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13 de junio del 2002
Se celebrará en Madrid la
cuarta reunion
de la Conferencia Anticapitalista Europea
El próximo 18 de junio se celebrará en Madrid la cuarta reunion
de la Conferencia Anticapitalista Europea, que intenta coordinar a diversas
organizaciones de la izquierda alternativa europea. En esta ocasión,
la reunión esta organizada técnicamente por Espacio Alternativo
y asistirán además como observadores Izquierda Unida y la Corriente
Roja de IU (antes Plataforma de Izquierda).
Aportación de Espacio Alternativo a los debates de la Conferencia Anticapitalista
Europea, Madrid junio del 2002
1- ¡Más Europa, más mercado!: el programa de la presidencia española de la UE
El programa de la presidencia española de la UE ha estado marcado por una coyuntura llena de elementos que implicaban cambios "fuertes" de tendencias políticas a largo plazo:
*Los atentados del 11 de septiembre y la contra-ofensiva imperialista en la
forma de la "guerra contra el terrorismo", la subordinación de los intereses
imperialistas de la UE a EE UU al mismo tiempo que se refuerza la busqueda de
una capacidad más autonoma de intervención diplomática
y militar propia de la UE;
*La puesta en circulación del Euro como moneda única, en medio
de la recesión en la Eurozona, con un importante debate sobre la necesidad
de "flexibilizar" o no el Pacto de estabilidad y crecimiento que articula las
políticas neoliberales en la Eurozona;
*Una ofensiva capitalista contra la clase obrera para flexibilizar aun más
el mercado de trabajo bajo la consigna de "reformar el modelo social europeo",
incluyendo ataques contra pensiones, derechos laborales y los derechos civicos
de los emigrantes, con el argumento de que este es el principal obstaculo que
impide una recuperación de la economía europea similar a la de
EE UU;
*La fase final de las negociaciones para la Ampliación de la UE, que
implican una expansión de las políticas de reestructuración
neoliberal dictadas por Bruselas a los paises de Europa Centrao y Oriental,
al mismo tiempo que refuerzan los procesos de reestructuración dentro
de la UE-15 en programas de redistribución social como la PAC o los fondos
estructurales;
*El lanzamiento del debate sobre el futuro político institucional de
la UE, que lleva implicita una importante lucha por el poder entre sectores
de las oligarquias europeas y la Comisión, y crea una presión
adicional en aquellos países como Reino Unido, Suecia o Dinamarca que
habían mantenido hasta el momento formulas de integración en la
UE y el Euro específicas;
*La celebración de elecciones en Portugal, Francia, Holanda y Alemania,
con la perspectiva de derrotas de los gobiernos de coalición social-democratas
y verdes, materializando un giro a la derecha que cierra el ciclo electoral
abierto tras la guelga general en Francia de los servicios públicos en
diciembre de 1995 y que llevó a este tipo de coaliciones socio-liberales
a 12 de los 15 estados miembros de la UE.
Orientandose en esta coyuntura, el gobierno conservador del Partido Popular
y el Primer Ministro Aznar partieron de un programa para el semestre que en
buena parte había sido ya fijado por la Cumbre franco-alemana del 23
de noviembre y por un nuevo impulso de las reformas neoliberales, "retomando
el espíritu de Lisboa" apadrinado por el "eje del mal" Blair- Berlusconi-Aznar.
El verdadero objetivo de este programa del semestre español ha sido crear
las bases políticas e ideológicas para facilitar un giro a la
derecha y acabar con el ciclo político abierto tras la huelga general
del sector público en Francia en 1995, permitiendo una ofensiva general
contra la clase obrera en una nueva reforma del mercado de trabajo, las pensiones
y los derechos de los inmigrantes. Todo ello envuelto en el discurso de la "seguridad"
que justifica la "guerra contra el terrorismo" y prepara la represión
de las resistencias políticas y sociales de los jovenes y los trabajadores.
