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15 de junio del 2002
Equipo Nizkor
La Unión Europea (UE) está terminando de dar forma a un plan secreto para poder interceptar e-mails personales, controlar el tráfico de Internet y monitorear los datos informáticos y registros telefónicos de los habitantes de la comunidad. La UE fundamentó la medida en la necesidad de "aggiornarse" para combatir las nuevas formas del crimen. El proyecto, similar al que el FBI pretende introducir en los Estados Unidos, desató la furia de los defensores de la privacidad.
La policía y los servicios de inteligencia de los países de la Unión Europea (UE) podrán interceptar los e-mails personales, controlar los hábitos de navegación en Internet y acceder a los registros telefónicos de sus habitantes, gracias a un plan al que sus detractores califican como "el avance más desmesurado del poder del Estado sobre la información privada". La idea de la Europol, que reúne a las policías y centrales de inteligencia de los países que integran la UE, es que las compañías de telefonía e Internet intercepten y retengan diariamente millones de datos, incluidos los mensajes circulantes en los foros virtuales, las llamadas realizadas desde celulares y los mensajes de texto de aquellas personas que están bajo vigilancia.
Según los documentos a los que pudo acceder "The Observer", la UE está diseñando un "código común" para la retención de datos, que se aplicará en todos los estados miembros de la comunidad. "Es obvio que un cambio tan importante en materia de control de la información privada se lleve a cabo en secreto. Al parecer, fue Gran Bretaña la que ejerció presión sobre los otros miembros de la UE para implementar este tipo de legislación", dijo el doctor Ian Brown, un prestigioso experto en privacidad y director de la Fundación para la Investigación de las Políticas de Información. El especialista opinó que, "en el 99 por ciento de los casos, la información obtenida será utilizada correctamente. Pero, ¿qué pasa con el uno por ciento restante?", advirtió Brown.
El documento de Europol fue redactado en una reunión privada celebrada en abril en La Haya, Holanda, entre miembros de las policías, los servicios de inteligencia y las aduanas de toda Europa, y enumera diez áreas en las que se retendrá información a fines de combatir el terrorismo internacional, el tráfico de drogas y la delincuencia. Según la nueva legislación, se le solicitará a aquellas empresas que tengan sitios de Internet que registren las claves ingresadas por los particulares y, también, que almacenen las cadenas de páginas visitadas y los datos de tarjetas de crédito y cuentas bancarias utilizados para pagar o suscribirse a sus bienes y/o servicios. Entre otras cosas, se pretende averiguar quién envió un e-mail, a quién se lo mandó, desde dónde lo hizo, cuál era su contenido y en qué fecha y a qué hora fue despachado.
Aparentemente, Gran Bretaña exigirá que los datos reunidos sean conservados durante no menos de cinco años. Fuentes de la Unidad Nacional de Crímenes de Alta Tecnología, con sede en Londres, Inglaterra, encargada de supervisar la implementación del plan de retención y conservación de datos en las islas, señalaron que el crecimiento del llamado "cibercrimen" está requiriendo nuevos poderes para poder sacar alguna ventaja a los criminales. Por eso necesitamos confeccionar un código, para que todos los países de Europa manejen el mismo conjunto de reglas", dijo un funcionario. Y agregó: "Internet no reconoce fronteras nacionales y las compañías de telefonía e Internet no tienen por qué complicarse utilizando códigos distintos en diferentes países".
El documento de Europol dice que, una vez aprobado el proyecto, se controlará también el uso de los teléfonos fijos y los celulares, y que se retendrá la información referida a los números discados, a cuándo y desde dónde se discaron y, por supuesto, se anotarán los detalles personales de quien efectuó la llamada investigada, como su dirección, fecha de nacimiento y datos bancarios de quien pagó la llamada monitoreada. Incluso, el documento, titulado "Reunión de expertos en cibercrimen: retención de datos", sugiere que la policía y los servicios de inteligencia podrían utilizar la señal de recepción que emiten los teléfonos móviles para así rastrear la ubicación geográfica de quien está haciendo la llamada sospechosa. Los expertos en privacidad de toda Europa están más preocupados que nunca.
[Fuente: Kamal Ahmed del diario The Observer, Londres, traducido por Claudia Martínez del Diario Clarín de Buenos Aires, Arg, 12jun02]