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Fueron detenidas 120 personas por su participación en la asonada
El golpe fue planificado y no producto de un movimiento, asegura
el vicepresidente Cabello
A los militares rebeldes se les garantizará un proceso justo, dice el
ministro de Defensa
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, 14 de abril. El vicepresidente venezolano, Diosdado Cabello,
denunció que el golpe de Estado contra Hugo Chávez, quien reasumió
el domingo al poder, fue "planificado" y no producto de un movimiento cívico
militar espontáneo, y precisó que 120 civiles y militares fueron
detenidos por su participación en la asonada.
Las declaraciones del vicepresidente ocurrieron horas después de que
el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, advirtió que los
golpistas deberán responder por sus actos, y que el comandante de la
militarizada Guardia Nacional, general Francisco Belisario Landis, admitió
que su arma sufrió una "fractura" institucional por apoyar el movimiento
golpista.
En las afueras del Palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas,
Cabello mostró este domingo a la prensa una banda presidencial con los
colores de la bandera de Venezuela (amarillo, azul y rojo) "nueva" y "hecha
en Madrid".
"Es tanta la mentira y lo planificado de esto que la banda presidencial se hace
en España, porque aquí en Venezuela no la hacen, y se les olvidó
una que ya tenían en su caja, lista para quien la recibiera y allí
está. La prueba de que estaban montados en un golpe militar allí
está", insistió el vicepresidente en un texo enviado por la presidencia.
Según Cabello, la banda presidencial fue encontrada "entre los efectos
que dejaron" en la sede presidencial los miembros de la junta golpista.
"Eso era plan montado, una escalada para llegar a una fecha tope que para ellos
era importante. Era hacerlo ahora o nunca y decidieron hacerlo ahora, sin importarles
la vida de muchos venezolanos", añadió Cabello, de acuerdo con
la nota enviada desde el Palacio de Miraflores.
"Creo que le quedó grande la banda y la presidencia", añadió
Cabello, al aludir al líder de la cúpula empresarial Fedecámaras,
Pedro Carmona, quien se proclamó presidente el viernes pasado.
A su vez, el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, señaló
que "desde Pedro Carmona Estanga, quien fuera designado presidente por los golpistas,
hasta los dirigentes políticos de esa acción, tendrán que
responder", y agregó que "todos han sido puestos a disposición
de la Fiscalía General de la República y de la Fiscalía
Militar".
El alto funcionario señaló que el gobierno de Chávez no
está "prejuzgando" las posibles responsabilidades de esos militares,
a quienes les garantizó el derecho "a un debido proceso y la presunción
de inocencia".
De su lado, el comandante de la Guardia Nacional, Francisco Belisario Landis,
cuestionó que durante el gobierno de facto "se faltó el respeto
a los poderes, se cometieron atropellos, desmanes y se inició una persecución
contra algunos funcionarios de las fuerzas armadas".
En esa dirección Landis llamó a conversar con él al general
de la Guardia Nacional, Rafael Damiani Bustillos, designado ministro del Interior
durante el gobierno provisional.
Así, los militares rebeldes se presentaron poco a poco a sus mandos para
ser sometidos a procesos de investigación. Uno de ellos, Luis Camacho,
ex viceministro de Seguridad Ciudadana, dijo que se rebeló porque "no
podía convertirme en cómplice de una situación en la que
se estaba asesinando personas", en alusión a los disparos contra manifestantes
el jueves pasado.
Por su parte, el presidente Hugo Chávez indicó que el golpista
Pedro Carmona "está detenido, pero no incomunicado como (estuve) yo.
Tiene el derecho a la defensa y la Fiscalía General es la que está
investigando para determinar los cargos", en declaraciones a la radio española
Cadena Ser.
Baltazar Porras, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), confirmó
este domingo a la prensa española que la familia de Carmona le pidió
que intervenga para garantizar su vida.