Es así como entendemos las agendas del Consejo Europeo de Barcelona y
del de Sevilla. El primero, en Barcelona:
*reiterando los limites inflexibles del Pacto de estabilidad y crecimiento,
que implican una política económica claramente recesiva,
*abriendo el debate sobre las reformas del mercado laboral y las pensiones,
*lanzando un nuevo ciclo de reestructutaciones y privatizaciones especialmente en los servicios públicos (energía, transportes, correos....),
*y un intento de relanzar las políticas comunes de I+D como Galileo o de armamentos y aeronauticas.
El Consejo Europeo de Barcelona ha encargado a la Comisión 29 informes
para la reforma de sectores claves que estan sirviendo para modificar el clima
ideológico en la UE y preparar la nueva política de reestructuración
neoliberal de la derecha conservadora.
En Sevilla, esta agenda neoliberal se ampliará con:
*el debate de políticas de exención fiscal para las medianas y pequeñas empresas, cuyo objetivo es favorecer las subcontrataciones y la integración productiva "en red" sobre la base del trabajo flexible y la consolidación de una subclase de trabajadores inmigrantes sin derechos civicos ni laborales,
*un giro en las políticas medio-ambientales, que bajo la definición
de "desarrollo sostenible" intentan hacer compatible los Acuerdos de Kyoto y
la energía nuclear e iniciar un nuevo ciclo de inversiones en infraestructuras
"duras" en el transporte y el agua,
*avanzar en el debate sobre la reforma de las instituciones europeas, dotando
de base legal y procedimental al nuevo funcionamiento de "directorio", con la
creación de un nuevo Consejo de Asuntos Generales comunitario para los
asuntos de soberania transferida paralelo al Consejo de Ministros de Asuntos
Exteriores de la UE. Al mismo tiempo, y cara a la Conferencia Intergubertamental
del 2004, los estados miembros "grandes" ya han rechazado el Plan Prodi –que
pretendia convertir a la Comisión en un Gobierno de la UE- y han apostado
por la elección de un Presidente del Consejo de la UE, acabando con las
presidencias rotatorias semestrales,
*pero el tema clave será el debate sobre políticas inmigratorias,
de refugio y control de las fronteras externas de la UE ampliada, que dará
un marco social y legal a la existencia de una subclase de trabajadores inmigrantes,
que ya sumán más de 12 millones de personas sin derechos civicos
ni laborales, el 10% de la clase obrera en la UE.
El balance que presentará Aznar de la Presidencia española será
triunfal, porque todo lo que hace le sale bien, según él y TVE.
Esa es la teoría. Pero este balance reflejará ante todo la prioridad
del discurso de la derecha conservadora después del 11 de septiembre:
la seguridad, o mejor dicho el miedo a la inseguridad. Una inseguridad a la
que se le quiere poner la cara del terrorista, del inmigrante, del militante
sindical o del manifestante anti-capitalista, y que intenta manipular las verdaderas
causas de la inseguridad, que son las reestructuraciones, el aumento del paro
(11,5 millones de personas en la eurozona), los precios de las viviendas y la
recesión, además de la política consciente de crear una
sub-clase de trabajadores extranjeros sin derechos sindicales ni civicos.
Para poder aplicar esta política de "modernización" neoliberal,
los gobiernos de la derecha europea necesitan quebrar la resistencia del movimiento
por la justicia global y los sindicatos, evitar su confluencia, imponer un régimen
de libertades restringidas en nombre de la seguridad y el peligro terrorista.
Y ese es el terreno de cultivo en el que esta creciendo la extrema derecha,
como si se tratase de la bacteria de la legionela, en las cloacas, los desagues
y las torres de ventilación de un estado del bienestar abandonado a su
suerte por las políticas neoliberales
2- Polarización política y luchas sociales en la UE
La polarización política y social que ha querido impulsar el Gobierno del Partido Popular en toda la UE, como una forma de contribuir a las campañas electorales de sus correligionarios conservadores, sin duda esta ahí. En Portugal, ha vencido la derecha del PSD, que se tiene que apoyar en el ultraconservador PP. En Francia, Chirac se eleva sobre el cadaver político de Jospin como el salvador de la Vª República frente al asalto fascista de Le Pen. En Alemania, Schroder ve comos sus posibilidades de victoria se erosionan de día en día.
