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Venezuela y Chile a 28 años de distancia
"Como americano esencial, saludo en primer lugar a la ciudad deslumbrante,
por igual a sus cerros populares, a sus callejas coloreadas como banderas, a sus avenidas abiertas a todos los caminos del mundo. Pero saludo también a su historia, sin olvidar que de esa matriz salió como un ramo torrencial de aguas heroicas el río de la independencia americana.
Salud, ciudad de linajes tan duros que hasta ahora sobreviven,
de herencias tan poderosas que aún siguen germinando,
ciudad de las liberaciones y de la inteligencia,
ciudad de Bolívar y de Bello,
ciudad de martirios y nacimientos ...
diste un resplandor de aurora para el Caribe
y para toda nuestra América amada y dolorosa"
Discurso en Caracas, Venezuela, 4 de febrero de 1959
PABLO NERUDA
Por Hugo Alberto de Pedro
Otro golpe a las democracias latinoamericanas se ha perpetrado ayer en la República Bolivariana de Venezuela destituyendo al presidente Hugo Chávez Frías, siguiendo los mismos lineamientos que hace veintiocho años terminaron con la vida de Salvador Allende -presidente por la Unidad Popular- y de la democracia en la República de Chile también a solamente tres años de mandato. Como en aquella oportunidad la acomodada burguesía nacional preocupada por perder sus prebendas, los impecables uniformes militares llenos de estrellas ganadas en sus academias, los multimedios de prensa privados nacionales e internacionales deformando las informaciones o bien desinformando, las cámaras empresarias corporativas y los sindicatos burocratizados llamando al paro general por tiempo indeterminado unieron sus fuerzas para inventar un estado de caos institucional junto al propagandismo de un descontento popular incontenible y bajo la misma mirada vigilante, actuación encubierta y visto bueno de la administración de los EEUU y sus servicios exteriores, logran capitalizar algunos descontentos genuinos de la ciudadanía, que presa del pánico, acompaña esos movimientos previamente organizados.
żEs qué los líderes latinoamericanos aún no comprenden nada de lo que sucede cuando se decide gobernar sin pedir permiso?
żNo advierten que oponerse al sistema del imperio es el mejor camino a su derrota cívica?
żNo pueden advertir que las estructuras de poder económico, orquestadas por muchos años de gobiernos títeres, no pueden ser cambiadas desde los gobiernos democráticos nacionales y populares que garantizan las libertades cívicas y la participación popular?
żNo saben que siempre existen militares, adiestrados otrora en la Escuela de las Américas o en West Point y ahora dentro de los mismos cuarteles o en ejercicios militares internacionales, dispuestos a utilizar las armas contra el poder constitucional?
żNo aprenden que no se puede tener buenas relaciones con aquellos países que han tenido el coraje de no aceptar las imposiciones del gendarme mundial?
żNo entienden que deben callar su voz ante los foros internacionales y no reclamar un orden mundial diferente que sea más justo y solidario?
żNo se dan cuenta que las armas que no las maneja el pueblo sino que las disponen y mandan a utilizar desde afuera?
żNo pueden terminar por reconocer que las principales riquezas naturales de un país en manos de empresas estatales están dadas a préstamo por el poder hegemónico mundial?
żNo comprenden que hacer políticas activas desde un gobierno democrático para mejorar la educación, salud y seguridad social son subversivas, terroristas, socialistas, comunistas o trotskistas?
żNo entienden que los medios de comunicación internacionales, globalizados y multimedios, sean estos escritos, radiales o televisivos, sirven a los intereses de no cambio?
Estoy seguro que lo saben y por eso su dignidad no les permite abandonar las banderas con las que han llegado al gobierno en forma democrática y sin deberle nada a los dueños del mundo -los de ayer y los de hoy que es lo mismo decir los de siempre, ojalá no sean los de mañana- y nos señalan un rumbo para que podamos seguir soñando con nuestras utopías de un mundo libre de imperialismos de cualquier índole y calaña.
En los próximos meses y años varias democracias latinoamericanas deberán someter nuevamente a sus pueblos a la elección de nuevos gobernantes. Las advertencias otra vez están dadas a lo largo y ancho de la América Central y del Sur, así como en otras latitudes del planeta, y quien quiera oírlas que las oiga; y quién no, ya debe saber cual será el resultado de pretender cambiar todo o muchas cosas porque sino nada cambia.
Sin embargo, somos muchos los que advertimos que un nuevo movimiento social internacional está en ciernes y que está conformado por cientos de millones de personas que hoy están excluidas de los supuestos beneficios neoliberales globalizados. Eso los tiene sumamente preocupados, a quienes desean seguir manejando los hilos políticos, económicos, financieros y armamentistas mundiales, y los lleva a seguir cometiendo gravísimos errores y crímenes condenables a sociedades enteras. El camino por recorrer, sin la menor de las dudas, está minado por infinidad de trabas impuestas por los centros mundiales de poder y los actuales líderes mundiales siguen sus consejos e imposiciones a cualquier precio y al costo de sus propios conciudadanos.
Llegará el momento que los pueblos del mundo haremos que cambien los vientos, que los mares se embravezcan, que desde las entrañas de la tierra y con un sol iluminando con todas sus fuerzas podamos ver un mundo que merezca ser vivido, compartido y disfrutado por todos donde la solidaridad, el sano progreso, la igualdad de oportunidades y la distribución equitativa de la riqueza se convierta en realidad.
Algunos dirán que me gusta soñar, y humildemente les digo que ese sueño es el único que me desvela y hace que mi corazón palpite cada día con más fuerza.
12 de abril del 2002
Hugo Alberto de Pedro