3 de octubre del 2002
Construyendo tu propia teoria revolucionaria
(Manual para principiantes)
Núcleos de Izquierda Radical Autónoma
Este folleto es para gente que esta insatisfecha con sus vidas. Si eres
feliz con tu existencia presente, no tenemos nada que discutir contigo. Sin
embargo, si estás cansado de esperar para que tu vida cambie...
Cansado de esperar por una comunidad auténtica; por amor y aventura...
Cansado de esperar el fin del dinero y del trabajo forzado...
Cansado de esperar por nuevos pasatiempos para pasar el tiempo...
Cansado de esperar por una existencia rica, plena...cansado de esperar por una
situación en la que puedas realizar todos tus deseos...
Cansado de esperar el final de todas las autoridades, alienaciones, ideologías
y moralidades...
...entonces creemos que vas a encontrarle cierta utilidad a lo que sigue.
I Uno de los grandes secretos de nuestro miserable pero potencialmente
maravilloso tiempo es que pensar puede ser un placer. Este es un manual para
construir tu propia teoría. Construir tu propia teoría es un placer
revolucionario, el placer de construir tu propia teoría de la revolución.
Construir tu propia teoría es un placer destructivo/constructivo, porque
estás construyendo una teoría de la práctica para la transformación
destructiva-constructiva de esta sociedad.
Una teoría propia es una teoría de la aventura. Es erótica
y humorística como una revolución auténtica.
La alienación que se siente como resultado de que tu pensamiento haya
sido prefabricado por otros de acuerdo a las ideologías de nuestro tiempo
puede conducir a la búsqueda de la negación placentera de esa
alienación: pensar por tí mismo.Es el placer de reapropiarte de
tu mente.
Una teoría propia es el cuerpo de pensamiento crítico que construyes
para tu propio uso. Lo construyes y lo usas cuando realizas un análisis
de por qué tu vida es de la forma que es, de por qué el mundo
es como es. (Y 'pensar' y 'sentir' son inseparables, dado que el pensamiento
proviene de la experiencia subjetiva, emotiva). Construyes tu propia teoría
cuando desarrollas una teoría de la práctica – una teoría
de como obtener lo que deseas para tu vida.
La teoría será una teoría práctica –una teoría
de la práctica revolucionaria- o no será nada...nada más
que un acuario de ideas, una interpretación contemplativa del mundo.
El terreno de los ideales es el eterno salón de espera del deseo no realizado.
Aquellos que asumen (usualmente de manera inconciente) la imposibilidad de alcanzar
sus deseos de vida, y de luchar por sí mismos, generalmente terminan
luchando en cambio por un ideal o causa (por ejemplo la ilusión de la
auto-actividad o de la propia práctica). Aquellos que saben que esto
es la aceptación de la alienación sabrán ahora que todos
los ideales y causas son ideologías.
II Como sea que un sistema de ideas esté estructurado haciendo
abstracción de su centro –asignándote un rol o tareas en virtud
suya- este sistema es una ideología. Una ideología es un sistema
de falsa conciencia en el que tú ya no funcionas como sujeto en tu relación
con el mundo.
Las variadas formas de ideología están todas estructuradas alrededor
de distintas abstracciones, sin embargo todas ellas sirven a los intereses de
alguna clase dominante (o que aspira a ser dominante) dándole un sentido
de finalidad a tu sacrificio, sufrimiento y sumisión.
La ideología religiosa es el ejemplo más antiguo. La fantástica
proyección llamada "Dios" es el Sujeto Supremo del cosmos, actuando a
través de cada ser humano como "Su" sujeto.
En las ideologías 'científicas' o 'democráticas' del proyecto
burgués, el Capital es el sujeto 'productivo' que dirige la historia
del mundo –la 'mano invisible' guiando el desarrollo humano. La burguesía
tuvo que atacar y debilitar el poder que la ideología religiosa una vez
tuvo. Expuso la mistificación del mundo religioso mediante la investigación
tecnológica, expandiendo el reino de las cosas y métodos con los
cuales obtener ganancias.
Las distintas camadas de leninismo son ideologías 'revolucionarias' en
las que el Partido es el sujeto apto para dictar la historia del mundo, conduciendo
a su objeto –el proletariado- a la meta de reemplazar el aparato de Estado burgués
por uno leninista.