La UE gira a la derecha en su mapa político institucional. Y en gran
parte es así, primero por la complicidad de la socialdemocracia con los
programas neoliberales y su pasividad ante la ofensiva de la derecha, y segundo,
por la ofensiva social neoliberal desatada desde las instituciones de la UE.
Los jovenes y los trabajadores, por el contrario, no parece estar dispuesta
a dejarse derrotar tan facilmente y han comprendido en buena parte el peligro
que supone el ascenso electoral del populismo más reaccionario en Austria,
Italia, Francia e Inglaterra.
El ataque de la derecha ha encontrado una resistencia inesperada por su determinación
y alcance en el movimiento por la justicia global y los sindicatos. El primero
ha continuado su crecimiento y profundizado su radicalidad en Barcelona, en
Roma y otras ciudades italianas, en las dos semanas de manifestaciones en toda
Francia, entre la primera y la segunda vuelta, contra Le Pen, en un 1º de Mayo
que no se recordaba desde hace tiempo no solo en Paris, sino tambien en Milán
y Roma, en Londres, en Berlin, en Lisboa y en Madrid.
El movimiento sindical, que ha ido acumulando visibilidad en Niza, Bruselas
y Barcelona, ha estado a la cabeza de las manifestaciones contra la reforma
del mercado de trabajo en Italia, donde la manifestación de la CGIL reunió
a 1 millón de personas; en la primera huelga general en siete años
en Alemania, por una subida salarial del 6,5%, convocada por la IG Metall y
que ha sido seguida masivamente hasta imponer una subida final del 4%; y en
España, CCOO y UGT, después de años de subordinar toda
mobilización a las negociaciones con el Gobierno del PP, se han lanzado
a un pulso decisivo con la convocatoria de huelga general el 20 de junio, vispera
del Consejo Europeo de Sevilla.
La socialdemocracia europea es la principal perdedora de esta situación.
No porque la izquierda pierda un numero importante de votos, sino porque los
programas neoliberales que han impulsado han divido a la clase obrera y esta
división se proyecta en una ruptura del bloque político hegemonizado
hasta ahora por la socialdemocracia y que incluía a verdes y comunistas.
Schroder acusa ahora a la Comisión de ser en parte responsable del ascenso
de la extrema derecha por su politica de armonización del mercado interior
y su falta de transparencia.
Entre los aliados, los verdes han mantenido sus votos en Francia, pero esta
por ver que pasará en Alemania. El PCF se ha hundido, mientras que Rifondazione,
por el contrario, ha iniciado un giro a la izquierda, situandose en el movimiento
y rompiendo definitivamente en su último Congreso con el estalinismo.
En Portugal, la única fuerza de izquierdas que ha crecido es el Bloco,
en Francia, LO y la LCR suman el 10% de los votos y en Inglaterra, la Alianza
Socialista ha triplicado su apoyo en las elecciones municipales, aunque su importancia
política no sea comparable.
La correlación de fuerzas social se esta definiendo de nuevo en toda
la UE en una serie de enfrentamientos cuyo resultado está aún
por ver. El mapa político ya ha comenzado a cambiar, incluido a nivel
electoral, como consecuencia de esta polarización. El ciclo político
abierto en 1995 se ha agotado, pero aun estan por ver las características
del nuevo, que comienza con una ola de movilizaciones importantes y a través
de toda la UE.
3- Seis meses de lucha contra la Europa del Capital en el Estado español
Las luchas contra la Presidencia española de la UE en el estado español han venido precedidas de un contexto internacional de recuperación de la movilización social tras el 11 de septiembre. En primer lugar, el movimiento contra la guerra y sus masivas manifestaciones en Gran Bretaña e Italia, las manifestaciones de Bruselas en diciembre contra la Presidencia belga de la UE, las manifestaciones anti-fascistas en Francia y las sindicales en Italia. En segundo lugar, el II Foro Social Mundial de Porto Alegre, al que acudieron cientos de cuadros del movimiento en el estado español y la explosión social en Argentina, que por la cercania cultural, ha sido seguida con gran interés.
