10 de diciembre del 2002
111 suicidios en 2002 suscitan la indignación de los defensores de los derechos de los presos
Suicidios en cárceles francesas
Kalegorria
La muerte de Xavier Dupuis, el pasado miércoles 4 de diciembre,
ha suscitado muchas interrogantes. Se trata del cuarto suicidio acontecido en
la prisión de Ploemeur en Morbihan (Bretaña) desde el pasado julio
y es uno más de los 111 suicidios que se cuentan en el conjunto de las
cárceles francesas desde el comienzos de 2002.
Se llamaba Xavier Dupuis, era originario de la región parisina, tenía
21 años y permanecía en detención provisional desde hacía
diez días en la cárcel de Ploemeur. Detenido por un caso de robo,
había sido presentado ante el tribunal correccional de Lorient en comparecencia
inmediata el 22 de noviembre. Su extraño comportamiento en la Audiencia
condujo al presidente del tribunal a retrasar su decisión. Xavier Dupuis
debía comparecer nuevamente ante el tribunal el próximo 23 de
diciembre, tras el examen psiquiátrico solicitado por el magistrado.
El preso no había pasado aun la revisión médica cuando
en la mañana del 4 de diciembre a las 5 h 30, en la primera ronda matinal,
un funcionario descubrió el cuerpo del joven. Xavier se colgó
con una sábana sin que su compañero de celda se diera cuenta de
nada.
El Ministerio fiscal abrió diligencias para buscar las causas de la muerte.
Este nuevo suicidio–el cuarto en seis meses en la cárcel Ploemeur– ha
suscitado la indignación de los defensores de los derechos de los presos
que denuncian la decisión de encarcelar al joven cuando tenía
que haber sido hospitalizado. Ser encerrado en un establecimiento notoriamente
sobrepoblado y donde los problemas de violencia, evasiones, suicidios y tentativas
de suicidio se multiplican no parece haber ayudado mucho. La dirección
de la prisión no ha querido hacer declaraciones.