17 de noviembre del 2002
Fraga y la «autodefensa»
Javier Ortiz
El Mundo
Preguntan a Manuel Fraga por los actos de violencia fascista asumidos
durante los primeros años de la transición por diversas organizaciones
ultras, particularmente el Batallón Vasco- Español (BVE). El presidente
de la Xunta de Galicia responde que, en su criterio, representaron «un movimiento
de autodefensa». Un género de violencia que -pronostica a continuación-
«volverá a producirse en los próximos tiempos».
Manuel Fraga sabe de qué habla. Lo nombraron ministro de la Gobernación
(Interior) en 1975 y fue ese año, precisamente, cuando se inició
la actividad criminal del BVE y sus homólogos (Alianza Apostólica
Anticomunista, Antiterrorismo ETA, Acción Nacional Española),
que se hicieron responsables del asesinato de 34 personas a ambos lados del
Bidasoa durante el periodo 1975-1981. Recordemos que, entre las actividades
de aquel «movimiento de autodefensa», se cuenta la colocación el 19 de
enero de 1980 de una bomba en el bar Aldana de la anteiglesia de Alonsotegi,
en las inmediaciones de Bilbao, acción que acabó con la vida de
cuatro vecinos; de otra bomba, ésta el 23 de julio del mismo año,
que estalló en la ikastola Iturriaga, en Bilbao, y que mató a
tres personas, entre ellas una mujer embarazada de nueve meses, y de otra más,
contra el bar Hendayais, el 24 de noviembre siguiente, que mató a una
persona e hirió a diez más.
Las Fuerzas de Seguridad francesas detuvieron a varios responsables de aquellas
actividades terroristas (no porque pusieran mucho celo en la tarea, sino porque
el nivel de descaro con el que actuaban los otros era de nota). Se dio la enojosa
circunstancia de que algunos de los pillados in fraganti resultaron ser...policías
españoles.
Probablemente se habían tomado de manera demasiado literal la afirmación
del veterano ministro, que dijo: «El mejor terrorista es el terrorista muerto».
También fueron identificados como miembros del BVE Jean Pierre Cherid
y los hermanos Perret, mercenarios franceses que luego volverían a aparecer
en escena como asesinos a sueldo de la Administración española,
en tiempos de los GAL.
Fraga, que nunca ha condenado ese género de terrorismo, limitándose
a criticar sus «chapuzas» -pese a lo cual es presidente de Honor de un partido
que defiende la ilegalización de quienes no condenan el terrorismo-,
anuncia ahora que esos «movimientos de autodefensa» van a regresar.
Curiosamente, hace algunas semanas que han empezado a circular por el País
Vasco algunos anónimos amenazantes firmados por un sedicente «Nuevo Batallón
Vasco Español».
Cosas de la vida.
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