guerrilla pro-China que competía con otras insurgencies anti-portuguesas: el MPLA pro-soviético y el FNLA pro-EEUU. Después del retiro portugués en 1975 el MPLA pudo acabar con el FNLA pero el UNITA se mantuvo fuerte en la altiplanicie central del país. Savimbi controlaba un quinto de Angola y la zona que producía más de 500 millones de dólares anuales en diamanteS. El MPLA dominaba las ciudades y se financiaba con una similar cantidad de dólares extraídas del petróleo. Las tremendas riquezas minerológicas de ese país han servido fundamentalmente para equiparar a los ejércitos beligerantes y arruinar más a su población.
UNITA trocó su inicial maoísmo por convertirse en un aliado del Apartheid sudafricano y de los EEUU. Pese a su historial de matanzas Reagan los recibía como 'combatientes por la libertad'. El MPLA logró consolidarse gracias al auxilio de tropas cubanas y luego se convirtió en un momento en el octavo proveedor petrolero para EEUU. El fin de la Guerra fría y el realinamiento del MPLA hizo que algunos de los guerreros pro- estadounidenses, como Savimbi o Mobutu, vayan perdiendo atractivo para Wahington. Algunos países africanos como Burkina Faso, Togo, Ruanda, Uganda y sectores sudafricanos y congoleños le habían seguido apoyando en sus pugnas contra el gobierno angoleño.
La base del UNITA radica en los Ovimbundu quienes guardan resentimiento con los costeños, los Kimbundu y los mestizos. Mas, Savimbi no podría haber sobrevivido sin el comercio de los diamantes. Se dice que en el circuito para comerciar los diamantes entran desde los supuestamente anti-imperialistas del RUF de Sierra Leona, intereses belgas y hasta los hizbolas y otros grupos islamistas libaneses cuyas ideologies son tan contradictories entre sí mismos.
La guerra angoleña, pese a su brutalidad, es una de las más olvidadas del planeta. En este país de 12 millones de habitantes hay 15 millones de minas. El conflicto ha producido cien mil mutilados por las minas, un millón de muertos y 4 millones de desplazados. El 82% de los angoleños viven en la miseria y y el resto apenas tiene un mínimo acceso a los servicios básicos.
Diversos acuerdos para llegar a una solución negociada al conflicto han fracasado. En las filas del oficialismo angoleño existe optimismo en que esta muerte pueda ayudar a ir reduciendo o eliminando dicha guerra.