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2 de julio del 2002
Contracumbre de Sevilla: Un balance crítico alternativo
Andalucía Libre
Imaginemos unos sindicalistas de una multinacional del automóvil
-la Volkswagen, la Ford o la Suzuki, tanto da- que se ponen de acuerdo para
realizar una movilización mundial contra la empresa. Saben que su Consejo
de Administración se va a reunir en Sevilla y dada la extrema gravedad
de la situación (despidos, rebajas de sueldos, atentados ecológicos,
cierres, represión policial...), convocan una manifestación mundial
para protestar y denunciar la política de la empresa. No obstante, tienen
buen cuidado en fijar la hora de la mani, asegurándose no sólo
de que ya ha terminado la reunión del Consejo de Administración
sino que, además, en ese momento, todos los altos ejecutivos de la multinacional
no sólo se encuentren ya fuera de la Ciudad sino que incluso se hallen
nuevamente en los países en donde habitualmente realizan sus funciones,
desde donde -cómodamente- podrán ver por televisión como
sus trabajadores protestan. Por si faltaba algo y al objeto de salvaguardar
el necesario respeto incluso al halo que dejan tras de sí estos ejecutivos
allá por donde pasan, la manifestación se desarrolla -previo acuerdo
entre sindicalistas y el Gobierno local- justo en sentido contrario adonde se
han juntado. Como es lógico, el Consejo de Administración se muestra
públicamente plenamente satisfecho de la "madurez" de los sindicalistas,
mientras en privado, claro, se felicitan de su candidez.
No pretendemos a cuenta de esta metáfora que se nos reconozca ningún
merito literario. Por ello y en aras de la claridad política no desarrollamos
indefinidamente el argumento, ni le introducimos más elementos y variaciones
y nos detenemos aquí. Con lo dicho basta y sobra para constatar algunas
de las limitaciones políticas de la Contracumbre de Sevilla (que siguen
y potencian a las ya vistas en Barcelona). De hecho no hay que ser un lince
para apreciar que algo no cuadra cuando el acto principal de una Contracumbre
está previsto y se realiza cuando la Cumbre ya ha terminado hace horas.
Algún pazguato ha dicho por ahí que el planeamiento de lo de Sevilla
era "una forma de evidenciar hasta que punto el movimiento antiglobalización
había aprendido de las experiencias de Génova, Gotemburgo o Seattle
y avanzado a partir de ellas". Por nuestra parte, afirmamos que con "avances"
de este tipo no hacen falta retrocesos. Para que nadie se llame a engaño,
recordamos que en esas ciudades lo que hubo fueron manifestaciones y acciones
de bloqueo masivas, destinadas a evidenciar simbólicamente el compromiso
y la voluntad de los participantes de impedir o al menos dificultar la labor
de los criminales encorbatados que suelen juntarse en este tipo de eventos.
La existencia de un perímetro controlado -como ha ocurrido también
en Andalucía- permitía medir y fijar de antemano a cada una de
las personas y sectores participantes hasta donde estaban dispuestos a llegar,
haciendo posible una convivencia y colaboración fructíferas. La
seriedad que desprendía la movilización trascendía el lugar
concreto de su realización e incluso el numero de sus participantes,
obteniendo dimensión mundial. Además, la actuación policial
represiva y la respuesta popular no sólo visualizaba a través
de los medios de comunicación el alcance del conflicto sino que, por
la vía de la imagen y de los hechos, reivindicaba actitudes y métodos
esenciales para la lucha cotidiana. No es de extrañar el impacto de esas
experiencias en la juventud a nivel mundial. Por supuesto, estas experiencias
no tenían nada que ver con el recurso estúpido y cobarde de refugiarse
dentro de una manifestación masiva para hacer salidas al objeto de destrozar
algún escaparate, justificando una represión policial salvaje
e indiscriminada.
En Sevilla esa batalla política se perdió nuevamente cuando el
FSS optó por fijar la fecha y hora de la manifestación masiva
el sábado 22 a las 20 horas; cinco después de concluida la cumbre.
No obstante, la posterior convocatoria de la Huelga General; la existencia de
otras manifestaciones menores previstas y sobre todo, los problemas habidos
en torno a la legalización del recorrido abrieron una pequeña
posibilidad de recuperar y reconducir políticamente el proceso. A esta
intención respondieron los sucesivos comentarios que aquí publicamos*
-con las autorestricciones debidas a elementales precauciones de seguridad-
aunque, finalmente, hubimos de asumir que no había posibilidad alguna
de reconducción.
Como es lógico, a esta orientación política se le ha sumado
desde las portavocias del FSS un discurso pacifista vomitivo, destinado a justificar
y legitimar esta línea de actuación, que por si fuera esto poco,
ha integrado sin dificultad los lugares comunes del pensamiento liberal -como
si los hubiera ido inspirando paso a paso algún aspirante a leguleyo-
en cada ocasión que ha tenido que analizar las actuaciones políticas
del Estado español ante la contracumbre. Salvando las distancias y las
especificidades, hemos vuelto a sentir el mismo malestar que antaño,
cuando similares pamplinas contribuyeron a limitar o eliminar los efectos políticos
positivos del movimiento antiOTAN o del movimiento de insumisión, sin
contribuir un ápice a su victoria antes al contrario, pese a los esforzados
argumentos pretendidamente "realistas" esgrimidos en su defensa.
Todos los lectores y lectoras de este Boletín conocen nuestra actitud
critica ante el PCE-IU. Sin embargo, en este caso, hemos de explicitar que el
PCE-IU no es el responsable principal de que el FSS optara por este curso político.
