Pugnan
por desaparecer el Grupo de Trabajo de Pueblos Indígenas
Eduardo Tamayo G.
ALAI-AMLATINA, 29/07/02, Ginebra. Poderosos gobiernos y corporaciones transnacionales
estarían pugnando por la desaparición del Grupo de Trabajo sobre
Poblaciones Indígenas (GTPI), debido a que se ha convertido en el principal
foro internacional de denuncia de las violaciones de los derechos humanos de
los pueblos indígenas en el marco de Naciones Unidas.
Esta preocupación fue expresada por representantes indígenas que
asistieron al 20avo período de sesiones del GTPI que se llevó
a cabo del 22 al 26 de julio en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
"La supresión del GTPI es el deseo de numerosos gobiernos occidentales,
con Estados Unidos, Canadá y Australia a la cabeza, seguidos de cerca
por gran parte de naciones europeas", señala el periódico la Tribuna
de Ginebra en su edición del 26 de julio del 2002. Este interés
es compartido por otros estados como China y la India, según fuentes
indígenas.
Dos argumentos invocan los gobiernos para desembarazarse de este foro internacional:
la duplicidad de funciones con el Foro Permanente de Poblaciones Indígenas
(FPPI) que inició sus labores el pasado mes de mayo en Nueva York y razones
de índole presupuestaria, según informó Marcel Arias, representante
de la Asociación Kunas Unidos por Nabguana (Panamá) con estatus
consultivo en Naciones Unidas.
Para los indígenas el GTPI y el FPPI tienen mandatos diferentes. El GTPI,
fundado en 1982, se encarga de abordar específicamente el tema de la
protección y promoción de los derechos humanos y libertades fundamentales
de los pueblos indígenas. En cambio, el FPPI, creado por el Consejo Económico
y Social el 28 de julio de 2000 y compuesto por 16 delegados (8 por los gobiernos
y 8 por los indígenas), tiene un mandato más amplio y "examina
las cuestiones indígenas en el contexto de las atribuciones del Consejo
relativas al desarrollo económico y social, la cultura, el medio ambiente,
la educación, la salud y los derechos humanos".
"Los mandatos de los dos grupos no son los mismos, sus funciones son complementarias.
El Grupo de Trabajo es una vitrina formidable para denunciar los abusos concernientes
a los pueblos autóctonos. El Foro Permanente no tiene el rol ni los medios
de hacer esto. El presupuesto que nos ha sido asignado por la ONU es de cero
francos", declaró a la prensa Mililani Trask, representante por los pueblos
indios de Estados Unidos ante el FPPI.
El FPPI está en una etapa incipiente. Es un órgano ejecutivo sin
presupuesto, sin oficina, sin equipos. No cuenta con recursos ni siquiera para
comunicaciones. "Hay una falta de lógica: mientras la ONU decide establecer
el Foro Permanente para los Pueblos Indígenas no le asigna recursos para
que pueda funcionar", señaló por su lado el representante indígena
de Noruega, Ole Henrik Magga, miembro del FPPI.
El Cónclave indígena, reunido con motivo de la 20ava sesión
del GTPI, se pronunció categóricamente por la continuación
del grupo de trabajo, proponiendo hacia el futuro una agenda que contemple:
la revisión de los derechos humanos de los pueblos indígenas en
los mecanismos internacionales existentes; la responsabilidad de las corporaciones
transnacionales hacia los pueblos indígenas en cuanto a tierras y territorios;
el consentimiento libre, previo e informado de todos los aspectos que afecten
a los pueblos indígenas; las evaluaciones de los proyectos de desarrollo
sobre sus impactos ambientales y sociales; la protección del "conocimiento
indígena" y del "conocimiento tradicional"; la re-localización
de los pueblos indígenas, de modo que la carga recaiga sobre el colonizador
y no del indígena víctima de la colonización; y la creación
de un proceso jurídico para los pueblos indígenas, incluyendo
el acceso a los cuerpos jurídicos internacionales.
El GTPI está compuesto por cinco expertos independientes que son miembros
de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos
Humanos. Los representantes de organizaciones y comunidades indígenas
asisten en calidad de observadores. Algunas de sus reuniones han llegado a ser
las más numerosas conferencias de derechos humanos en Naciones Unidas.
En este año, por ejemplo, asistieron 1010 delegados/as, incluyendo representantes
indígenas, de gobiernos, ONGs, universidades, organismos internacionales.
Desde el seno del GTPI se han generado importantes iniciativas a favor de los
pueblos indígenas. Una de ellas es el proyecto de Declaración
de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas que fue
aprobado por la Subcomisión de Promoción y Protección de
los Derechos Humanos y remitido a la Comisión de Derechos Humanos. En
1995, la Comisión creó un grupo específico para tratar
este tema, pero los avances son muy lentos debido a la oposición de las
grandes potencias.
Los representantes de los pueblos autóctonos estiman que la supresión
del grupo de trabajo seria un atentado a la defensa de sus derechos. Ellos perderían
una red que les ha permitido, desde hace 20 años, organizarse, intercambiar
ideas y formar un frente común para defender sus intereses amenazados
por Estados neocolonialistas y empresas madereras, petroleras, mineras, energéticas,
etc. "Para nosotros, la tribuna de la ONU es el único lugar en donde
podemos mantener un dialogo con los gobiernos", dijo Marcelino Díaz,
representante del Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas, estado de Guerrero,
México.
El presidente del GTPI, el experto cubano Alfonso Martínez, dijo que
tras 20 años de labor, se requiere repensar y refundar el GTPI y que
hacia el futuro será necesario armonizar el trabajo con las otras instancias
de Naciones Unidas que abordan el tema indígena. Algunas iniciativas
se han planteado al respecto como la de incrementar la participación
de los jóvenes y mujeres en los trabajos del GTPI pues este también
es un mecanismo de formación y capacitación de los nuevos líderes
indígenas.
La decisión sobre el futuro del GTPI estará en manos del ECOSOC,
el que, generalmente, toma muy en cuenta los informes emitidos por los expertos
del GTPI, la Subcomisión de Promoción y Protección de los
Derechos Humanos y la Comisión de Derechos Humanos. Los/as representantes
esperan que esta vez sus puntos de vista no sean ignorados.
Correo enviado por Revista Koeyu Latinoamericano Caracas, Venezuela