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Acto II: Sin noticias de bin Laden
Luis Alsó Pérez
Tal como suponíamos cuando analizábamos el primer acto
de esta sangrienta farsa, Bin Laden se ha esfumado. Despues de haber reducido
a escombros lo que quedaba en pie en Afganistán -y a polvo los escombros
anteriores- el Imperio ha expresado, hipócritamente, su frustración.
No hay que preocuparse, en este segundo acto Bin Laden reaparecerá, como
el Guadiana, donde más convenga; y allá se desplazarán
sus legiones a arrasar un nuevo país (perdón, a "cortar margaritas").
De momento, repasemos las novedades
De los "daños colaterales" me libre Dios, que de los otros me libro yo.
En las guerras del Imperio es mas seguro estar en el frente que en la retaguardia,
porque el 90% de las víctimas – y de los escombros- son civiles. En Afganistan
éstas -que ni siquiera sabían donde está Nueva York- han
duplicado ya con creces a las del WTC y el Pentágono, hasta el punto
de que la ONU se ha atrevido a llamar la atención a Washington por las
últimas masacres (¿por qué no mandarla de una vez al carajo, como
aconseja Wolfowitz?). La destrucción del país es tal que, sólo
para reconstruir las infrastructuras, se necesitarán unos 20.000 millones
de dólares en los próximos dos o tres años. Quién
los pagará?: los restantes socios de la "coalición internacional"
(bastante trabajo ha tenido ya Washington bombardeando para que ahora tenga
que correr también con los gastos de reconstrucción). En pocas
palabras: el petróleo para el EEUU y los gastos para los "colaboradores".
España -a la que no se le había perdido nada en Afganistán-
tendrá que sacudirse también los bolsillos (no veremos petróleo
ni para un mechero, pero se nos entregará un diploma de "colaborador").
Tal como preveíamos, el Imperio fue allá para quedarse. La OTAN
está instalando aceleradamente bases permanentes en las repúblicas
islámicas del Sur de Rusia vecinas de Afganistán –especialmente
Uzbekistán- levantando las suspicacias del alto mando ruso (y del chino).
Como tambien suponíamos, la cifra de muertos y desaparecidos de las Torres
Gemelas ha descendido ya a 2.500, la décima parte de la cifra inicialmente
propalada (de hecho, los cadáveres encontrados no llegan al millar).
De ellas, según Petras, solo unas 1.500 eran neoyorquinos y el resto
turistas o "espaldas mojadas" sin papeles. La hipótesis de que algunos
cuerpos podrían haberse volatilizado por las altas temperaturas no casa
con el hecho de que algunas personas se arrojaron vivas desde los pisos altos
(eran volátiles, pero no volatilizados).
Hay que reconocer, no obstante, que la trama sigue conteniendo una buena dosis
de intriga. Al sofisticado y astuto terrorista y su disciplinada Al Qaeda no
solo se les olvida ya sus carnets de piloto suicida; ahora tambien van dejando
detrás vídeos y ordenadores para que la CIA los encuentre. Pero
a pesar de esa intriga la tensión ha decaído. Somalia y Yemen
se pueden servir en frío, como un entremés (parece que ya se han
desplazado allá algunos actores de Al Qaeda) pero va a costar montar
un nuevo ataque contra Irak (uno de los candidatos mas firmes a "malo" en este
acto segundo) sobre todo por las reticencias de los aliados europeos. Seguir
con la estrategia trazada exige calentar el ambiente con un nuevo atentado (¿por
qué no en el corazón de Europa, a ver si despabilan esos europeos
de mierda?) aunque tambien se puede montar una provocación a través
de Turquía en el Kurdistán irakí (al régimen turco
le repele el olor a kurdo pero no el olor a petróleo).
Si en el frente exterior avanzan las nuevas cruzadas, en el interior avanza
la nueva Inquisición; y los. nuevos Torquemadas se multiplican por doquier:
Ashcroft, Blair, Berlusconi, Havel... Al igual que en el exterior se practica
la barbarie contra los "bárbaros"(islamistas), en el interior se desmantela
el estado de derecho para "salvarlo". EEUU se está convirtiendo en un
"estado de desecho" que regresa a la ley de Lynch y al macartismo mas siniestro.
