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22 de abril del 2002
Identifican a militar estadunidense presente
durante el golpe de Estado contra Chávez
Agencias
James Rodgers, teniente coronel del ejército estadunidense, fue
el militar extranjero que estaba entre los golpistas durante el curso de la
asonada en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez, cuyos sucesos
tuvieron lugar entre el 11 y el 13 de abril, según las investigaciones
en marcha.
Aunque la embajada estadunidense en esta capital desmintió "totalmente"
la información sobre la presencia de un militar de su país entre
los golpistas venezolanos, acorde con el vocero John Law, así como el
desmentido anterior del Departamento de Estado, nuevos datos de la investigación
arrojaron que Rodgers es el hombre implicado y quien es asistente del agregado
castrense.
"Durante la investigación en curso, varios oficiales venezolanos implicados
en el golpe de Estado dieron cuenta de la presencia de ese militar estadunidense
durante los acontecimientos. Aseguraron que el movimiento tenía el pleno
apoyo de Estados Unidos, y que era por ello que participaron", se informó.
Con anterioridad la misma fuente dijo que era el agregado militar estadunidense,
cuyo nombre no se conoce, la persona que estaría en el quinto piso del
fuerte Tiuna "durante la preparación y hasta el golpe de Estado". Pero
ahora, se pudo precisar que se trataba de Rodgers.
En realidad fueron tres golpes
Por lo demás, la pesquisa arroja que en realidad fueron "tres golpes"
los que ocurrieron cuando Chávez estuvo 48 horas fuera de la escena política.
El "primero" se realizó en la noche del 11 al 12 de abril y fue consumado
por la "rebelión de generales" contra el presidente Chávez al
ser arrestado, y su remplazo por el empresario Pedro Carmona poco antes de las
4:00 hora local del 12.
El "segundo golpe dentro del golpe" tuvo lugar entre las 17:15 horas del mismo
12 de abril con la "dictadura" que anunciaba la junta cívico-militar,
dirigida por el líder de Fedecámaras, con un decreto de suspensión
del Legislativo y que facultaba al autoproclamado presidente para disolver todos
los poderes públicos.
Tal medida, que escandalizó a la inmensa mayoría de los opositores
demócratas a Chávez, había sido tomada por un pequeño
grupo de "extremistas de derecha, dirigido por un poderoso hombre del negocio
petrolero, Isaac Pérez Recao, del cual Carmona era empleado, bajo la
conducción operacional del contralmirante Carlos Medina Tamayo", quien
ya en febrero se había rebelado contra el gobierno.
Según los informes de la investigación, se trataba de un "grupo
fuertemente armado, incluso con fusiles lanzagranadas, perteneciente a una empresa
de seguridad propiedad de un ex agente del Mossad", los servicios secretos israelíes,
pero sin que esto haya significado alguna implicación de Israel.
Por último, el "tercer golpe" fue contra Carmona, ejecutado por uno de
los autores del primero, el general Efraín Vásquez Velasco, entonces
comandante general del ejército, "apoyado por los consejos estadunidenses".
Acorde con la fuente, "conscientes del extremismo de los sediciosos, ellos presionaron
a este general a derrocar a Carmona y a encontrar a otro presidente de transición",
lo cual ya no se concretaría por la restauración de Chávez.
Carmona, entrevistado por The Miami Herald, volvió a negar categóricamente
haber conspirado para derrocar a Chávez, al rechazar informes del propio
diario -recabados en fuentes diplomáticas- de que "por lo menos" acudió
a dos reuniones en la embajada estadunidense en Caracas.
Tras negar también todo nexo con el empresario Isaac Pérez como
el financista del golpe, argumentó que durante su breve paso por el palacio
de Miraflores se "perdió mucho tiempo nombrando un gabinete y alto mando
militar", lo que probaría que nada se había preparado con anticipación.
Mueren altos militares
La prensa local informó hoy que el gobierno de Chávez se quedó
sin el alto mando de la fuerza aérea ante el accidente de aviación
de la víspera, cuando un helicóptero cayó debido al mal
tiempo, en el momento en que tres de esos aparatos se aprestaban a regresar
a Caracas procedentes de un punto cercano, luego de que mandos militares habían
ido a la asunción de jefes de la marina.
El accidente, debido a la neblina y los fuertes vientos, ocurrió cerca
de la población costera de La Guaira, causando la muerte del comandante
de la fuerza aérea, general Luis Acevedo, así como la del jefe
de operaciones de la misma, general Pedro Torres, y de los generales Rafael
Quintana Bello y Julio Ochoa Omaña.
Nombramientos en PDVSA
Mientras, los sectores opositores, incluidas la gremial de empresarios Fedecámaras
y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), vieron con buenos
ojos la decisión del gobierno de designar a Alí Rodríguez
en la presidencia de la poderosa Petróleos de Venezuela (PDVSA), la más
importante empresa petrolera de América Latina y cuarto productor mundial
de crudo. Hoy se informó que Rodríguez, también secretario
general de la OPEP, permanecerá en ese puesto hasta el 26 de junio, cuando
una reunión extraordinaria de ministros de los países productores
de petróleo decidirá si su mandato se prolonga.
Rodríguez quizá deberá retirarse del cargo en la OPEP ante
su nuevo nombramiento. Es el estratega de la política de cuotas y precios
altos del organismo, y ahora se ocupará de la estatal PDVSA, epicentro
de un conflicto laboral que desembocó en el fugaz golpe de Estado contra
el gobierno constitucional chavista.
PDVSA es el corazón de la economía venezolana, proporciona 80
por ciento de las divisas del país, mientras que Rodríguez, de
65 años, ex guerrillero y militante de izquierda, es el arquitecto de
la política de cuotas de la OPEP, regida por un sistema de bandas que
permite ventas de 22 a 28 dólares el barril en la actualidad.