Las muchas otras formas de ideologías dominantes pueden ser vistas a
diario. El auge de los nuevos misticismos religiosos se alinea dentro de la
forma tradicional de servir a la estructura de relaciones sociales dominantes.
Ellos ofrecen una manera fácil de pasar por alto el vacío de la
vida cotidiana y, a semejanza de las drogas, hacen más fácil convivir
con él. El voluntarismo (pongamos el hombro contra la rueda) y el determinismo
(cualquier cosa nos sirve) nos impiden reconocer nuestro lugar real en el funcionamiento
del mundo. En la ideología vanguardista la novedad en sí y por
sí misma pasa a ser lo importante. En la ideología de la sobrevivencia,
la subjetividad es vaciada de antemano por el miedo a través de la invocación
de la imagen de una catástrofe mundial inminente.
Al aceptar las ideologías aceptamos una inversión del sujeto y
el objeto: las cosas adquieren el poder y la voluntad humanos, mientras los
seres humanos ocupan el lugar de cosas. La ideología es la teoría
puesta al revés. Con ella aceptamos la separación entre la realidad
estrecha de nuestra vida cotidiana, y la imagen de totalidad de un mundo que
está fuera de nuestro alcance. La ideología sólo nos puede
ofrecer una relación voyeurista con la totalidad.
En esta separación, y en esta aceptación del sacrificio por la
causa, cada ideología sirve para proteger el orden social dominante.
Autoridades cuyo poder depende de la separación deben negarnos nuestra
subjetividad en orden a sobrevivir como tales. Esta negación se presenta
bajo la forma de exigencia de sacrificios por 'el bien común', 'el interés
nacional', 'el esfuerzo de guerra', 'la revolución'.
III Nos deshacemos de los cantos de sirena de la ideología preguntándonos
constantemente...¿Cómo me siento? ¿estoy disfrutando de mí mismo?
¿cómo va mi vida? ¿estoy consiguiendo lo que quiero? ¿por qué
no? ¿qué me mantiene alejado de obtener lo que quiero? Esto es tener
conciencia del lugar común, conciencia de la rutina cotidiana de cada
uno. Que la Vida Cotidiana –la vida real- existe, es un secreto público
que se hace cada día menos secreto, en la medida en que la pobreza de
la vida diaria se hace más y más visible.
IV La construcción de la propia teoría está basada
en el pensar por uno mismo, en el estar plenamente conciente de nuestros deseos
y de su validez. Consiste en la construcción de una subjetividad radical.
Una auténtica 'toma de conciencia' sólo puede ser la 'elevación'
del pensamiento de la gente a un nivel positivo (no culpable) de auto-conciencia:
desarrollar su subjetividad básica, libre de ideología y de la
moralidad impuesta, en todas sus formas.
La esencia de lo que muchos izquierdistas, traficantes de terapias, entrenadores
de conciencia y demases llaman 'concientización' es su práctica
de machacar a la gente hasta la inconciencia con sus garrotes ideológicos.
El camino de la ideología (auto-negación) a la subjetividad radical
(auto-afirmación) pasa a través del Punto Cero, la ciudad capital
del nihilismo. Este es un punto muerto en el espacio y tiempo social...el limbo
social en el que uno reconoce que el presente está vaciado de vida: que
no existe vida en nuestra existencia diaria. Un nihilista conoce la diferencia
entre sobrevivir y vivir.
Los nihilistas experimentan una inversión de perspectiva en relación
a sus vidas y el mundo. Nada es verdad para ellos excepto sus deseos, su voluntad
de ser. Rechazan toda ideología, ya que odian las relaciones sociales
miserables de la sociedad moderna del capitalismo global. Desde esta perspectiva
invertida ellos ven con una claridad recién adquirida el mundo invertido
de la reificación, de la inversión del sujeto y el objeto, de
lo abstracto y lo concreto. Es el paisaje teatral de las mercancias fetichizadas,
de proyecciones mentales, separaciones e ideologías. Arte, Dios, planificación
urbana, ética, 'piensa positivo', estaciones de radio que dicen que te
aman y detergentes que sienten compasión por tus manos.
