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Internacional

27 de febrero del 2002

15 de Marzo: Jornada de lucha social en Barcelona
¡Contra la europa del capital!

CGT

Los próximos días 15 y 16 de marzo se va a celebrar en Barcelona una nueva Cumbre del Consejo Europeo. Recluidos en sus hoteles de lujo y blindados tras varios miles de policías, los presidentes de los países de la UE se disponen a continuar con sus planes de construcción de una Europa al servicio del gran capital financiero, de la industria militar y de las transnacionales agroquímicas.
El modelo con el que se está construyendo la Unión Europea utiliza las mismas recetas del neoliberalismo y la globalización que se están aplicando a lo largo y ancho el planeta, con desastrosas consecuencias para la mayoría de la población y para el medio ambiente. La recientemente impuesta moneda única, el Euro, resume en si misma la supeditación de todas las políticas de la UE a los intereses económicos. El déficit cero se convierte de esta manera en el único objetivo de la UE (el verdadero tótem sagrado al que se aferran los políticos), y por el camino no se duda en imponer enormes recortes en gastos sociales, (educación, sanidad...), en privatizar servicios y empresa públicas, en mantener una alta tasa de paro y en aumentar hasta límites intolerables la precariedad laboral mediante la flexibilización continua del mercado de trabajo. Dentro de la UE el estado español va a la cabeza en la aplicación de estos criterios neoliberales, y actualmente sufrimos el índice de paro mayor de la UE, la mayor tasa de eventualidad (33%), el mayor % de acoso en el trabajo, el mayor número de siniestralidad laboral (5 muertes diarias), y el Salario Mínimo (SMI) más bajo, todo esto sin una oposición real de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, cuando no con una colaboración expresa como se ha visto con su aceptación de todas y cada una de las últimas reformas laborales.
El papel que la UE juega en el marco del actual capitalismo global es de favorecer la actuación de las multinacionales de capital europeo, liberalizando y desregulando las relaciones comerciales, condenando a los países de la periferia a la miseria y al hambre de sus poblaciones, mediante la explotación de sus recursos naturales para satisfacer el capacidad consumista de los mercados europeos. Las multinacionales europeas cuentan con el apoyo entusiasta de los gobiernos de la UE en su papel de expoliadoras de las riquezas del llamado Tercer Mundo, y son la punta de lanza de la política neocolonialista que están desarrollando en estos países. Es más, la identificación entre la UE y el entramado de transnacionales es absoluto, siendo habitual que altos cargos de la UE, una vez finalizada su actividad como comisarios europeos se reinserten en los consejos de dirección cualquier multinacional o viceversa. La ERT (European Round Table of Industrialist), el lobby de las grandes corporaciones transnacionales europeas, se convierte en el autentico gobierno en la sombra y quien dicta cuales son las políticas que han de aplicarse en los países de la UE y cuales son los intereses que han de mantenerse en los países de la periferia.
La UE es hoy en día el segundo productor y exportador de armas del mundo tras Estados Unidos, y está impulsando una política claramente militarista y armamentista con el objetivo de dotar a los países de la UE de una capacidad militar acorde con sus intereses geoestratégicos en el planeta. La UE, así como los estados que la forman, son hoy participes en la mayoría de los conflictos regionales (instigándolos, armando a las partes o directamente...) y con la excusa de un supuesto intervensionismo humanitario solo busca imponer su estatus de potencia imperialista. Sirva de ejemplo la actuación de los gobiernos de la UE que siguiendo los dictados de EE.UU. en su ultima cruzada antiterrorista , han demostrado su poderío militar contra un país arrasado, y no han dudado en bombardear a la población civil o vulnerar los mas elementales derechos humanos incluyendo el asesinato de prisioneros, las torturas generalizadas y la negativa a permitir la ayuda médica y/o humanitaria a las personas desplazadas por el conflicto bélico, con el objetivo de reforzar su papel en una zona geoestratégica decisiva.
Vacas locas, pollos con dioxinas, alimentos transgénicos... son las consecuencias de una política (PAC, Política Agraria Común) que tiene como objetivo beneficiar a las grandes explotaciones y a las transnacionales agroquímicas, imponiendo un modelo de producción agrícola y ganadero intensivo que desprecia la salud de l@s consumidor@s y que está suponiendo la ruina para los pequeños agricultores así como una situación de abandono y envejecimiento de las zonas rurales. La utilización masiva de abonos químicos y productos fitosanitarios está suponiendo graves problemas ecológicos con la contaminación de ríos y acuíferos, la perdida de fertilidad del suelo y la desaparición de la diversidad de la flora y la fauna. La UE está asimismo subvencionando la utilización de semillas modificadas genéticamente, ignorando el riesgo que esto supone para la salud de los consumidores y la grave amenaza que suponen para el medio ambiente, con el objetivo de beneficiar a las grandes empresas que poseen las patentes de estas variedades.
