28 de octubre del 2002
"Bombardea Texas, ellos también tienen petróleo"
Decenas de miles rodearon la Casa Blanca para repudiar la política
belicista de Bush
Jim Cason y David Brooks
La Jornada
Washington, 26 de octubre. Coreando "un cambio de régimen empieza
en casa", más de 75 mil manifestantes rodearon este sábado por
completo la Casa Blanca, en la acción de protesta más grande hasta
la fecha contra las políticas de George W. Bush y la avisada guerra contra
Irak.
La primera manifestación nacional contra la guerra congregó a
opositores de los 50 estados del país y de más de 200 ciudades
para llenar las calles en una marcha de más de cinco kilómetros
de largo, que logró rodear por completo la zona de seguridad de 30 cuadras
alrededor de la Casa Blanca.
En un acto paralelo, en la costa oeste, unas 50 mil personas marcharon contra
la guerra en San Francisco, y acciones y manifestaciones más pequeñas
se realizaron en los estados de Maine y Washington, y en ciudades como Chicago,
Denver, Indianapolis, Ann Arbor, Taos, San Antonio, Nashville, Cincinnati y
Augusta, entre otras.
"Necesitamos un cambio de régimen en este país", declaró
en el mitin el reverendo Jesse Jackson, y agregó que Saddam Hussein debería
ser responsabilizado por sus crímenes ante la Corte Penal Internacional
y no mediante una guerra que podría provocar decenas de miles de muertos.
El ex procurador general de Estados Unidos Ramsey Clark, al hablar desde el
mismo podio, recordó a los manifestantes las palabras de Benito Juárez:
"El respeto al derecho ajeno es la paz".
La larguísima columna de la marcha fue encabezada por un contingente
que incluía a estibadores de California -que están en medio de
una disputa laboral-, estudiantes musulmanes de todo el país y veteranos
de guerra que portaban pancartas, algunas de las cuales decían "No a
la sangre por el petróleo", "No a la guerra por el petróleo" y
"Diplomacia, no guerra".
La concentración masiva notablemente diversa incluyo a miles de musulmanes
(los organizadores informaron que las mezquitas del país habían
enviado unos cien autobuses repletos de manifestantes), cientos de familias
con sus niños, estudiantes, académicos, líderes comunitarios
y pacifistas. Una pancarta identificaba a un contingente como "Abuelas por la
paz", y otras decían "Activistas del norte de Michigan por la paz" y
"Estudiantes de Kansas por la paz".
Pesar por Paul Wellstone
Entre los manifestantes había agrupaciones de gente vestida en uniforme
castrense, al parecer veteranos jubilados, ya que el militar activo tiene prohibido
participar en estas acciones de protesta.
Había desde activistas jóvenes que coreaban "George Bush, te conocemos,
tu papi también fue matón" (rima en inglés), o "presidente
ilegítimo, guerra ilegítima", y también mensajes irónicos,
como "Dios bendiga la histeria" y "Bombardea Texas, ellos también tienen
petróleo".
Algunos también llevaban pancartas que expresaban su pesar por la muerte,
el viernes, del senador Paul Wellstone, un demócrata liberal que había
votado contra la resolución legislativa promovida por Bush para autorizar
la guerra contra Irak. Pero la gran mayoría expresaba simples mensajes
por la paz, con pancartas que decían sólo "Paz" o "Paz, no guerra".
Entre los oradores estuvieron la actriz Susan Sarandon, la cantante Patti Smith
y representantes de organizaciones sociales y de solidaridad internacional,
además de agrupaciones religiosas musulmanas, católicas, judías
y de otros credos. El ambiente era pacífico y la gente podía moverse
por las calles sin grandes obstáculos de la seguridad publica.
En contraste con las tropas de seguridad pública con equipo antimotines
presentes en las protestas contra el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional,
hoy había una mínima presencia policiaca concentrada sólo
en puntos clave, como las entradas a la Casa Blanca y otros edificios federales.
Respuesta abrumadora
Los organizadores -la marcha fue convocada por una coalición llamada
International Answer- dijeron hoy que habían tenido una respuesta abrumadora
de estudiantes, grupos comunitarios y hasta algunos sindicatos, que bajo sus
propias iniciativas contrataron autobuses, camionetas y reservaron trenes para
traer a su gente. "Existe un movimiento de base contra esta guerra", comentó
Brian Becker, uno de los organizadores contra la política guerrerista
del presidente republicano.
En San Francisco, decenas de miles también se manifestaron. En el centro
de la ciudad hablaron niños que explicaron por qué se oponen a
una guerra, junto con líderes musulmanes, judíos y católicos,
y una diversidad de organizaciones y activistas que llegaron del oeste estadunidense.
Algunos medios calcularon en más de 50 mil los participantes en el acto
paralelo.
Estas manifestaciones con participación tan diversa parecen expresar
una tendencia mas allá de las filas liberales y progresistas de Estados
Unidos. De hecho, se ha registrado una creciente preocupación en el pueblo
estadunidense en general sobre una posible guerra contra Irak, reveló
una encuesta nacional difundida hoy por la revista Time.
Según el sondeo, 62 por ciento de la población está en
contra del envío de tropas estadunidenses para derrocar a Saddam Hussein,
o cree que Estados Unidos debería actuar sólo si lo hace dentro
del esquema de una misión de Naciones Unidas.