La conversación cotidiana ofrece sedantes tales como: "No se puede conseguir
siempre lo que uno quiere", "La vida tiene altos y bajos", y otros dogmas de
la religión secular de la sobrevivencia. El 'sentido común' es
el sinsentido de la alienación común. Cada día a la gente
le es negada una vida auténtica y se le vende su representación.
Los nihilistas constantemente sienten la necesidad de destruir el sistema que
los destruye a diario.
No pueden seguir viviendo como lo han hecho hasta ahora, sus mentes están
en llamas. Pronto se encuentran con el hecho de que deben inventar un conjunto
coherente de tácticas para tener un efecto práctico en el mundo.
Pero si un nihilista ignora la posibilidad histórica de la transformación
del mundo, su rabia subjetiva se cristalizará en un rol: el suicida,
el asesino solitario, el vándalo callejero, el neo-dadaísta, el
paciente mental profesional....todos ellos en busca de compensación por
una vida de tiempo muerto.
El error de los nihilistas es no darse cuenta de que hay otros que también
pueden ser nihilistas. En consecuencia ellos asumen que la comunicación
y la participación en un proyecto colectivo de auto-realización
es imposible.
V Tener una orientación 'política' hacia la propia vida
es saber que sólo puedes cambiar tu vida cambiando la naturaleza de la
vida misma a través de una transformación del mundo –y que esa
transformación del mundo requiere de esfuerzos colectivos.
Este proyecto de auto-realización colectiva puede ser apropiadamente
considerado como un proyecto político. Sin embargo, la 'política'
ha llegado a ser una categoría mistificada, separada de la actividad
humana. Junto con las otras separaciones de la actividad humana socialmente
reforzadas, la 'política' ha llegado a ser sólo otro interés
o dedicación. Incluso tiene sus especialistas –sean o no políticos
profesionales. Es posible estar interesado (o no) en el fútbol, en coleccionar
estampillas, en la música disco o en la moda. Lo que la gente ve hoy
en día como 'política' es la falsificación social del proyecto
de auto-realización colectiva –y eso le viene como anillo al dedo a los
que están en el poder.
La auto-realización colectiva es el proyecto revolucionario. Es la apropiación
colectiva de la totalidad de las relaciones naturales y sociales y su transfromación
de acuerdo al deseo conciente.
La auténtica terapia es cambiar la propia vida mediante la modificación
de la naturaleza de la vida social. La terapia debe ser social para tener alguna
consecuencia real. La terapia social (curar a la sociedad) y la terapia individual
(curar a un individuo) están ligadas entre sí: cada una requiere
de la otra, cada una es parte necesaria de la otra.
Por ejemplo: en la sociedad del espectáculo se supone que debemos reprimir
nuestros sentimientos reales y desempeñar un rol. Esto es denominado
'jugar un papel en la sociedad' (una frase bastante reveladora). Los individuos
deben ponerse una armadura de carácter –un cambio de aramadura hacia
uno menos defensiva para usar en el juego del desempeño de roles está
directamente relacionado con el fin del desempeño de roles sociales.
VI Pensar subjetivamente es usar tu vida –ahora y de la manera que quieras-
como el centro de tu pensamiento. Este auto-centramiento positivo se acompaña
del continuo asalto a lo externo:
todos los asuntos falsos, conflictos falsos, problemas falsos, identidades falsas
y falsas dicotomías.
A la gente se le aleja del análisis de la totalidad de su existencia
cotidiana haciendo que opine sólo sobre detalles: todas las banalidades
frívolas del espectáculo, controversias idiotas y escándalos
falsos. Se les pregunta si están a favor o en contra de los sindicatos,
de la compra de aviones, de nuevas tarjetas de identidad...cuál es su
opinión sobre las drogas blandas, el deporte, los OVNIs, la reforma tributaria...
Esos son temas falsos. El único tema para nosotros es el cómo
vivimos.
Hay una vieja frase que dice, "si tienes sólo dos alternativas, elige
la tercera". Ofrece una forma de hacer que el sujeto busque una nueva perspectiva
en relación al problema. Podemos superar la mentira de un conflicto falso
tomando nuestra 'tercera opción' –mirar la situación desde la
perspectiva de la subjetividad radical.
