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12 de febrero del 2002
Tecnocracia financiera y democracia
Theotonio dos Santos
Servicio Informativo "alai-amlatina"
El cuadro actual de los negocios mundiales se encuentra demarcado por el
fenómeno de la falencia fraudulenta de la Enron. Esta empresa de petróleo
llegó a ocupar el 5º. lugar en la lista de las mayores empresas del mundo,
realizada por la revista Fortune. Lo grave de la situación es la clara
vinculación del presidente y del vicepresidente de Estados Unidos con
los negocios de esta firma que fue una de las principales financiadoras de sua
campaña.
Según las denuncias, el vicepresidente Cheney se reunió seis veces
con los directores de la Enron para definir el plan nacional de energía
con el objetivo de ayudar a salvar la empresa, Más novedosa aún
ha sido la constatación de la absoluta incapacidad de una de las mayores
empresas de auditoria del mundo, la Andersen, de localizar irregularidades contables
evidentes y su complicidad abierta con la firma al destruir documentos de la
misma que la justicia norteamericana había exigido.
Si se tratara de un caso aislado, podríamos quedar tranquilos.
Pero este es uno de los muchos ejemplos de la firme y decisiva articulación
entre el Estado y los intereses de las empresas, fenómeno que se hace
cada vez más orgánico y determinante de las políticas públicas.
Lo más grave es la transferencia del poder de formulación y aplicación
de políticas para órganos no elegidos, como los bancos centrales
en los países centrales, el FMI y el Banco Mundial en las zonas periféricas
del Mundo.
Hace mucho he llamado la atención sobre lo que califiqué de "golpes
de Estado electorales". Trátase de gobiernos elegidos en oposición
a los planes de estabilización monetaria y ajuste estructural del FMI
y que se convierten inmediatamente en sus más ortodoxos aplicadores.
Tarso Genro, creativo jurista y científico político, alcalde de
Porto Alegre por el PT, llamó la atención en reciente artículo
(Jornal do Brasil, 27/01/02) sobre la grave crisis del Estado democrático
moderno. Creo que su argumento se resume en la siguiente frase:
"Trátase de un Estado en que predominan las primicias técnicas
para orientar políticas y no primicias políticas para escoger
las técnicas" Estas organizaciones estatales hablan en nombre de una
doctrina económica por demás desmoralizada por los hechos, presentada
como una "ciencia"que excluye cualquier propuesta alternativa. En nombre de
esta doctrina, se toman decisiones que cuestan miles de millones de dólares
a una populación sometida a terribles condiciones de vida.
Lo grave es la articulación perversa que se establece entre la corrupción,
la criminalidad abierta y los principios ordenadores del Estado. Los gobiernos
se ven compelidos a adoptar políticas e decisiones para evitar fenómenos
tan inexplicables como la amenaza de "crisis sistémica", "explosión
de la demanda" en economías miserables y otras invenciones "técnicas".
En el presente momento asistimos en Brasil ejemplos impresionantes de esta perversidad.
De un lado, la justicia aplica el código del consumidor a las acciones
absolutamente irregulares de los bancos y es contestada por el Banco Central
que asume como suya la regulación de la vida bancaria y por lo tanto
(?) de los crímenes e irregularidades del sector.
Este debate ocurre en el momento exacto en que la justicia brasileña
acaba de desmoralizar completamente la capacidad del Banco Central defender
los intereses de la población y exponer, por el contrario, su dudosa
generosidad con los criminales e infractores.
El juez André Bizzo Molinaro, de la primera Jurisdicción Criminal
de Río de Janeiro, acaba de condenar por gestión fraudulenta,
fraude de balances financieros y divulgación de informaciones falsas
al ex presidente del Banco Nacional SA y a más 13 ejecutivos a él
subordinados, Estos señores se encuentran presos en este momento, a pesar
de los intentos de sus abogados de garantizar su libertad con un hábeas
corpus. Lo grave de este escándalo, que alcanza una de las más
importantes familias de la República, no es solamente el carácter
de los crímenes practicados, que incluyen la creación de miles
de cuentas falsas para realizar operaciones fraudulentas.