Tras Seattle, el movimiento por la justicia social en el estado español
ha ido acumulando fuerza a través de:
*la consulta social por la abolición de la deuda externa organizada por
la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa (RECADE) el 12
de marzo del 2000,
*la creación del Movimiento de Resistencia Global (MRG) en Catalunya
y de Hemen eta Mundua en Euskal Herria en el verano del 2000, así como
la preparación de la movilización de Praga, que se convirtió
en la fundación del movimiento por la justicia social en el todo el estado
español,
*la campaña contra el Banco Mundial en Barcelona en junio del 2001, que
coordinó las redes de resistencia en todo el estado y constató
la masividad y juventud de las mismas, así como hacer una primera experiencia
de trabajo en conjunto,
*la movilización contra el Plan Hidrológico Nacional, que permitió
conectar con sectores especialmente afectados en Aragón y Catalunya y
recoger un amplio eco de solidaridad en el movimiento ecologista de todo el
estado español,
*la campaña y movilizaciones contra la reforma de la enseñanza
universitaria (LOU), con decenas de miles de estudiantes en la calle,
*Las durisimas luchas de los inmigrantes en Catalunya y Andalucia y el estallido
de algunas luchas sindicales "ejemplares", aunque aisladas (Sintel, Lear, Miniwatt....),
La Campaña contra la Europa del Capital y la Guerra ha combinado en este
semestre la preparación de dos citas centrales, en Barcelona y Sevilla
y el trabajo local de preparación de manifestaciones contra reuniones
secundarias de la Presidencia española, como en Pamplona y Asturias y
en Valencia contra la Conferencia Euromediterranea (75.000 manifestantes) y
en Madrid contra la Cumbre UE-America Latina (100.000 manifestantes).
La movilización de Barcelona, la más importante hasta ahora a
la espera de ver que pasa en Sevilla, estuvo apoyada por una campaña
de más de 100 organizaciones de distinta naturaleza (RECADE, MRG, HeM,
Colectivos Zapatistas, Marcha Mundial de Mujeres, Euromarchas, ATTAC, Asamblea
de Trabajadores contra la Globalización y distintas organizaciones políticas...).
No se adoptó una estructura de plataforma de organizaciones, sino una
campaña formada por asambleas y comisiones de trabajo abiertas, con participación
individual, que se adaptaba mejor al peso muy grande las redes informales y
de la gente no organizada. La campaña pretendia conjugar todo tipo de
actividades, con objetivos diferentes, evitando contraponerlas (foro alternativo,
manifestación de masas, jornada de acción directa) buscando la
"contaminación" recíproca.
A pesar de algunos intentos de manipulación sectaria iniciales, de "rentabilización"
política partidista de algunas corrientes, en su conjunto el movimiento
ha sido capaz de superar estas herencias del pasado y funcionar con unos mecanismo
más o menos democráticos y representativos, que reflejan el peso
de la generación más joven y no organizada.
El resultado fue muy positivo. Manifestación de la CES el día
13 de marzo de 100.000 personas, la gran manifestación de más
de 300.000 personas el día 16, sin olvidar la manifestación contra
el Plan Hidrológico Nacional del domingo 10 , de unas 200.000 personas.
A ello hay que sumar decenas de actividades independientes durante la semana
y el Concierto de Manu Chao del propio día 16, con unos 45.000 asistentes.
Desde el punto de vista político, lo más interesante fue el intento
de recuperación de estas movilizaciones por partidos políticos
reformistas estatales y nacionalistas, apoyados por un sector de ONGs y las
direcciones de los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, que crearon un Foro
Social de Barcelona, como un instrumento organizativo y mediático con
el que competir por la hegemonia del movimiento con la Campaña contra
la Europa del Capital y la Guerra. Este intento fracasó en buena medida
al impulsar una dinámica de desmovilización y control frente a
la espontanea radicalidad del movimiento. Como es conocido, el bloque en la
manifestación del FSB tuvo que disolverse en el mismo lugar en el que
se habia concentrado ante la masividad de los manifestantes de la Campaña
contra la Europa del Capital y la Guerra.