Otra de las consecuencias del proceso de construcción de la UE es un importante recorte de las libertades democráticas bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo. Leyes antiterroristas en los distintos países, el tratado de Schengen, el acuerdo de extradición, la constante videovigilancia, los intentos de legislar y controlar Internet, la privación de derechos a los extranjeros, los tribunales de excepción para determinados delitos, la criminalización de los movimientos o personas que se ponen a sus designios... son muchas de las medidas que está adoptando la UE y que suponen una vulneración de libertades civiles y democráticas que creíamos consolidadas. La UE necesita más de la seguridad que de la libertad; la Europa de los mercaderes necesita control social para que sus negocios no peligren.
La Europa Fortaleza, cerrada y blindada ante la llegada de miles de personas en busca de un trabajo y de unas condiciones de vida que en sus países le son imposibles -entre otras cosas, por el papel imperialista que la UE desempeña en los mismos- condena a las personas inmigrantes a una inseguridad y explotación intolerables. Las distintas leyes de extranjería de los estados de la UE buscan crear una bolsa permanente de población en unas condiciones de indefensión y marginación que les obligue a vender su fuerza de trabajo al mejor postor, con lo que son los empresarios quienes vuelven a ganar. Además esta situación es utilizada para rebajar los salarios y las condiciones de trabajo de toda la clase trabajadora. No podemos ignorar que sectores fuertemente subvencionados por la UE, como es la agricultura, dependen en buena medida de la mano de obra inmigrante en situación de máxima explotación. Y no podemos olvidar las miles de muertes en el estrecho como consecuencia de esta política criminal.
Esta es la Europa real, la Europa de los mercaderes, del gran capital y de las multinacionales. El proceso de construcción europeo no pude desligarse del actual proceso de expansión del capitalismo global, por tanto, oponerse a la Unión Europea es luchar contra la globalización capitalista. No nos creemos los discursos que hablan de una Europa social que esgrimen los políticos europeos tanto en su versión socialdemócrata como conservadora- pues constatamos que Cumbre tras Cumbre esta Europa social se aleja más y se refuerza el carácter claramente neoliberal de la UE. Los recortes en las prestaciones sociales, las privatizaciones de servicios públicos, los retrocesos en las libertades civiles... son la agenda diaria de los políticos de la UE.
El próximo día 14 los sindicatos de la CES (CCOO y UGT en el estado español) se van a manifestar por las calles de Barcelona para demandar esa Europa social , sin salirse ni un ápice del guión fijado. Será una vez más una manifestación de delegados sindicales desplazados gratis total a Barcelona a cubrir el expediente ante las cumbres de la UE, como hemos visto en Ámsterdam, Niza... pero sin intención de cuestionarse el modelo político con el que se está construyendo Europa. Es más, estas organizaciones son responsables por activa o por pasiva, de los continuos retrocesos que sufrimos las clases populares. No podemos olvidar la reciente Reforma Laboral que se aprobó con la pasividad cómplice de estas organizaciones, o el ultimo Pacto Social que supone la entrega incondicional a los postulados neoliberales del gobierno.
Frente a esa manifestación estéril, CGT hace un llamamiento a participar en la Jornada de Lucha Social del día 15 de Marzo. Una Jornada de Lucha con una dimensión estatal, que pretende hacer visibles ante la población las consecuencias que esta trayendo la Europa neoliberal: paro y precariedad, destrucción medioambiental, racismo y marginación, militarismo, etc. Una Jornada en la que caben muchas acciones, desde huelgas en sectores, manifestaciones, okupaciones, protestas telemáticas, acciones directas... todo aquello que se nos ocurra y que demuestre la diversidad y la vitalidad de los movimientos sociales antagonistas.
Hacemos también un llamamiento a salirse del guión, a utilizar la acción directa y la desobediencia civil como mecanismos de lucha, que vayan más allá del enfrentamiento violento con la policía. Es necesario recuperar el carácter rabiosamente festivo y subversivo de nuestra actividad, rompiendo los esquemas militarizados (cumbre-bloqueo-choque con la policía) en los que quiere confinarnos el Poder. Frente a la violencia de los gobiernos y de la policía, opongamos nuestra creatividad y nuestra capacidad de sorprenderles.
Contra la Europa del Capital y la guerra.
Globalicemos la resistencia. Otro mundo es posible.