Es notoria la complicidad de las autoridades financieras con los criminales,
en nombre de principios generales de "ciencia económica", de procedimientos
técnicos intocables y otros artificios impuestos por la tecnocracia a
los pueblos, Veamos algunos ejemplos en el caso citado:
a) El presidente del Banco Central en el período en que ocurrieron los
fraudes declaró a las autoridades que el Banco Nacional actuaba "dentro
de los patrones" y el juicio realizado por el Banco Central no encontró
irregularidades y se encerró sin culpas.
b) En 1995, el Banco Central intervino en el Banco Nacional para decretar su
desaparición y la venta al Unibanco de su parte "buena" con un generoso
financiamiento del PROER, el mismo programa de ayuda al "sistema financiero"
que encontramos en casi todos los países del mundo para salvar este sistema
internacional de la crisis del mismo ocurrida en los años 90. Estas operaciones
"técnicas" costaron al país cerca de 4.500 mil millones de dólares.
Las pesquisas constataron un perjuicio total para el tesoro nacional de 9 mil
millones de dólares, un valor superior a los gastos de educación
del país en el presente año. Al mismo tiempo, las pesquisas constataron
las enormes ganancias obtenidas por los accionistas en los 10 años de
falsos balances.
c) Lo que hace más delicada la situación es el hecho de que la
presidenta del Consejo del Banco Nacional era la nuera del Presidente Fernando
Henrique Cardoso.
Pero éste no es un caso excepcional excepto por la disposición
de la justicia de llevarlo hasta las últimas consecuencias. A pesar de
los celos del Banco Central con respecto a su poder de policía y de jurisdicción,
las instituciones financieras fueron demandadas en cerca de 3 mil millones de
dólares en el año 2001 por evasión fiscal. Esto no impidió
al sector bancario registrar unas ganancias de 1.500 miles de millones de dólares
en el primer semestre de 2001.
Como vemos, hay una complicidad estrecha entre las instituciones del Estado
y las instituciones financieras. Esta complicidad afecta incluso el sistema
legal y constitucional.
En 2000, el parlamento brasileño aprobó una ley de responsabilidad
fiscal que consagra el principio de que cualquier superávit fiscal deberá
ser usado, so pena de prisión para los jefes del ejecutivo, para el pago
de las deudas públicas o de los intereses de la misma. Se consagra el
principio que el Estado existe para pagar sus deudas y no para atender las necesidades
de sus ciudadanos.
Son muchos los ejemplos de que nos encontramos bajo una tecnocracia al servicio
del capital financiero y del capital en general. Ella impregna las leyes, las
políticas económicas y públicas en general, la acción
de instituciones subordinadas que se convierten en soberanas, como los Bancos
Centrales, etc. Ellas desarrollan un comportamiento corporativista que les permite
proteger incluso las acciones ilegales, inmorales y criminales de sus comparsas.
El mundo del libre mercado, propuesto por los teóricos neoliberales,
se convierte en un poderoso mundo corporativo, en el cual dominan las instituciones
elegidas por el sistema, los grupos económicos, los monopolios, los sectores
económicos protegidos por las autoridades de esta tecnocracia.
Mientras tanto la soberanía del pueblo, consagrada en los principios
democráticos que se imponen en sucesivas olas revolucionarias y reformistas
de los tres últimos siglos, se ven consumidos desde arriba por las autoridades
tecnocráticas.
En su idelogía, los resultados electorales expresan desviaciones "populistas"
que resultan de la demagogia. No hay que respetar los resultados de estos procesos
populares, hay que mantener la perenne verdad de la ciencia.
Así como los monarcas absolutistas recibían su poder de Dios y
no del pueblo, los tecnócratas modernos los reciben del FMI.
En vez de los santos de la iglesia, entronizan a Milton Friedman y a los premios
Nobel de economía. No podemos decir que el nivel mejoró mucho...
Theotonio Dos Santos es profesor titular de Economía de la Universidad
Federal Fluminense, es coordinador de la Cátedra y Red UNESCO-Universidad
de las Naciones Unidas sobre Economía Global y Desarrollo Sostenible
y presidente del Consejo Consultivo de Relaciones Internacionales del Estado
de Río de Janeiro.