16 de diciembre del 2002
Un organismo de control financiero del gasto revela en su web un complot republicano contra el recuento de votos que llevó a Bush a la Casa Blanca
Sobre cómo llegó Bush a la presidencia
Equipo Nizkor
Un nuevo escándalo involucra al presidente de Estados Unidos,
George W. Bush. Ahora, apareció un expediente que revela supuestos pagos
a activistas republicanos para frenar el recuento de votos en Miami, Florida,
cuya elección definió la llegada de Bush a la Casa Blanca. Los
pagos se hicieron para financiar la denominada "Protesta de los Brooks Brothers",
que se llevó a cabo el 22 de noviembre de 2000. La maniobra había
sido denunciada por los medios estadunidenses, pero recién la publicación
de los documentos confirmó sus fines, otra mancha para uno de los procesos
electorales más turbios de la historia norteamericana.
La protesta fue montada por los republicanos para frustrar el recuento de votos.
La discutida legitimidad del proceso electoral que llevó al republicano
George W. Bush a la Casa Blanca sigue sumando cuestionamientos. La elección,
celebrada en noviembre de 2000, no sólo planteó dudas sobre la
racionalidad del sistema electivo de Estados Unidos, sino que, paradójicamente,
hizo presidente al candidato que tuvo menos votos. A pesar de que el demócrata
Albert Gore obtuvo medio millón de sufragios más que Bush Jr.,
el candidato republicano se quedó con la presidencia de la máxima
potencia planetaria porque la ley vigente dice que la llave de la Casa Blanca
quedará en manos de quien obtenga más electores y no más
votos. Crucial para el triunfo de Bush fue el no menos polémico resultado
del estado de Florida, donde se impugnaron unos 180 mil votos que no pudieron
ser leídos por las máquinas para, luego, merced a un muy cuestionable
fallo de la Corte Suprema, descartar la posibilidad de recontarlos manualmente.
Si se trata de dar con las causas que impidieron el polémico recuento
oficial de votos, hay que retrotraerse al 22 de noviembre de 2000, precisamente
a la llamada "Protesta de los Brooks Brothers", una manifestación realizada
en Miami, EU, por un grupo de activistas republicanos que, sin duda alguna,
contribuyó a detener el recuento manual de votos y que, para muchos,
significó la primera demostración cabal de hasta dónde
eran capaces de llegar los partidarios de Bush para instalarlo en la Casa Blanca.
Tras la marcha, también conocida como "la protesta de los chicos bien",
durante la que la policía rescató a varios militantes demócratas
de las garras de sus iguales republicanos, no se abrió una sola causa
legal. Nadie investigó nada. Sin embargo, una serie de documentos aparecidos
hace pocos días demuestra que, por lo menos, media docena de los manifestantes
identificados por distintos medios estadunidenses fue pagada por el Comité
de Recuento de Bush.
Los pagos a los activistas se documentan en una serie de expedientes (http://eforms.irs.gov/pac_list.asp?irs_pac_key=742966394)
que el Comité de Campaña de Bush entregó a regañadientes
el mes pasado, 19 meses después de que la batalla por el recuento terminó,
al Servicio de Renta Pública (IRS), un organismo contralor dependiente
del Departamento del Tesoro estadunidense. La lista, publicada en la página
del IRS, indica que el comité de George W. Bush invirtió un total
de 13.8 millones de dólares para frustrar el recuento de votos en Florida
y, así, confirmar la exigua diferencia que permitió su acceso
a la presidencia. Por la misma operación de recuento, Al Gore pagó
apenas 3.2 millones, menos incluso que lo que Bush gastó en abogados,
que sumó 4.4 millones. La evidencia fue remitida al IRS por el comité
republicano durante el plazo extendido de confesión de gastos de campaña,
mientras que los derrotados demócratas presentaron su declaración
varios meses antes.
Inicialmente, los abogados de Bush argumentaron que no estaban legalmente obligados
a divulgar cómo habían recaudado y gastado su dinero, pero, finalmente,
entregaron sus archivos, que fueron subidos al sitio del IRS (www.irs.gov) el
15 de julio. De su contenido, se desprende que la gente de Bush repartió
más de 1.2 millones de dólares entre unas 250 personas a cambio
de que se trasladaran a Florida para entorpecer el tramo final de la elección.
La documentación también confirma que el comité republicano
se hizo cargo de sus cuentas de hotel, que sumaron más de un millón,
y que, para facilitar los traslados, Bush contó con una flota de aviones
de distintas corporaciones estadunidenses, que "casualmente" incluyó
los jets privados de la empresa de energía Enron, protagonista de la
quiebra más sonada de la historia estadounidense y gran contribuyente
a la campaña republicana, y de la petrolera Halliburton, en cuyo directorio
figuraba el actual vicepresidente, Dick Cheney.
Sin embargo, sólo un puñado de los protagonistas de la "Protesta
de los Brooks Brothers" fueron públicamente identificados; la mayoría,
a través de fotografías de entonces publicadas en el diario The
Washington Post. Al mismo tiempo, varias investigaciones periodísticas
revelaron los puntos oscuros de la extraña protesta. El libro Bajo y
sucio (http://www.twbookmark.com/books/96/0316832642/), dedicado a "la batalla
del recuento" y firmado por el periodista Jake Tapper, contiene una lista de
12 operadores republicanos que participaron en la manifestación y explica
los detalles de la operación, "incitada y financiada por los republicanos
para impedir el recuento de votos". Según los expedientes publicados
en Internet por el IRS, la mitad de los 12 identificados por Tapper recibió
pagos del comité republicano. Según divulgó el diario The
Miami Herald, la oficina de personal de la presidencia enlista oficialmente
a otros tres, que trabajan para Bush en la Casa Blanca.
Estos últimos no son desconocidos: Garry Malphrus es director del consejo
político local del presidente y Matt Schlapp y Joel Kaplan son asistentes
personales del presidente. Los documentos difundidos por el IRS también
revelan que los republicanos pagaron el hotel donde los manifestantes de Miami
celebraron el éxito de su protesta, que fue transmitida en vivo por la
televisión norteamericana y marcó un punto de inflexión
en el recuento, ya que se inició justamente cuando Bush se había
aferrado a los algo más de 100 votos por los que aventajaba a Gore, quien
pugnaba por finalizar el recuento. La manifestación y sus perspectivas
violentas fue una de las causas esgrimidas por la Corte Suprema para, el 12
de diciembre de 2000, invalidar el recuento de Florida y ceder la presidencia
a Bush. Un recuento no oficial realizado por varios medios y disponible en http://www.consortiumnews.com/2001/112101a.html
reveló que la revisión de todas las boletas habría hecho
presidente a Al Gore.