Foro Social Europeo
Rechazan un millón de personas en Florencia la guerra contra Irak Partidos políticos y asociaciones pacifistas, ecologistas y sociales repudiaron la política de Bush
Jesus Ramirez Cuevas
Florencia, 9 de noviembre. Convocadas por el Foro Social Europeo (FSE), cientos de miles de personas se manifestaron en esta ciudad contra la guerra en Irak. Durante la movilización se anunció el comienzo de protestas en toda Europa para rechazar la política de dominación de Washington.
Encabezadas por el lema "No a la guerra", 500 mil personas, se-gún la policía, un millón, según los organizadores, convirtieron a Florencia en la capital de la paz.
Los manifestantes expresaron su rechazo a la política internacional de Estados Unidos y lamentaron el ultimátum del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas contra Irak.
Más que una manifestación, se trató de una verdadera invasión de la ciudad.
La presencia masiva y pacífica confirmó que el movimiento de resistencia global no es una expresión coyuntural y que se ha convertido en una respuesta so-cial de largo aliento a la globalización neoliberal y "contra la guerra global", su nueva etapa, como la identificaron durante el encuentro del FSE realizado estos días.
Kilómetros de inconformidades Fue una multitud impresionante, la columna era interminable. Los manifestantes caminaron seis ki-lómetros entre la sede del FSE, en la Fortaleza de Basso y el Campo Marte, a las orillas de la ciudad. La protesta empezó a las 11.30 de la mañana y terminó a las 19:30 horas con un concierto masivo.
El ambiente era de fiesta, con miles de personas que gritaban consignas contra el presidente es-tadunidense, George W. Bush, bailaban y tocaban música. También la defensa de los derechos sociales y de los servicios públicos fue una de las demandas más defendidas.
La marcha estuvo encabezada por trabajadores de la empresa automovilística Fiat y las delegaciones internacionales que participan en el FSE. Detrás de ellos, decenas de asociaciones internacionales de pacifistas, sindicatos, centros sociales y de vecinos, co-lectivos de jóvenes, partidos políticos como Refundación Comunista, los Verdes y Comunista Italiano, además de un mosaico incontable de organizaciones de izquierda, católicas y ecologistas.
En varios tramos del cortejo, familias florentinas les expresaron su apoyo y solidaridad. De mu-chas casas, amas de casa salían a dar agua y pan a los manifestantes, venidos de todo el mundo.
Al final de la marcha fue leído un comunicado en varios idiomas en el que se aludía expresamente al ataque militar que prepara Estados Unidos contra Irak. "Sería una catástrofe para el pueblo iraquí, que ya sufre a Saddam Hussein, y podría tener efectos negativos en Medio Oriente", señaló.
El orador agradeció a los florentinos su apoyo: "Gracias Florencia, ciudad abierta. Esta es una nueva generación, donde está na-ciendo la nueva Europa", y abogó por la unidad de los ciudadanos y pueblos europeos en favor de "los derechos sociales y la justicia. Queremos un mundo diferente, de libertad y democracia".
Despliegue de seguridad La manifestación pacífica conjuró los temores del gobierno italiano de que desembocaría en actos de violencia. La dimensión que al-canzó la protesta re basó todas las expectativas y fue una demostración de que el movimiento de resistencia global, reunido en esta ciudad, no se reduce a rechazar las reuniones de los organismos fi-nancieros internacionales.
Con el antecedente de Génova en mente, el gobierno italiano del primer ministro Silvio Berlusconi dispuso un enorme despliegue po-liciaco, con 5 mil agentes.
Luca Casarini, representante del movimiento Los Desobedientes, declaró que con la manifestación se acrecienta "la idea de que la rebelión global no puede ser domesticada. Este no es un mensaje de pacificación, sino la demostración de una fuerza y de una gran potencialidad que hace pensar que la lucha continuará por mucho tiempo, hasta que logremos la conquista de otro mundo posible".
Casarini anunció que el FSE discute la radicalización de las ac-ciones si se produce el ataque mi-litar contra Irak: "Se producirá una ocupación general de embajadas y consulados y tomaremos los bancos que financian la guerra".
Y concluyó el comunicado: "La manifestación reafirma el sueño de todos los integrantes de este movimiento de movimientos: buscar una nueva forma de hacer política para construir el nuevo mundo posible por el que luchamos".
Fausto Bertinotti, secretario del partido Refundación Comunista, declaró contundente en la víspera: "El neoliberalismo y su globalización pueden destruir la humanidad. Este anuncio de guerra lo confirma. Por eso estamos convencidos que no se puede reformar, que hay que construir otra cosa; no tiene futuro negociar o intentar humanizar este capitalismo salvaje. Hay que luchar contra él construyendo una alternativa social, económica y política y este movimiento social es el único capaz de hacerlo".
Durante todo el día el entusiasmo desbordó a la gente. Muchos manifestantes comparaban las imágenes y las actitudes de los participantes con las protestas contra la guerra de Vietnam, y más de un dirigente europeo habló del nuevo 68 que se está gestando en este tiempo.
Por su parte, el presidente de la región de Toscana, Claudio Martini, quien participó en el FSE y en la marcha, declaró: "Estamos sa-tisfechos, es un final digno para un FSE tan bello que, sobre todo, siembra una esperanza, esta gran respuesta por una causa justa. También demuestra que Florencia no estaba contra el foro".
Mientras la mayor parte de los medios de comunicación hablaba en los días previos de una nueva Génova, la protesta pacífica y multitudinaria fue contundente y le dio a este movimiento la legitimidad que sus enemigos y críticos le habían negado.