El éxito del movimiento por la justicia social en Barcelona, el fracaso
relativo de los intentos de recuperación por los sectores reformistas
ha tenido un impacto político todavía dificil de calibrar, aunque
podemos adelantar algunos "efectos colaterales":
*una desligitimación social del proyecto político europeo del
PP y su Presidencia española, que se ha visto contestada por la mayor
manifestación habida contra una Cumbre Europea,
*una presión sobre los sindicatos mayoritarios, enfrentados al hecho
real de que la resistencia social es posible, en un momento de fin de la política
de cooptación de las direcciones sindicales mayoritarias por el Gobierno
del PP y lanzamiento de una nueva fase de la reforma laboral. La convocatoria
de la huelga general del 20 de junio no es concevible sin el éxito del
movimiento por la justica social en Barcelona, asi como de la huelga general
en Italia.
*Un aumento de la tensión política entre el PP y el PSOE, y especialmente
dentro de este por la ineficaz labor de oposición de Zapatero como lider
del PSOE,
*Un reforzamiento del discurso sobre la "seguridad" y contra el "terrorismo",
que intenta establecer una conexión desligitimadora entre los fines y
las prácticas de ETA y el resto del nacionalismo vasco y reforzar el
"nacionalismo español".
Veremos que ocurre finalmente en la Huelga General convocada por CC OO Y UGT
el dia 20 de junio. Se trata de un pulso decisivo que tendrá graves consecuencias
tanto si triunfa como si fracasa, determinando el futuro de la resistencia sindical
en los próximos años. Después de años de aislamiento
de los sectores sindicales más combativos, puede abrirse de nuevo la
posibilidad de un trabajo de corrientes sindicales de izquierdas con influencia
real.
Aunque la preparación de las movilizaciones de Sevilla no contaba con
la densidad del entramado social de resistencias tejido durante estos años
en Catalunya, si cuenta con la radicalidad y el trabajo de años de sectores
más tradicionales, como los jornaleros organizados en el Sindicato de
Obreros del Campo (SOC), las luchas de los trabajadores inmigrantes y sin papeles,
que constituyen la mano de obra especialmente explotada de las exportaciones
agrícolas andaluzas a la UE y el movimiento estudiantil, que ha tenido
una significativa participación en la campaña contra la LOU.
El éxito de la Campaña contra la Presidencia española de
la UE ha permitido avanzar en la reconstrucción del movimiento social
y político alternativo y anticapitalista en el Estado español.
Se ha producido un cambio generacional importante, lo que implica nuevas experiencias,
lenguajes y culturas de resistencia distintas y paralelas a los restos de las
heredadas de las luchas contra la dictadura franquista en los 70, y las luchas
contra la OTAN en los 80. El movimiento sigue siendo ante todo una protesta
social autónoma, que madura a sus propios ritmos, con un fuerte componente
democrático y anticapitalista. Sin prisas, pero sin pausas, se estan
creando las condiciones para que surja una alternativa política "a la
izquierda de la izquierda".
4- La UE en la encrucijada
Estamos convencidos que el proyecto "europeista" de las oligarquias europeas se encuentra en una encrucijada de dificil solución, que puede desembocar en una crisis del proyecto de la UE. Por el momento, son percevibles las primeras fisuras de la hegemonía ideológica de este proyecto "europeista" de gobernanza anti-democrática y reestructuración neoliberal.
Estas fisuras son en parte producto de la resistencia del movimiento por la
justicia global y los sindicatos, como hemos analizado. Pero también
de las contradicciones internas del propio proyecto"europeista" y del choque
de intereses sociales y políticos entre distintos sectores de las oligarquias
europeas. La aplicación de las politicas de reestructuración neoliberal,
la ampliación al Este, la contrucción de la "Europa potencia",
la reforma institucional de la UE exigen no solo derrotar las resistencias de
los jovenes y los trabajadores sino imponer una nueva hegemonia que jerarquize
los intereses de las oligarquias europeas y establezca un nuevo consenso "europeista".
