La vieja Europa
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13 de noviembre del 2002
Un millón de personas en la manifestación del Foro Social Europeo
Un grandioso último acto
Sabatino Annecchiarico
Rebelión
El último acto de la grandiosa fiesta, donde la alegría de una multitud, que Florencia hace esfuerzos para recordar algo similar, fue la manifestación callejera que bien se parecía a una gran serpiente con cabeza, cola y alma humana, joven y anciana, que por la peligrosidad virtual y mediática fue previamente blindada militarmente y con una carga de advertencias por parte de las autoridades del gobierno, de cuántos desmanes a cosas, monumentos y personas , estos de los No Global provocarían en ese día, donde la bien pensante clase florentina respondió enérgicamente con cierre de negocios, bares y restorantes.
Esa serpiente humana, con más de 7 kilómetros de longitud, tenía una cabeza que ostentaba una alegría que se podía notar su sonrisa bien de lado a lado, meneándola de acá y de allá pidiendo paz, mucha paz con un rotundo No a la guerra y un No al neoliberalismo. Empujados a son de danzas y música, como la de Attac con su scola do samba al mejor estilo brasilero.
A medida que esa serpiente iba mostrando con su desfilar la otra parte del cuerpo, se oian slogans contra el gobierno Berlusconi y contra "i padroni", como lo gritaban los obreros de la Fiat y los del sindicato Cobas, que siempre vivoriando, se mezclaban más atrás con las banderas palestinas, las kurdas, las de los desobedientes y las antimperialístas entre tantas otras, que pedían No a la Guerra imperial y fuera los Yankees de Europa. El variopinto y movedizo serpentear no se desanimaba y daba muestras de orgullo de la resistencia que se veía en las ikurriñas vascas, mezclándose a tantas otras que reclaman una soberanía territorial, o como las colombianas, o las zapatistas, con su lucha por la libertad gritando un fuerte No a la Guerra de Bush contra Irak, no a la masacre sionista del pueblo palestino y sí a la Justicia Social.
Ya casi de noche, mientras en el palco principal la cabeza seguia su baile con tantos músicos que la animaban, y sin que ningún político tomara la palabra, que oportunamente se quedaron mezclados en la marea como queriendo conservar un anonimato, la cola apenas se había separado del punto del inicio da la manifestación, con tantas banderas rojas de Rifundación y de la Cgil reclamando una Europa de derechos y de paz, dos organizaciones que dieron energía al Foro Social de los Europeos.
Una manifestación única se diría, con los activistas de la lega Ambiente recogiendo del suelo los papelitos caidos por quien sabe que distraidas manos, o las paredes sin pintaditas alegóricas, como en otros tiempos, salvo excepción de algún irrespetuoso de la ciudad. Ciudad que fue límpiamente entregada a los manifestantes No Global, como los llaman los que no vinieron a manifestar, y éstos, los que quieren cambiar la sociedad, la devolvieron tal cual la encontraron. Un verdadero gesto de civilización, con su máxima demostración, y ya de noche, y con los pies cansados por tanto caminar, y con la bandera de su sindicato enrollada como cuando termina la batalla, acercarse a un carabinero y preguntarle si todo estaba tranquilo. La respuesta fue obviamente positiva.
Hasta la próxima. Que con estos ojos, veremos más.
Desde Italia