Estar conciente de la tercera opción es rehusar escoger entre dos polaridades
supuestamente opuestas, pero en realidad idénticas (complementarias),
que tratan de definirse a sí mismas como la totalidad de una situación.
En su forma más simple, este conciencia es expresada por la anécdota
del trabajador que es llevado a juicio por asalto a mano armada y que frente
a la pregunta: "se declara usted culpable o inocente", responde :"me declaro
desempleado". Una ilustración más teórica pero igualmente
clásica está en el rechazo a reconocer alguna diferencia esencial
entre las clases dominantes capitalistas -empresariales del "Oeste" y las del
capitalismo de Estado del "Este". Basta mirar a las relaciones sociales básicas
de producción en EEUU y Europa por un lado, y las de la URSS y China
por otro, para ver que son esencialmente lo mismo: allá y acá,
la vasta mayoría tiene que ir a trabajar por un salario a cambio de entregar
el control sobre los medios de producción y su producto (que a su vez
les es vendido de vuelta en la forma de mercancías).
En el caso del "Oeste" la plusvalía (lo que se produce por sobre el valor
de los slaraios de los trabajadores) es propiedad de los capitalistas que mantienen
un show de competencia doméstica.
El en "Este" la plusvalía es propiedad de la burocracia del Estado, que
no permite la competencia doméstica pero se involucra en la competencia
internacional tan furiosamente como cualquier otra nación capitalista.
Tremenda diferencia.
Un ejemplo de problema falso es aquella estúpido pregunta coloquial:
"¿Cuál es tu filosofía de vida?". Instala un concepto abstracto
de 'vida' que, a pesar de la aparición constante de tal palabra en la
conversación, nada tiene que ver con la vida real, porque ignora el hecho
de que 'vivir' es lo que estamos haciendo en el momento presente.
En ausencia de una comunidad real, la gente se engancha en todo tipo de identidades
sociales banales, que corresponden a su papel individual en el Espectáculo
(en el que la gente contempla y consume imágenes acerca de lo que la
vida es, de manera que puedan olvidar imaginar cómo sería vivir
por sí mismos). Estas identidades sociales pueden ser étnicas
('italiano'), raciales ('negro'), organizacionales ('sindicalista'), residenciales
('santiaguino'), sexuales ('gay'), culturales ('hincha del fútbol'),
y más: pero todas ellas se basan en un deseo común de afiliación,
de ser parte de algo.
Obviamente ser 'negro' o 'mapuche' es mucho más real como identificación
que ser 'hincha' del fútbol, pero más allá de cierto punto
estas identidades sólo sirven para enmascarar nuestra real posición
en la sociedad. Una vez más, el único tema que nos interesa es
cómo vivimos.
Concretamente esto significa entender las razones de la naturaleza de nuestra
vida en relación a la sociedad como un todo. Para poder hacer esto uno
debe deshacerse de todas las identidades falsas, las asociaciones parciales,
y comenzar viéndose uno mismo como el centro. Desde allí podemos
examinar las bases materiales de la vida, despojados de toda mistificación.
Por ejemplo: supongamos que quiero una copa de café de la máquina
que hay en mi trabajo.
Primero que nada, está la copa de café en si misma: eso nos lleva
a los trabajaodres de la plantación de café, los de las plantaciones
de azúcar y las refinerías, y los de la fábrica de vasos
de papel, y así en adelante. Además tenemos a los trabajadores
que hicieron las diferentes piezas de la máquina y la armaron. Los que
extrajeron el hierro, forjaron el metal, etc.
Los trabajadores que transportaron las materias primas y piezas por tres continentes
y dos océanos. Los oficinistas, conserjes y trabajadores de las comunicaciones
que coordinaron la producción y el transporte. Finalmente, tienes a todos
los trabajadores que producen todas las otras cosas necesarias para que los
otros sobrevivan. Esto me da una relación material directa con varios
millones de personas: de hecho, con la inmensa mayoría de la población
mundial. Ellos producen mi vida: y yo ayudo a producir la de ellos. En esta
óptica, todas las identidades parciales de grupo e intereses especiales
se desvanecen en la insignificancia. Imagina el potencial enriquecimiento de
tu propia vida que está actualmente encerrado en la creatividad frustrada
de esos millones de trabajadores, subyugados por métodos de producción
obsoletos y cansadores, estrangulados por la alienación, deformados por
por la racionalidad insana de la acumulación de capital. Así comenzamos
a descubrir una identidad social real: en la gente de todo el mundo que está
luchando por reconquistar sus vidas, nos encontramos a nosotros mismos.
