La vieja Europa

La Jornada

El director de la Organización Mundial contra la Tortura, Eric Sottas, denunció que "en España se tortura", y que una buena parte de los ciudadanos, entre ellos los del País Vasco, aprueban esta idea.
En una entrevista publicada la víspera por el rotativo catalán Avui, declaró que no puede entender que esa manera de actuar sólo sea exclusiva de la guardia civil y de la policía nacional, sino que también implica a la Etzaintza, la policía regional vasca.
Para respaldar sus aseveraciones, recordó los informes emitidos por organizaciones como Amnistía Internacional (AI), el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura.
Puntualizó, de acuerdo con la versión retomada por el diario vasco Gara, que a su entender en el Estado español "no existe una práctica sistemática de tortura", aunque subrayó que determinadas organizaciones internacionales, como AI y Acción Cristiana para la Abolición de la Tortura, hablan de entre 58 y 90 casos de torturas, que comienzan al mismo momento de la detención por las fuerzas del orden.
Si bien estimó que estas prácticas "son responsabilidad de una minoría", remarcó que la cuestión es saber "hasta qué punto esa minoría puede actuar con impunidad".
Así, dijo que el gobierno del presidente español, José María Aznar, envió un "mensaje muy peligroso" cuando, por ejemplo, decidió indultar, en enero de 2001, a 11 policías y a tres guardias civiles condenados por acusaciones de tortura.
Pero por otro lado, dijo que no condenar los atentados de ETA no significa secundar a esta organización separatista armada, aunque podría ser cuestionable y suponer problemas políticos.
De otro lado, el gobernante Partido Popular (PP) de España criticó declaraciones del renunciante ministro del Exterior de Israel, Shimon Peres, quien la víspera se refirió a la situación que se vive en el País Vasco como un "conflicto político".
Peres expresó en esa ocasión que el conflicto palestino-israelí puede seguir dos caminos: que continúen las bombas como en el Ulster y el País Vasco, o que pueda suceder como en Sudáfrica y otras partes del mundo, donde las partes enfrentadas llegaron a un acuerdo mediante el diálogo.
El portavoz del PP en la comisión de asuntos exteriores del Congreso de los Diputados, Gustavo de Aristegui, quien también participó en el foro, expresó: "usted se refirió a la existencia de un conflicto vasco. Nosotros tenemos un problema terrorista". Añadió: "la visión que se tiene desde fuera de España de los terroristas vascos es que son nacionalistas, pero son terroristas que están tratando de imponer a la gran mayoría de los vascos unos puntos de vista viciados y violentos".
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