Con motivo de la publicación del documento: "La nueva estrategia de seguridad nacional de los Estados Unidos".
A la vista de sus contenidos que violan flagrantemente los principios de las Naciones Unidas.
A la vista del silencio del Secretario General de la ONU y del Consejo de Seguridad.
A la vista del silencio de nuestro gobierno y de casi todos los gobiernos del mundo.
Proclamamos la necesidad de que todas las instituciones representativas, las múltiples asociaciones de ciudadanos, las asambleas vecinales y barriales, los sindicatos de trabajadores, los partidos políticos, las organizaciones populares de todo tipo, las asociaciones de estudiantes y de profesionales, las asociaciones culturales, las asambleas de intelectuales y trabajadores de la cultura, las asambleas de parados, los colectivos de mujeres, y todas las pequeñas asambleas que por motivos laborales, culturales o de participación social se reúnan en cualquier lugar del planeta, aprueben públicamente una resolución con los siguientes contenidos:
-Afirmamos que la doctrina de la guerra preventiva y todos los demás componentes de la nueva doctrina estratégica de los EEUU constituyen un atentado intolerable contra la paz, los principios de la ONU y el derecho internacional. La proclamación y la realización de la guerra preventiva en un crimen contra la humanidad.
-Afirmamos que "los intereses de los EEUU" no pueden ser motivo para intervenciones militares contra los demás países del mundo. La nueva doctrina estratégica constituye la implantación de la fuerza como único instrumento de las relaciones internacionales.
-La doble declaración que contiene el nuevo documento estratégico de que los EEUU nunca permitirán que ningún otro país pueda competir militarmente con ellos, y la justificación de la actuación militar unilateral en defensa de los "intereses de los EEUU", conduce a un sistema internacional imperial no basado en el derecho sino en la voluntad de la superpotencia.
-Declaramos pública y solemnemente, en defensa de un orden internacional justo y de la soberanía de las naciones, que rechazamos la nueva doctrina estratégica de los EEUU en tanto supone una flagrante y escandalosa violación de todos los principios civilizados de las relaciones entre los pueblos, y de los tratados internacionales.
La vieja Europa
