La vieja Europa

GARA
Paca Villalba desarrollaba la defensa jurídica de represaliados y presos políticos comunistas y antifascistas desde 1977
Vecina de Madrid y fallecida a los 47 años de edad, su muerte ha sido especialmente sentida por todas las AFAPP y por los Comités por un Socorro Rojo Internacional (SRI), que en su nombre y en el de «todos los presos políticos militantes del PCE (r), de los GRAPO y del SRI» remitieron un comunicado haciendo un llamamiento a todos los solidarios antirrepresivos a despedir a «esta imprescindible y digna mujer».
«Imprescindible», coinciden cuantos le conocieron, toda vez que «nunca falló» en la defensa de los represaliados y en el apoyo a los que están en prisión.
Desde Euskal Herria, el abogado vasco Carlos Trenor la recuerda «entusiasta, defensora acérrima de la clase trabajadora» e incansable. «Todavía la veo recogiendo firmas en Madrid, optimista hasta la médula. Siempre sostenía que la revolución es posible».
El también abogado Iñigo Iruin recuerda su mano siempre tendida, para ceder incluso su despacho y su base de datos, para ayudar en lo que fuera en juicios como el del caso Lasa- Zabala.
Trasladado su cadáver al Tanatorio Sur de Madrid (Carabanchel), fue despedida por familiares y amigos.
Lejos, pero para ella siempre tan cerca, en Italia resonaban los ecos del registro policial de 17 viviendas y locales de militantes de SRI, último episodio, de momento, de una redada masiva que se ha saldado con 15 personas encarceladas, y varias de ellas torturadas según denuncia SRI. A todas ellas las habría defendido y, dado el caso, por ellas pleiteado, Paca Villalba.