Pedidos de prisión para 63 represores de La Plata
A partir de los testimonios recogidos en el Juicio por la Verdad de La Plata,
el fiscal Crous pidió la prisión de ocho militares y 55 policías
responsables de la represión ilegal en la comisaría quinta de
esa ciudad. Suárez Mason y Olivera Rovere entre los acusados.
Por Victoria Ginzberg
El fiscal Félix Crous pidió la detención de todos los responsables
y miembros del staff de la comisaría quinta de La Plata durante la última
dictadura militar. Se trata de ocho militares y 55 policías. La solicitud
se hizo en base a testimonios recogidos en el Juicio por la Verdad y en un trabajo
de recopilación de datos de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.
"En la comisaría quinta fui testigo de uno de los hechos más
dramáticos de mi cautiverio: un día ingresaron varios automóviles
de donde hicieron descender a varios hombres y mujeres y a dos niños
de corta edad. Las dos criaturas lloraban y gritaban, asustadas y un policía
los tomó poniéndose uno bajo cada brazo, y así los sacó
de nuestra vista", afirmó Carlos De Francesco. "Cuando venía
‘la patota’ a la comisaría quinta teníamos la sensación
de que era como si viniera un poder superior del que había que cuidarse",
dijo Mario Feliz. "Cada dos meses más o menos llegaban camiones
del Ejército y de la Marina y se llevaban a los detenidos más
antiguos", declaró Gabriela Gooley.
El ex militar Carlos Guillermo Suárez Mason, los generales Jorge Olivera
Rovere y Juan Bautista Sasiaiñ y los coroneles Héctor Gamen, Jorge
Ernesto Alvarez, Guillermo Ernesto Trotz, Reinaldo Tabernero y Rodolfo Aníbal
Campos y el comisario general Rodolfo González Conti, son los represores
con roles jerárquicos que fueron imputados por Crous en un escrito firmado
el lunes. A ellos se le sumaron 54 policías que estaban destinados en
la comisaría que funcionó como centro clandestino de detención
y por la que se estima que pasaron cerca de 200 personas.
"El contexto de terror y represión generalizada de aquellos días;
la pertenencia de la mayoría de los imputados y de todos los de menor
jerarquía a la policía de la provincia de Buenos Aires, fuerza
directa y masivamente implicada en el terrorismo de Estado; el destino de numerosas
de sus dependencias como centro clandestino de detención y tortura; las
características de la edificación, que sin duda permitía
a los policías estar al tanto de la existencia de detenidos ilegales,
de las condiciones inhumanas de detención, de las torturas que se les
infligían, del movimiento de los secuestrados y del eventual asesinato
como destino final; en fin, todo ese conjunto de elementos de juicio permite
conjeturar razonablemente que los policías imputados conocían
cabalmente lo que sucedía y a qué estaba destinada de manera prioritaria
–sino exclusiva– la dependencia en la cual prestaban servicio y a la cual brindaban
seguridad, lo cual implica cuidar que los detenidos (secuestrados) carecieran
de cualquier chance de huida", aseguró Crous.
"Mucha máquina"
El fiscal agregó en su trabajo las declaraciones de varios ex policías
de la comisaría quinta que fueron citados por en el Juicio por la Verdad
de La Plata y que dan razón al argumento acerca del –al menos– "conocimiento"
que tenían todos los uniformados sobre lo que ocurría en la dependencia
policial. "Nosotros no teníamos que tener acceso, en principio,
ni contacto con ese submundo, al cual le habían pintado en la puerta
‘área restringida’. En principio no teníamos acceso, pero con
el devenir, cuando llegaba toda esa gente de custodia, que traían gente
... en determinado momento por escasez de personal de ellos o demás,
hasta los suboficiales que cumplían la función de seguridad, tienen
que haber mantenido contacto con esa gente", aseguró Jorge Luis
Piazza.
Un ex compañero suyo, Omar Raúl Piacentini, reconoció ante
los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo que "hubo mujeres embarazadas,
la mayoría de las mujeres extremistas, que se las llamaba en ese momento,
estaba embarazada y hubo nacimientos y todo dentro de la comisaría, hubo
muertos también". Cuando la abogada Elizabeth Rivas, de la Asamblea
Permanente por los Derechos Humanos de La Plata, le pidió a Piacentini
que precisara qué tareas hacía cuando "trabajaba de noche",
el policíacontestó: "Se sabe que de lo que se estaba trabajando
no podía ser nunca de limpieza, estamos hablando de la gente que se estaba
interrogando en ese momento, lo interrogaban, las cosas que tenían que
hacer". "Bajo torturas...", intentó especificar la abogada.
"Y sí, llámele bajo tortura...", contestó. En
otro momento de su testimonio, cuando se le reclamó que se explayara
sobre los "muertos" que había visto en el lugar, el mismo policía
afirmó: "Y muertos, que se han muerto, no sé, qué
sé yo, le habrán dado mucha máquina, le habrán golpeado
no sé...".
Invalidez e inconstitucionalidad
Al pedir la detención de todos los represores de la comisaría
quinta, Crous se pronunció también acerca de las "ya derogadas
leyes de impunidad". "Otras normas, superiores a las leyes, que integran
nuestra Constitución y obligan a la Argentina, por su propia voluntad
convencional y porque integran el orden público internacional, imponen
su declaración de invalidez e inconstitucionalidad", aseguró
el fiscal acerca de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Crous ya había
sostenido esta postura al reclamar la detención de cuatro policías
por las desapariciones de Daniel Favero y María Paula Alvarez, secuestrados
el 24 de junio de 1977. También, al realizar la denuncia por la desaparición
de los obreros de la fábrica Ford. El juez federal Arnoldo Corazza deberá
pronunciarse sobre el pedido de Crous. Los jueces federales de La Plata ya recibieron
varias causas penales que se iniciaron como derivaciones del Juicio por la Verdad,
pero hasta ahora eludieron manifestarse sobre la validez de las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final. Para esto, derivaron casos a la jurisdicción porteña
o demoraron sus decisiones. "Estas leyes, que tanto han dañado la
esperanza de afianzamiento de la Justicia una vez restablecida la democracia,
entrañan la violación masiva de normas de máxima jerarquía
nacional y supranacional, agravian a la República y ofenden el sentimiento
de Justicia de la comunidad internacional", afirmó Crous