Constantemente se nos solicita que tomenos partido en uno de los dos bandos
de un falso conflicto.
Los Gobiernos, almas caritativas y propagandistas de todo tipo están
eufóricos por presentarnos elecciones que no involucran decisión
alguna (por ejemplo la agencia que en Inglaterra presentó su programa
nuclear con la frase: 'Era Nuclear o Edad de Piedra'. Les gustaría que
creamos que son sólo esas dos alternativas. Tenemos la ilusión
de la elección, pero en la medida que ellos controlan las opciones que
percibimos como viables controlan también los resultados).
Los nuevos moralistas aman decir a aquellos que viven en el rico Oeste que deben
'hacer sacrificios', que están 'explotando a los niños hambrientos
del Tercer Mundo'. La opción que nos ofrecen es la de un altruísmo
del sacrificio o la de un cerrado individualismo. (Las empresas de caridad se
benefician económicamente de la culpa que promueven, ofreciéndonos
el sentimiento de haber hecho algo a cambio de una moneda depositada en su alcancía).
Sí, es cierto, por vivir en el rico Oeste nosotros explotamos a los pobres
del Tercer Mundo –pero no personalmente, no deliberadamente. Podemos hacer pequeños
cambios en nuestras vidas, boicotear productos, hacer sacrificios, pero sus
efectos son marginales. Nos hacemos concientes del falso conflicto que se nos
presenta cuando nos damos cuenta de que bajo este sistema social global nosotros,
como individuos, estamos tan encerrados en nuestro rol global de 'explotadores'
como otros lo están en su rol global de explotados. Tenemos un rol en
la sociedad, pero muy poco o ningún poder para hacer algo respecto a
ello. Rechazamos la falsa elección de 'sacrificio o egoísmo',
llamando a la destrucción del sistema social global cuya existencia nos
obliga a tal decisión. No tiene sentido remendar el sistema, o hacer
ofrendas sacrificiales, o pedir 'un poco menos de egoísmo'. Las empresas
de caridad y reformadores nunca han salido del terreno de la falsa elección.
Aquellos que tienen un interés creado en el mantenimiento de la situación
presente constantemente nos hacen inclinarnos ante sus falsas opciones –esto
es, cualquier opción que implique mantener intacto su poder. Tratan de
negar la existencia de otras opciones y escondernos el hecho de que las precondiciones
materiales para la revolución social ya existen.
VII Cualquier viaje hacia la auto-desmistificación debe evitar
a los grandes pantanos del pensamiento perdido: absolutismo y cinismo; lodazales
gemelos que se camuflan a sí mismos como praderas de subjetividad.
Absolutismo es la total aceptación o rechazo de todos los componentes
de ideologías, espectáculos o reificaciones particulares. Un absolutista
no puede ver más opción que la completa aceptación o el
completo rechazo.
El absolutista vaga en los estantes del supermercado ideológico buscando
la mercancía ideal, y luego la compra –aislada, envasada al vacío,
y ordenada. Pero el supermercado ideológico-como cualquier supermercado,
sólo se presta para ser saqueado. Es más productivo para nosotros
si podemos movernos entre los estantes, abrir los paquetes, tomar lo que nos
parezca auténtico y útil, y botar el resto.
El cinismo es la reacción frente a un mundo dominado por la ideología
y la moralidad. Enfrentado a las ideologías en conflicto el cínico
dice: 'una plaga en todas sus moradas'. El cínico es un consumidor, tal
como el absolutista, pero es uno que ha renunciado a la esperanza de encontrar
la mecancía ideal.
