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LA CORTE ORDENO QUE LOS JUECES
REVISEN LAS COMISARIAS
Visitas obligadas a los detenidos
La Suprema Corte de Justicia bonaerense ordenó a los presidentes de
las cámaras de apelaciones de toda la provincia que cada tres meses deben
revisar las condiciones de detención de los presos en las comisarías.
La medida del máximo tribunal se enmarca en las reiteradas denuncias
por torturas en cárceles y comisarías de la provincia. La semana
pasada, el propio gobernador, Felipe Solá, admitió la existencia
de torturas en territorio bonaerense.
"El acuerdo es el número 3.028, que amplía hacia las comisarías
la obligación que desde hace cincuenta años tienen los presidentes
de las 18 cámaras de apelación penales de la provincia de visitar
las unidades carcelarias", explicó una fuente judicial a Página/12.
Hace 20 días, varios miembros de la Corte se reunieron con representantes
de Amnistía Internacional, una de las más prestigiosas organizaciones
de derechos humanos del mundo. "Evidentemente, su visita y sus denuncias,
como las hechas por muchos otros organismos fueron factores determinantes para
que tuviera lugar la medida", confesó la misma fuente.
Aunque fue difundida recién ayer, la decisión judicial fue tomada
el miércoles pasado: "Se prefirió informar primero al Ejecutivo
para luego hacerla pública", se explicó.
Los fundamentos de la medida están relacionados con "las sucesivas
presentaciones que han formalizado magistrados y funcionarios del Ministerio
Público sobre la situación de alojamiento que afrontan los detenidos
en dependencias policiales", que remiten a denuncias sobre malos tratos,
hacinamiento y torturas. Además, las fuentes detallaron que, según
lo dictaminado, en sus visitas a cárceles y comisarías "los
jueces deberán entrevistarse con los detenidos y recorrer la totalidad
de las instalaciones, para contemplar correctamente las condiciones en las que
se encuentran las personas allí detenidas".
La semana pasada, el defensor del Tribunal de Casación bonaerense, Mario
Coriolano, había denunciado que desde marzo de 2000 hasta febrero último,
se registró un total de 994 casos de tormentos en comisarías y
unidades penales de la provincia. Los datos revelaban que sólo en las
comisarías existieron 370 casos de torturas no denunciadas y otros 320
casos denunciados a los fiscales de turno.
El viernes último, Solá anunció la creación de un
Programa Provincial contra la Tortura, que será diseñado y puesto
en marcha por la Secretaría de Derechos Humanos para terminar con lo
que llamó "una práctica terrible aún presente".