La maquinaria mediática del Imperio lo están convirtiendo en un
país de soplones (Petras) y, gracias a una autocensura "patriótica",
en el más desinformado del mundo. Hasta Internet empieza a ser ya controlado.
Y este estado policiaco empieza a extenderse por Europa: Inglaterra y Checoslovaquia
son sus pioneras.
Se ahonda la recesión económica. El gigante Enron le ha explotado
en las manos a Bush, y Argentina, la oveja mas obediente del FMI, se ha salido
del corral (perdón, del corralito). Me comenta un amigo
que esto último no representa ningún fracaso, pues las recetas
neoliberales de aquella institución estan destinadas a convertir en puré
los pueblos de la periferia para que el Imperio los engulla. Sin embargo, puede
resultar un puré con tropezones y atragantársele. De hecho, la
situación argentina recuerda aquél dicho:" si me debes un millón
te tengo en mis manos; si me debes cien me tienes en tus manos" Porque ¿qué
pasaría si Argentina se negase a pagar su deuda externa basándose
en que los dólares nunca llegaron al pueblo? ¿enviaría el Imperio
sus B-52 a bombardear la casa Rosada para que el ejemplo no cundiese?.
Al cabo de cuatro meses las pruebas del atentado no aparecen por ninguna parte;
en cambio, se siguen acumulando nuevos indicios del autoatentado. Repasémoslos
suscintamente:
-El supuesto vídeo autoinculpatorio de Bin Laden, grabado en plenos bombardeos
(y encontrado "por casualidad" cuando ya éstos llevaban dos meses) no
contiene ni una sola alusión a éstos, a pesar de que sus hombres
estaban siendo aplastados como chinches (los servicios secretos del Imperio
no son infalibles; tambien tienen algunos despistes). No sólo resulta
intraducible para todos los arabistas. -salvo para los del Pentágono-
sino tambien inexplicable, despues de haber negado aquél la autoría
de los atentados. De ser auténtico resultaría que el mundo está
amenazado por un estúpido. En cualquier caso su calidad es tal que ningun
tribunal lo admitiría como prueba (como tampoco admitiría las
"evidencias" presentadas por T. Blair a la Cámara de los Comunes).
-El misterioso vuelo 93 de Airlines- el cuarto avión secuestrado que
cayó en Pensilvania sin llegar a estrellarse contra ningún objetivo-
está dando lugar a numerosas conjeturas que las autoridades estadounidense
se esfuerzan por acallar. Todos los indicios – y testimonios visuales- apuntan
en que llevaba una potente bomba en su interior que fue explosionada a distancia
por un misterioso avión que le seguía, pues una parte del motor
apareció a 2 kms del lugar de caída y otros objetos mas ligeros
a 13 Kms (curiosamente, a igual que en el caso del Pentágono y del WTC,
la caja negra está inservible).
- Los supuestos pilotos suicidas eran árabes laicos y no fanáticos
islamistas; posiblemente exmiembros de los servicios de inteligencia iraquíes
capturados y cooptados tras la guerra. Estuvieron en la torres gemelas durante
varias semanas antes de los atentados sin despertar, sorprendentemente, la alarma
de los servicios de seguridad. Con sus movimientos iban sembrando deliberadamente
pistas útiles para el montaje, hasta el punto de que ya habían
sido detectados por algunos servicios de inteligencia europeos, que advirtieron
a sus colegas estadounidenses sin que éstos se inmutaran. Sus nombres
no aparecían en la lista de vuelo y se ha comprobado que siete de ellos
seguían vivos tras el atentado (la inverosimilitud del múltiple
secuestro ya había levantado las suspicacias de algunos investigadores).
Lo mas probable es que no hubiese ni secuestro ni ningún árabe
en los aviones, sino que desde tierra se les arrebatara a los pilotos el control
de los mismos y se les desviase contra las torres. EEUU ya había desarrollado
esta sofisticada tecnología, según denuncia un ingeniero aeronáutico
británico.
-Servicios de emergencia federales fueros desplazados a Nueva York el día
antes del atentado, con la posterior sorpresa de sus miembros.
-4.000 empleados judíos de la torres gemelas no se presentaron a trabajar
el 11 de septiembre, lo que sugiere que podían tener información
previa sobre los atentados. La posterior detención de una red de 60 espías
israelíes parece confirmarlo.