Los contenidos del foro Este domingo termina el FSE que se artículo en torno a grandes te-mas: el neoliberalismo; la globalización, la guerra y la paz, los derechos; la ciudadanía y la democracia.
En un amplio abanico, las discusiones han abarcado desde la soberanía alimentaria y el rechazo a los organismos genéticamente modificados hasta la necesidad de construir una alternativa a la globalización neoliberal en curso.
fuente: La Jornada
FORO SOCIAL EUROPEO LA BELLEZA ESTÁ EN LA CALLE
Angeles Maestro (dirigente comunista del Estado español)
La palabra belleza fue el sustantivo más repetidamente utilizado para describir la multiplicidad de sensaciones generadas ante la grandiosa manifestación del 9 de noviembre en Florencia. La belleza, como la poesía, es capaz de expresar ese inasible algo más, que no se deja atrapar fácilmente en determinados acontecimientos.
La belleza con cara de pueblo, de todas las edades, de países distintos, no se vio ese día en los museos. Ocupó con la fuerza pacífica de la masiva presencia de centenares de miles de personas, las calles de una de las ciudades más hermosas del mundo. Derribó muros de prejuicios y de ignorancia y declaró frente a todos los poderes de la dominación, frente a casi todos los políticos y la gran mayoría de los medios de comunicación, que la guerra se puede parar.
Mientras el Foro Social Europeo llamaba a Florencia a declararse ciudad abierta, una circular de la Confcommercio invitaba a cerrar a cal y canto todos los comercios. Todo tipo de desastres habían sido anunciados - la mayor parte de los diarios abrían sus portadas con la palabra "Invasión" en grandes caracteres - y, a medida que se acercaba la fecha de la manifestación, las bellísimas callejuelas de la capital de la Toscana se fueron oscureciendo tras las vallas de madera de la mayor parte de los establecimientos.
La ausencia absoluta de incidentes evidenció la imagen esperpéntica de los poderosos encerrados tras sus murallas, mientras los centenares de miles que ocuparon las calles se limitaban a colocar en los cierres modestas pegatinas, la mayor parte escritas a mano, que decían: "Stop Banca armada" o "Quien piensa mal, actúa mal". Una de ellas dejaba constancia de la sutil ironía florentina en una lujosa tienda cuyo blindaje sólo dejaba a la vista el letrero "Decamerone", con el siguiente texto: "Bocaccio te habría dicho que eres un estúpido".
Para encontrar semejanzas con algún acontecimiento anterior, los más mayores se retrotraían a las manifestaciones de la Liberación en 1945. Sin entrar en guerras de cifras, los hechos hablan por sí solos. Si en un recorrido de más de 6 Km., cuando la cabeza de la manifestación había llegado al Campo de Marte, el último cortejo - las 200.000 personas de la CGIL - aún no habían iniciado la marcha, cerca de un millón de personas recorrió las calles de Florencia.
Mucha, muchísima gente; pero hubo algo más. Esos cientos de miles se sintieron convocados por una inmensa voluntad colectiva plural y unitaria, que se siente parte de un movimiento internacional que cuestiona las raíces mismas del sistema de dominación en el mundo. El movimiento de movimientos se confirma, con una potencia que supera cualquier previsión, como el mayor fenómeno político de los últimos tiempos.
Paso a paso, en cientos de debates, talleres y seminarios en los que participaron decenas de miles de personas, jóvenes en su inmensa mayoría, se van construyendo análisis que cuestionan radicalmente la tiranía del mercado, la dictadura del imperio, de los fabricantes de armas, del capital y se recrean palabras y conceptos secuestrados, como internacionalismo, democracia, paz, derechos, propiedad social, justicia y solidaridad.
La presencia sindical masiva de los COBAS, de los sindicatos de base, de la CGIL - incluida la participación nutrida y aplaudida a rabiar de los trabajadores de la FIAT- , confirma la vinculación amplia y fecunda entre el sindicalismo y el movimiento antiglobalización. Después de Génova y de las dos huelgas generales de este año en Italia muchas cosas están cambiando, incluido el cuestionamiento de la representación, de "quién decide" en el movimiento obrero; hecho del cual la FIOM (Federación de la Metal-mecánica de la CGIL) afirma haber tomado buena cuenta.
El proceso estratégico de la recomposición de la unidad de clase (fijos, precarios, emigrantes, parados) no puede hacerse sin una estrecha relación entre el movimiento de movimientos y el movimiento obrero y para ello hay cosas que cambiar. Los dirigentes sindicales italianos lo expresaban con claridad: "Nos une la lucha contra la precariedad y contra la guerra". Una propuesta del sindicalismo alternativo surgió con fuerza en los debates: huelga general, si se inicia la guerra contra Iraq. Explotación salvaje y militarización de la economía se identificaron como caras de la misma moneda de la globalización capitalista. Análisis que está pendientes de ser abordados en nuestro país y que constituyen la columna vertebral del imprescindible diálogo entre el sindicalismo y el movimiento antiglobalización.
El espléndido comienzo del Foro Social Europeo en Florencia afirma que sí, se puede, organizar el poder de la gente; que parar una guerra contra la cual están la inmensa mayoría de los pueblos, es posible.
Quizás, frente a barbarie que se manifiesta cada día ante nuestros ojos y que expropia nuestra dignidad individual y colectiva como seres humanos, se está construyendo una nueva forma de la política que representa a la mayoría de la población.