VIII El proceso del pensamiento dialéctico es pensamiento constructivo,
un proceso de sintetizar contínuamente nuestro cuerpo actual de auto-teoría
con nuevas observaciones y apropiaciones; una resolución de las contradicciones
entre el cuerpo previo de teoría y los nuevos elementos teóricos
que hallamos. La síntesis resultante no es, así, una suma cuantitativa
de lo previo y lo nuevo, sino su superación cualitativa, una nueva totalidad.
Este método sintético/dialéctico de construcción
de teoría es contrario al estilo ecléctico que meramente arma
una ensalada con los trozos favoritos de sus ideologías favoritas, sin
nunca confrontar las contradicciones resultantes. Ejemplos modernos los tenemos
en el capitalismo libertario, el marxismo cristiano y el liberalismo en general.
Si estamos contínuamente concientes de cómo queremos vivir, podemos
apropiarnos críticamente de cualquier cosa en la construcción
de nuestra propia teoría: ideologías, críticos culturales,
expertos tecnócratas, estudios sociológicos, místicos,
y demases. Todos los desperdicios del viejo mundo pueden ser cambiados por material
de utilidad por quienes deseen reconstruirlos.
IX La naturaleza de la sociedad moderna, su unidad global y capitalista,
nos indica la necesidad de hacer de nuestra auto-teoría una crítica
unitaria. Por esto entendemos una crítica de todas las áreas geográficas
donde variadas formas de dominación socio-económica existan (por
ejemplo, tanto el capitalismo del mundo 'libre' como el capitalismo estatal
del mundo 'comunista'), como también una crítica de todas las
alienaciones (miseria sexual, sobrevivencia forzada, urbanismo, etc.). En otras
palabras, una crítica de la totalidad de la existencia cotidiana en cualquier
lugar, desde la perspectiva de la totalidad de nuestros deseos.
Opuestos a este proyecto se encuentran todos los políticos y burócratas,
predicadores y gurús, planificadores urbanos y policías, reformadores
y militantes, comités centrales y de censura, directivos empresariales
y líderes sindicales, supremacistas machos e ideólogas feministas,
psico- sociólogos y conservacionistas capitalistas que trabajan para
subordinar el deseo individual a un 'bien común' reificado que supuestamente
los ha elegido como representantes. Son todas fuerzas del viejo mundo, jefes,
curas y tarados que tienen algo que perder si la gente extendiera el juego de
recuperar sus mentes hacia la recuperación de sus vidas.
La teoría revolucionaria es enemiga de la ideología revolucionaria
– y ellas lo saben.
X A estas alturas debiera resultar obvio que la auto-desmistificación
y la construcción de una teoría revolucionaria propia no erradica
tu alienación: el 'mundo' (el Capital y el Espectáculo) continua
existiendo, reproduciéndose a sí mismo cada día.
Pese a que este folleto se concentra en la construcción de una auto-teoría,
nunca ha sido nuestra intención dar a entender que la teoría revolucionaria
pueda existir separada de la práctica revolucionaria. En orden a ser
consecuentes y efectivamente reconstruir el mundo, la práctica debe buscar
su teoría, y la teoría debe ser realizada en la práctica.
La expectativa revolucionaria de la desalienación y la transformación
de las relaciones sociales requiere que la teoría no sea sino una teoría
de la práctica, de lo que hacemos y de cómo vivimos. De otra forma
la teoría degenerará en una contemplación impotente del
mundo, y finalmente en una ideología de sobrevivencia –una neblina mental
proyectada, un cuerpo estático de pensamiento reificado, una armadura
intelectual, que actúa como barrera de contención ebtre la vida
diaria y uno mismo. Y si la práctica revolucionaria no es la práctica
de la teoría revolucionaria, degenera en militantismo altruísta,
en actividad 'revolucionaria' entendida como nuestra obligación social.
No propugnamos una teoría coherente como un fin en si mismo. Para nosotros,
el uso práctico de la coherencia es que contando con una teoría
propia coherente es más fácil para alguien pensar. A modo de ejemplo,
es más fácil hacerse una idea de los futuros desarrollos probables
del control social si tienes una comprensión coherente de las modernas
ideologías y técnicas de control social y de su histooria hasta
el presente.
Tener una teoría coherente hace más fácil concebir la práctica
teórica para realizar tus deseos para tu vida.