-La venta masiva de acciones de American Airlines y United Air Lines, las lineas
de los aviones secuestrados, unos días antes del atentado -con beneficios
multimillonarios tras éstos- fue hecha a través de un banco vinculado
al director ejecutivo de la CIA.
-Está comprobada la estrecha colaboración entre las huestes de
Bin Laden y la OTAN en los Balcanes hasta principios del pasado verano. Es dificil
de creer que dicha relación diese –sin motivo aparente- un vuelco tan
espectacular y en sólo dos meses el saudita organizase un atentado cuya
complejidad exigiría, según los expertos, años de preparación.
-Numerosos datos y testimonios estan revelando que la intervención en
Afganistán en Octubre -e incluso el proyecto de legislación antiterrorista-
estaba preparada desde antes de los atentados. Declaraciones del exministro
de exteriores de Paquistán, Niaz Naik, y del exsargento de las fuerzas
especiales estadounidenses, Stan Goff, así lo atestiguan. De hecho, el
gigantesco dispositivo bélico se puso en marcha sin tener ninguna evidencia,
como reconocía Colin Powell (aunque lo justificaba porque, según
él, Bin Laden había cometido otras fechorías). Por otra
parte, una abundante información confirma que el verdadero objetivo de
la intervención no es el terrorismo sino el petróleo y el valor
geoestratégico de la zona.
-Resumiendo: demasiadas contradicciones y demasiada gente que sabía demasiadas
cosas por acá cómo para que los atentados se planificaran bajo
una carpa del lejano Afganistán.
En un reciente artículo publicado en estas páginas (v. Israel
y Estados Unidos, una relación única) James Petras – que escribe
desde el corazón del Imperio- expone dos importantes conclusiones sobre
el tema a que alude su título: 1ª) EEUU, la mayor potencia económica
y militar del planeta, ha sido, paradójicamente, colonizada por Israel
a través del lobby sionista (más bién, ultrasionista),
un poderosísimo sector mayoritario del judaísmo estadounidense,
que lo pretende instrumentalizar contra el mundo islámico en general
y los árabes en particular; y 2ª) se acumulan pruebas en manos del FBI
que vinculan a los servicios secretos de Israel con el atentado de las torres
gemelas, pero estan calificadas como "información clasificada", es decir,
alto secreto. Asimismo, otro artículo de Juan Gelman (Imitaciones)
nos dice como Z. Brzezinski –consejero de varios presidentes y, como S. Huttington,
muñidor de la Trilateral- teorizaba ya en sus escritos sobre el inapreciable
valor del pasillo euroasiático para la política imperial de EEUU
(mostrándose como un aventajado discípulo de Mackinder) y sobre
la necesidad de que el pueblo estadounidense se sintiese impactado por una amenaza
masiva para vencer su previsible resistencia a que el país se involucrase
militarmente en aquel lejano escenario. Con esa información y lo anteriormente
expuesto, podemos ya aventurar alguna hipótesis sobre lo que ha venido
ocurriendo entre bambalinas, antes incluso de que se alzase el telón.
Podría ajustarse a las siguientes secuencias:
-La obra El choque de las civilizaciones, del destacado sionista Samuel
Huttington (para Samir Amin un libro racista, que recuerda a Mi lucha
de A. Hitler) no sería mas que la teorización de una cruzada largamente
planeada, cuyo objetivo sería instrumentalizar al estado norteamericano
para eliminar el principal obstáculo para la materialización del
sueño del Gran Israel (Eretz Israel) que abarcaría toda
la zona del Próximo Oriente, desde el Nilo al Eufrates. Este obstáculo
estaría formado por el mundo árabe y, por extensión, por
el mundo islámico en general. Ariel Sharon, adicto a este ultrasionismo,
tendría como inmediata misión expulsar a los palestinos haciéndoles
la vida imposible o provocando una guerra civil entre ellos.
-Ese sueño choca con la estrecha alianza del clan petrolero con las monarquías
petroleras de esa zona, muy especialmente Arabia Saudita, por ser el corazón
del Islam (allí está La Meca) y la principal fuente de financiación
de la resistencia palestina, y por las relaciones familiares de la familia Bush
y la de Bin Laden. Ese clan preferiría, por razones obvias, un acuerdo
de paz en la zona.