Tampoco es que estuviera en contra, desde luego. O que no le viniera bien que
otros le hicieran el trabajo. Pero, si hay que ser justos, hay que reconocer
que, sin la orientación de CGT; del exMC (ahora Acción Alternativa,
directamente y/o a través de otras organizaciones), del acompañamiento
de algunas otras corrientes y colectivos y de las carencias de otras (para no
variar, CUT-BAI no ejerció políticamente; lo que no es lo mismo
que militantes y afiliados suyos sí fueran activos en el FSS), esta orientación
no se hubiera convertido en carta de naturaleza del FSS a partir de su aval
desde "la izquierda". Vendría bien que algunas organizaciones de las
llamadas "sociales", habitualmente preventivamente distantes, criticas y despreciativas
hacia el PCE-IU, se plantearan si realmente, aparte las diferencias históricas
o personales, tienen realmente diferencias políticas con él o
son solamente funcionales. Así no es de extrañar que, además
de lo dicho, Andalucía estuviera políticamente ausente no sólo
del Manifiesto sino también de la imagen y del discurso central del FSS
o que pudieran colarse sin mayores problemas en su seno organizaciones que sostienen
al Gobierno social-liberal de Chaves como Los Verdes, JJSS o JJAA, abriendo
el camino estas dos ultimas al aprovechamiento del FSS por parte de sus respectivos
partidos.
En este punto, cabe repasar que la Contracumbre se ha desarrollado en medio
de un hostigamiento policial desproporcionado e injustificado. Con todo, no
sería justo achacarle a la presión policial la menor asistencia
de la prevista tanto a la acampada del Alamillo como a las actividades paralelas
del día 21; reconocidas ante Canal Sur TV por Joaquín Urías,
uno de los portavoces del FSS. Los acontecimientos, por cierto, desautorizaban
a posteriori la fijación de prioridades y sobre todo las consecuencias
políticas que de ellas derivaron.
Aparte de las charlas y encuentros, las acciones que tuvieron alguna repercusión
mediática tuvieron formas y contenidos discutibles. El strip-tease, de
una parte, era evidentemente una acción en busca de foto. El pasacalle
con gente disfrazada con traje de flamenca, inexplicable al realizarse en Sevilla
y desde luego no precisamente el mejor recurso para llegar a los andaluces "normales"**.
El encierro espontáneo, sobrevenido o autoorganizado, en la Iglesia de
El Salvador, aparte de motivarse por el apoyo a los inmigrantes ilegales encerrados
en la UPO y reafirmar con ello la identificación pública del FSS
con la consigna "Papeles para todos", podía haber dado lugar a una sabrosa
campaña de contrapropaganda contra el FSS si la pareja que celebraba
su boda, no se lo hubiera tomado con buen talante (lo que no era nada seguro
dada la zona donde está la Iglesia y por tanto el perfil político
dominante entre sus parroquianos).
La manifestación del 22, con todo, fue una buena manifestación.
Por supuesto, ni de lejos comparable al 4 de Diciembre de 1977 y algunas más,
pero si una concentración de gente apreciable. El FSS, primero dio públicamente
la cifra de 100.000 asistentes y luego la duplico (de ahí que haya medios
que recogen una u otra), con lo que se restó a si mismo credibilidad
cuantitativa. Pero en todo caso, hubo mucha gente y cortejos extremadamente
combativos, contribuyendo a ello seguramente la cercanía de la Huelga
General. Ciertamente, esa misma gente; la mitad, o incluso la quinta parte,
hubiera producido un efecto político mundial cualitativamente superior
de haber sido convocados y haberse manifestado el día antes, con todos
los jerarcas de la UE recluidos en el Palacio de Congresos o en sus Hoteles.
Algo que debería hacer reflexionar a quienes adelantan que Sevilla será,
a partir de ahora, "un foco permanente de pensamiento critico" -aplicándose
el cuento- es que el jefe superior de Policía Antonio Bertomeu, consideró
que la manifestación había sido «un éxito para todo el
mundo» y que el delegado del Gobierno español Torres Hurtado felicitara
públicamente al FSS por su comportamiento. Aún así, quienes
fueron a la mani, manifestaron indudablemente con ello su rechazo al orden existente.
Pese a todo y a la oportunidad general perdida, hay que valorar además
positivamente el esfuerzo y la dedicación de muchas personas y algunos
de los resultados obtenidos.
Y además, finalmente, hemos de contar con el aspecto positivo de que,
a cuenta de lo vivido en Sevilla estos días, con temperaturas de más
de 40º C a la sombra, un buen montón de guiris españoles y europeos
ya saben perfectamente a que nos referimos en Andalucía cuando hablamos
de la calor y quizá habrán entendido con ello no sólo lo
adecuado y fundado de algunas costumbres andaluzas sino lo injusto de algunos
tópicos antiandaluces que todavía circulan con profusión
allende Despeñaperros.
Notas:
* Hemos publicado comentarios sobre el movimiento antiglobalización,
la Contracumbre y el FSS en los nºs 68, 78, 95, 97, 114, 115 y 123.
* * No llegamos siquiera a atisbar cuales podían ser los razonamientos
que llevaran a plantear y ejecutar esta acción de disfrazarse de andaluces
en la misma Andalucía, de tan extremadamente absurda que nos parece.
Si ya los precedentes de hace algunos años de acciones similares, desarrollados
en otros países del Estado a cuenta de reutilizar las imágenes
de la película de Berlanga, "Bienvenido Mr. Marshall" nos resultaban
criticables y desagradables por lo que conllevan de ridiculización de
la imagen nacional de Andalucía- hacerlo en Sevilla implica un grado
de falta de imaginación y marginalidad en relación al país
increíbles.
* **Balance oficial del Foro Social de Sevilla en su Comunicado final, asequible
en su pagina: http://www.forosocialsevilla.org/