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La vieja Europa

11 de noviembre del 2002

Marruecos: Nuevo gobierno con viejas caras conocidas

afrol News

El rey marroquí Mohamed VI designó el jueves el nuevo gobierno de coalición de su país. Mientras que el gabinete está dirigido por un nuevo primer ministro al que se le ha dado total libertad para reformar el reino económicamente, la mayoría de los ministros permanecen en sus cargos. A los islamistas moderados, principales ganadores de las elecciones de septiembre, no se les ha concedido ningún ministerio.
Driss Jettou fue designado como nuevo primer ministro por el rey hace ya un mes, substituyendo al socialista Abderrahman Youssoufi. Jettou, de 67 años, no es miembro de ningún partido político, tiene una sólida educación económica y es un hombre de negocios de reconocido éxito. El tecnócrata ha sido designado para dirigir el proceso de reformas económicas en Marruecos y modernizar el reino alauí, que es el país más retrasado, en términos económicos, del norte de África.
Dentro de este marco de reformas, la decisión del rey con respecto al resto del gabinete ha causado una gran sorpresa. Y es que el equipo de Jettou, de 38 ministros, está dominado por rostros bien conocidos. El Ministro de finanzas sigue siendo Fatallah Oualalou. El Ministro de Desarrollo Territorial es otra vez Mohamed EL-Yazghi. Menos sorprendente resultó la permanencia en exteriores de Mohamed Benaissa.
El rey pidió al gabinete del primer ministro Jettou demostrar una "eficacia económica basada en la legitimidad democrática" y mencionó que el nuevo equipo de gobierna tendría que "dar respuesta a las expectativas económicas y sociales de los ciudadanos". Sin embargo, según los observadores, la división de varios ministerios -creando otros nuevos - dificultará el trabajo del primer ministro.
Se consideraba que la élite que gobernaba hasta ahora había gozado de poca confianza entre los marroquíes, quienes opinan que el gobierno de Rabat está más preocupado por su propio bienestar personal. La carencia de la transparencia entre esta élite ha dado a los islamistas una ayuda cada vez mayor, también en Marruecos. En el reino alauí, la pobreza, el desempleo y el analfabetismo son las características dominantes. La democracia no tiene ninguna tradición.
La cita del nuevo gobierno sigue a las elecciones generales del 27 de septiembre, que fueron la más libre que se han experimentado en la historia de Marruecos. La coalición en el gobierno se encuentra integrada, principalmente, por el partido socialista y el partido nacionalista de Istiqlal. La victoria principal, sin embargo, fue para los islamistas moderados, que triplicaron su representación y emergieron como el tercer partido del país.
Los más críticos, sin embargo, recuerdan que el ejercicio democrático - solamente se movilizó el 52 por ciento de los 14 de millones votantes registrados y llamados a las urnas - no representa una amplia decisión popular. Todos los partidos que amenazan el sistema político, en concreto los islamistas más radicales, se prohíben todavía.
En términos prácticos, el gobierno marroquí tiene poca fuerza en comparación con el rey y su consejo, el Makhzen. El propio rey designa el gabinete entero, según su único deseo, por lo que tenía poco miedo a la hora de permitir elecciones libres en septiembre.