11 de diciembre del 2002
Cuarenta países recortan derechos por «seguridad». En España, tortura y malos tratos de índole racista a manos de agentes del Estado
Amnistía Internacional denuncia el deterioro de las libertades tanto en países ricos como pobres
Agencias
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, 10 de diciembre,
AI analiza la situación en diversos países en los que considera
que se ha deteriorado el respeto a los derechos fundamentales. Así, gobiernos
como el de EEUU, Gran Bretaña o China han limitado los derechos de los
extranjeros o los nacionales nacidos en otros estados, han endurecido su política
de asilo o han ampliado las restricciones a los visados a resultas de la lucha
contra el terrorismo.
AI sostiene que «la dicotomía que se plantea entre seguridad y derechos
humanos es falsa, ya que los derechos proclamados en los tratados internacionales,
como el derecho a la vida, a no ser torturado o a ser juzgado con las debidas
garantías, son absolutos y deben ser respetados en todo momento, aún
en situaciones de emergencia pública. El reto al que se enfrentan los
estados del mundo, 54 años después de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, pasa por promover la seguridad sin dejar de garantizar
a todas las personas el pleno disfrute de todos y cada uno de sus 30 artículos».
En Colombia, la organización valora negativamente algunas de las medidas
de los primeros cien días del gobierno de Uribe, que han supuesto un
«recorte significativo» de las libertades.
AI, que publica un informe bajo el título «Colombia, seguridad ¿a qué
precio?», recuerda que el Gobierno colombiano ha decretado el estado de emergencia
y ha promulgado el Decreto 2002, que le permite, entre otras cosas, detener
a sospechosos y llevar a cabo registros domiciliarios sin orden judicial. Insiste
a Uribe en que debe poner en práctica las recomendaciones de la ONU en
el sentido de la protección de los defensores de derechos humanos, el
desmantelamiento de grupos paramilitares y la lucha eficaz contra la impunidad.
Menciona también como caso preocupante la situación en la Federación
Rusa, donde un «manto de impunidad» favorece las violaciones de los derechos
humanos, sobre todo las registradas en Chechenia.
Reclama «la liberación inmediata e incondicional» del periodista Grigory
Pasko, acusado de haber filtrado información a los medios de comunicación
extranjeros por grabar en 1993 cómo la marina rusa «arrojaba residuos
y munición radioactivos en el Mar de Japón».
Según sus datos, en Rusia mueren cada año 14.000 mujeres víctimas
de la violencia doméstica; 17.000 niños «cumplen condena» en condiciones
infrahumanas y se han registrado centenares de desapariciones en los últimos
años.
España. Crisis de identidad
Al mismo tiempo, Aministía ha editado el libro "España. Crisis
de identidad" donde se relatan casos de tortura y humillaciones a diversas personas
por parte de las fuerzas de seguridad del estado español. En su presentación
la organización de DD HH remarca:
"Una familia de etnia gitana, entre cuyos miembros hay niños, es humillada
y torturada en una comisaría de Madrid donde permanece detenida ilegalmente.
La policía detiene a un vendedor ambulante senegalés en una playa
gallega y, en lugar de llevarlo directamente a una comisaría, le propina
una paliza en una zona alejada de la ciudad mientras le insulta en razón
de su raza. Un niño marroquí que intenta buscarse la vida en Melilla
es abandonado ilegalmente por la policía española en una zona
fronteriza desde donde no le es posible regresar a la ciudad debido a su estado
de debilidad".
"Una mujer brasileña es violada bajo custodia, pero los agentes de policía
se niegan a cooperar en la investigación, por lo que el violador no puede
ser identificado y el Tribunal Supremo parece verse impotente para actuar. Un
trabajador marroquí que está siendo atacado por una multitud armada
escapa de su domicilio bajo una lluvia de balas de goma disparadas por la policía,
que no hace nada para impedir que los agresores incendien y saqueen la casa.
Un ciudadano estadounidense de origen afroamericano, primer trompeta de la Orquesta
Sinfónica de Barcelona, asegura haber sido maltratado por unos policías
hasta el extremo de haber tenido que cancelar sus compromisos de actuación".
"Éstos no son sino algunos de los muchos casos que se han puesto en conocimiento
de Amnistía Internacional en los últimos años, todos los
cuales, aunque diferentes en los pormenores, indican que los agentes encargados
de hacer cumplir la ley violan reiteradamente los derechos de miembros de minorías
étnicas y de personas de origen no español".