- El clan petrolero había estado jugando –siguiendo la doctrina Mackinder-
Brzezinski y animado por el gigante Unocal -una ambiciosa jugada al organizar
y financiar fanáticas guerrillas y redes islámicas -dirigidas
por Osama Bin Laden y sus mercenarios árabes de Al Qaeda- para desestabilizar
primero Afganistán, y despues de la caída de la URSS, las repúblicas
islámicas del sur de Rusia, desde los Balcanes hasta Uzbekistan. Su financiación
corría, basicamente, a cargo de Arabia Saudita, con el apoyo logístico
de Paquistán, otro país islámico.
-Esta expansión del islamismo venía representando una preocupación
adicional para el clan sionista, ya expresada bastantes meses antes de los atentados
por A. Sharon al declarar que la guerra de Rusia contra Chechenia era justa,
dado el peligro de expansión del terrorismo islámico. Había
que dar un giro de 180º a esta situación empezando por demonizar a Bin
Laden y su organización, e implicar a Arabia Saudí con el terrorismo
. El gobierno de Clinton, dominado por los sionistas, ya hizo el primer amago,
atacando bases de Al Qaeda en Afganistán, tras los atentados de Kenia
y Tanzania (a los que el Mossad aparece tambien sospechosamente vinculado).
Era, sin embargo, el binomio Gore-Liebermann, respresentante emblemático
de aquel lobby, el encargado de iniciar la gran "cruzada" contra el terrorismo
árabe-islámico.
-La inesperada derrota electoral de dicha candidatura a manos del clan petrolero
trastoca todos los planes del clan antiárabe, que inicia una soterrada
campaña de desestabilización para recuperar las riendas del poder,
empezando por un cuestionamiento, sin precedentes, de los resultados electorales.
El impactante incidente que -de acuerdo con la "doctrina Brzezinski"- habría
de justificar el inicio de la cruzada estaba concebido para atribuirlo sólo
al "terrorismo internacional", sin más. Sin embargo, el atentado contra
las torres gemelas deja ya pistas acusadoras contra los árabes y, en
particular, contra Arabia Saudita, al atribuir esta nacionalidad a la mayoría
de los pilotos suicidas.
- A partir de ahí se inicia la sorda lucha entre el clan petrolero y
el clan antiárabe sobre la forma de enfocar la campaña. Aquél,
representado por el binomio Bush- Powell, no se deja arrastar a una confrontación
que pondría en peligro sus intereses y, tras declarar que no es una guerra
contra los árabes, asocia habilmente a la mayoría de sus estados
a la cruzada contra el terrorismo. Pero, los sionistas no cejan en su campaña
y las declaraciones contradictorias se suceden.
-No obstante, el clan sionista tiene peones pasados en territorio republicano,
incluso en el propio Pentágono (Wolfowitz, Perle, Mac Cain) y sigue moviendo
sus poderosas redes. Aparece un vídeo de Bin Laden "olvidado" cerca de
Kandahar que vuelve a implicar, en algunos de sus pasajes, a Arabia Saudita
en los atentados. Pero, una vez más, el clan petrolero no se deja enredar
y borra esos pasajes antes de mostrarlo públicamente. El clan sionista,
especialmente su excandidato J. Liebermann, denuncia la manipulación
y protesta ostentosamente (el senador esgrime ahora el escándalo Enron
contra los republicanos).
-La desestabilización de Paquistán, país islámico
clave por su poder nuclear, que había empezado enfrentando al gobierno
de Musharraf con sus antiguos aliados talibanes y con los movimientos islamistas
internos, se complementa ahora azuzando el enfrentamiento con la India (algo
que Musharraf rehuye) a la cual Israel esta surtiendo aceleradamente de armas
de última generación y "calentando" con sospechosos atentados.
- Pero, como advierte Petras, el poder del clan sionista es tal que puede doblegar
a un presidente. Su única baza es la red de espías israelíes
detenida y la información clasificada que los vincula con el atentado
de las torres gemelas. Sin embargo, todo parece indicar que su resistencia empieza
a ceder (¿a partir del incidente de la "galleta asesina"?): Bush ha endurecido
notoriamente su discurso contra Arafat, y el plan de ataque contra Irak -mal
visto por las monarquías árabes- avanza silenciosamente.
Entre bambalinas se mueve todo, de momento, en este Acto II; sin noticias de
Bin Laden y con un engañoso silencio. Es el silencio que precede al trueno.