Y ese consenso esta lejos de ser fácil. Por el contrario constatamos
que se multiplican las luchas internas entre sectores de las oligarquias europeas
como se ha puesto recientemente de relieve en:
*El enfrentamiento entre las Comisarias de Energía y Medio Ambiente,
Loyola de Palacio y Margot Wallstrom sobre un incremento del uso de la energía
nuclear con la excusa de que es la única compatible con las obligaciones
sobre emisión de gases de los Acuerdos de Kyoto;
*Las divisiones entre los Estados Miembros sobre que alcance deben de tener
las represalias contra EE UU por el aumento de las tarifas para el acero y los
nuevos subsidios a la agricultura norteamericana, debilitando la posición
de la UE en la OMC y en la Ronda de negociaciones comerciales abierta en Doha;
*La denuncia de los acuerdos del Consejo Europeo de Barcelona sobre la reducción
del déficit público en el 2003 y el mantenimiento del Pacto de
Estabilidad y Crecimiento por Chirac tras las elecciones presidenciales francesas;
*El rechazo de las propuestas del Comisario Solbes de coordinar las politicas
economicas y presupuestarias de los estados miembros antes de que sean aprobadas
por los parlamentos nacionales, en un proceso de comunitarización de
estas políticas para apoyar la fortaleza del Euro;
*El rechazo de los estados miembros que son contribuyentes netos al presupuesto
comunitario de mantener los subsidios directos a los agricultores de los estados
miembros y de los candidatos cuando estos lo sean en el 2004, exigiendo una
reforma previa de la política agraria común que acabe con esta
redistribución social y ligue los fondos a programas de reestructuración
rural;
*La reforma de la política común de pesca, con reducción
de un 60% de la actual flota comunitaria y la perdida de más de 28.000
empleos sin un marco de ayudas sociales y en un caso ejemplar de ecologismo
neoliberal sobre la base de la necesaria defensa de los caladeros;
*La "europeización" de los fondos de pensiones, permitiendo a aquellos
que rompan con el marco de control nacional la inversión hasta un 30%
de su capital en "inversiones de riesgo";
*El enfrentamiento abierto entre el Plan Prodi de reforma institucional, que
pretende hacer de la Comisión el centro de la gobernanza comunitaria,
y el Plan apoyado por Blair, Chirac y Aznar de convertir a las formaciones del
Consejo en el verdadero gobierno de la UE, con la designación adicional
de un Presidente del Consejo Europeo por un periódo de cinco años
entre los antiguos jefes de gobierno. Señalando que ambos Planes suponen
un nuevo recorte, en cualquier caso de las actuales competencias del Parlamento
Europeo.
Todos estos conflictos, surgidos bajo la propia presidencia española
de la UE muestran hasta que punto se estan agudizando las tensiones que el propio
sistema debia arbitrar. Y la salida de estos conflictos se anuncia como un ejemplo
más de atropello de los derechos democráticos de los ciudadanos
y de la imposición de los sectores de las clases dominantes más
fuertes sobre el resto. Como en el forzado cese del Director General de Pesca
Steffen Smidt por Prodi a petición de Aznar.
El más grave de estos atropellos quizas sea el que se prepara contra
la voluntad del pueblo irlandés, obligado a un segundo referendum para
que acepte el Tratado de Niza, que rechazó por sus implicaciones en el
proceso de militarización de la UE. La Comisión prepará
ya, ante el más que posible segundo rechazo del Tratado de Niza por los
ciudadanos irlandeses, una argucia legal que integre los elementos esenciales
del Tratado en los nuevos Acuerdos de Adhesión de los estados candidatos.
En el mismo momento que se lanza el debate sobre el futuro de la UE, no podemos
más que constatar que la reforma institucional que pretende aplicar para
construir la "Europa potencia" se hace violando los derechos democraticos de
los ciudadanos europeos. La llamada Convención no es sino un simulacro
de proceso constituyente, cooptada a dedo por los propios gobernantes a los
que tiene que legitimar. La "Europa potencia" inicia así una involución
democrática con relación a la propia democracia liberal de los
estados nacionales que, con el discurso de la "seguridad" y el "estado fuerte",
prepara la comunitarización del "estado fuerte" y del regimen de excepción
en nombre de la gobernanza neoliberal.