XI En el proceso de construir tu propia teoría, las últimas
ideologías con las que te debes enfrentar y resueltamente derribar son
las que más se parecen a la teoría revolucionaria. Estas mistificaciones
finales son a) el situacionismo b) el consejismo.
La Internacional Situacionista (1958-1971) fue una organización revolucionaria
internacional que hizo una contribución inmensa a la teoría revolucionaria.
La teoría situacionista es un cuerpo de teoría crítica
que puede ser apropiado para nuestra propia teoría, y sólo eso.
Cualquier uso adicional constituye aquella mala apropiación ideológica
conocida como situacionismo.
Para los que recién la descubren , la teoría de la IS parece ser
como 'la respuesta que he estado buscando por años', la respuesta al
acertijo de nuestra vida muerta. Pero es exactamente aquí que una nueva
alerta y auto-posesión se hacen necesarias. El situacionismo puede ser
la ideología de sobrevivencia más completa, un mecanismo de defensa
contra el 'usa y desecha' de la vida cotidiana. Incluido en la ideología
se encuentra la mercancía-rol espectacular de ser 'un situacionista'
(un escéptico radical y un ardiente esotérico).
El Consejismo (también conocido como 'control obrero', 'autogestión
obrera') ofrece la 'autogestión' como reemplazo del sistema capitalista
de producción.
La verdadera autogestión es la gestión directa (no mediada por
ningún liderazgo separado) de la producción, distribución
y comunicación social por los trabajadores y sus comunidades. El movimiento
por la autogestión ha aparecido una y otra vez en todo el mundo durante
el curso de revoluciones sociales. Rusia en 1905 y 1917-21, España en
1936-7, Hungría en 1956, Argelia en 1960, Chile en 1972 y Portugal en
1975. La forma de organización más a menudo creada en la práctica
de la autogestión han sido los consejos obreros: asambleas generales
soberanas de los productores y sus vecindarios, que eligen delegados con mandato
para coordinar sus actividades.
Los delegados no son representantes, transmiten decisiones ya tomadas por sus
asambleas. Los delegados pueden ser reemplazados en cualquier momento, si la
asamblea considera que sus decisiones no están siendo rigurosamente implementadas.
El consejismo es la práctica histórica y la teoría de la
autogestión transformada en ideología.
Mientras los participantes en estas rebeliones vivieron una crítica de
la totalidad social, comenzando con una crítica del trabajo asalariado,
de la economía mercantil y del valor de cambio, el consejismo hace una
crítica parcial: en vez de buscar la autogestión como transformación
contínua y cualitativa de la totalidad del mundo, busca la autogestión
estática y cuantitativa del mundo tal cual es. Mientras un movimiento
por la autogestión generalizada pretende la transformación de
todos los sectores de la vida social y de todas las relaciones sociales (producción,
sexualidad, vivienda, servicios, comunicaciones ,etc.), el consejismo piensa
que una economía autogestionada es todo lo que importa. Pierde, literalmente,
todo el foco: la subjetividad y el deseo de transformar la totalidad de la vida.
El problema con el control obrero es que lo único que controla es el
trabajo. El mundo sólo puede ser puesto de nuevo sobre sus pies por la
actividad colectiva conciente de aquellos que construyen una teoría acerca
de por qué está patas arriba. La rebelión espontánea
y la subjetividad insurreccional por sí solas no son suficientes. Una
revolución auténtica sólo puede ocurrir en un movimiento
práctico por el que todas las mistificaciones del pasado sean concientemente
barridas.
(Publicado por primera vez como "Auto-teoría: el placer revolucionario de pensar por tí mismo", por The Spectacle, EEUU, 1975. Adaptado y ampliado por Spectacular Times, Reino Unido, en 1985. Traducido desde esta última versión por el equipo IRA de Santiago de Chile en Septiembre de 2002, para utilización en el Curso "Radicalidad y Teoría Crítica en el capitalismo globalizado", a impartirse en la Universidad Popular Manuel Rojas durante 12 jueves consecutivos a contar del 26 de Septiembre. Hemos traducido indistintamente "self-theory" como "teoría propia" y "auto-teoría")