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14 de febrero del 2002
Miles de niñas malviven en Marruecos
en estado de virtual esclavitud
EFE
Un estudio oficial revela que miles de niñas de muy corta edad trabajan
como empleadas domésticas en Marruecos en condiciones de virtual esclavitud:
cumplen jornadas de 12 a 16 horas diarias, sin días de descanso ni vacaciones,
con salarios que oscilan entre los 10 y los 50 euros mensuales y sin acceso
a la educación. Aunque la edad media de estas chicas es de alrededor
de los 10 años, se calcula que el 8 por ciento de las menores empleadas
en labores domésticas comienza a trabajar entre los 5 y los 7 años.
El 82,2 por ciento de estas niñas son analfabetas y a menudo están
expuestas a humillaciones y abusos sexuales.
Miles de niñas de corta edad malviven en Marruecos como empleadas
domésticas, con jornadas de trabajo de 12 a 14 horas diarias, sin días
libres ni vacaciones y con salarios que oscilan entre 10 y 50 euros mensuales,
según una encuesta divulgada por el ministerio marroquí de previsión
económica.
La encuesta, realizada en colaboración con Unicef y el Fondo de las Naciones
Unidas para la Población (FNUAP), se centra en el municipio de Casablanca,
el más poblado del país, pero sus resultados pueden extrapolarse
a las principales ciudades marroquíes, donde sigue siendo habitual emplear
a menores para el servicio doméstico.
La encuesta revela que sólo en Casablanca trabajan cerca de 23.000 niñas
como empleadas de hogar y que el 59,2 por ciento de ellas tienen menos de 15
años.
El 8 por ciento de estas niñas empiezan a trabajar entre los 5 y los
7 años de edad, aunque la media en la ciudad de Casablanca se sitúa
alrededor de los 10 años.
El 86,8 por ciento de las llamadas "petites bonnes" (pequeñas mucamas)
proceden de zonas rurales y de familias muy numerosas, de ocho miembros por
término medio.
En la inmensa mayoría de los casos (94,4 por ciento), estas niñas
se han visto obligadas a trabajar en el servicio doméstico por los escasos
recursos económicos de sus padres.
Normalmente son los padres, familiares o parientes de las niñas los que
deciden ponerlas a trabajar como empleadas de hogar y los que negocian las condiciones
con las familias interesadas, aunque en el 2,5 por ciento de los casos son agencias
intermediarias las que realizan la operación.
El 82,2 por ciento de las menores de edad que trabajan al servicio de familias
más o menos acomodadas de Casablanca son analfabetas.
Salvo en raras excepciones, las que eufemísticamente se podrían
llamar "familia de acogida", no se preocuparán lo más mínimo
de la educación de las niñas, por lo que éstas seguirán
sin saber leer ni escribir cuando alcancen la mayoría de edad.
En Marruecos, un país con 28 millones de habitantes, más del 40
por ciento de la población es analfabeta y este porcentaje se duplica
entre las mujeres del mundo rural.
Las condiciones laborales de las niñas empleadas de hogar son de semiesclavitud:
de 12 a 16 horas de trabajo diarias sin días libres, ni fines de semana,
ni vacaciones anuales.
El 79 por ciento de las niñas del servicio doméstico se levanta
entre las seis y las ocho de la mañana y el 80 por ciento se acuesta
pasadas las diez de la noche.
Todo ello por un salario mensual que oscila entre 10 y 22 euros para las niñas
de 7 a 10 años de edad, y de hasta 50 euros al mes para las de 15 a 17
años.
El 65 por ciento de las "petites bonnes" afirma recibir la visita de sus familiares
en el hogar en el que trabaja, aunque en el 70 por ciento de los casos el objetivo
de la misma es cobrar el salario de las niñas y sólo en el 30
por ciento para interesarse por su salud.
Según la encuesta, sólo 2 de cada 10 niñas empleadas de
hogar reciben directamente su salario, mientras que en los demás casos
son los familiares los que lo cobran en su lugar.
La integración en la familia que las emplea tampoco es muy alta, ya que
sólo el 57 por ciento de estas niñas trabajadoras afirma poder
comer o cenar con los miembros de la misma.
Además, el 81 por ciento de las personas que emplean a estas jóvenes
sirvientas reconoce ignorar por completo las preocupaciones de las niñas.
El 77,1 por ciento de las familias que emplean a niñas menores de edad
para realizar las labores constan de tres a seis miembros.
Le encuesta revela también que la falta de afecto y de momentos de ocio
ocasiona problemas de insomnio al 8,2 por ciento de las niñas y que el
10,6 por ciento presentan síntomas de haberse encerrado en sí
mismas.
Las "pequeñas mucamas" suelen permanecer en el mismo hogar ocho meses
por término medio y las principales causas de esta movilidad son los
malos tratos y el exceso de trabajo.
El 55 por ciento de estas niñas sufren sanciones y castigos y el 4,2
por ciento afirma haber sido objeto de abusos sexuales por parte de alguno de
los miembros de la familia para la que trabaja, aunque es poco frecuente que
se atrevan a denunciarlo.