La Red Global del Trueque denuncia la falsificación de sus "créditos"
Redes de trueque y de producción autogestionaria: denuncia y propuesta
Redacción Surmedia en Argentina
La Red Global del Trueque denunció ante la Justicia y públicamente que la falsificación en gran escala de sus "créditos" –los papeles que los prosumidores emplean cuando trocan productos o servicios–, no es un negocio más de falsificación sino que tiene como objetivo "destruir nuestro sistema". Una organización de desocupados con modos alternativos de producción propone Mercados Centrales Piqueteros en el área metropolitana de Buenos Aires.
Carlos De Sanzo y Rubén Ravera, dos de los fundadores de la Red Global del Trueque que surgió en el sur del Gran Buenos Aires hace siete años en Bernal, expresaron que "el trueque está en peligro de desaparecer" si continúan los ataques sistemáticos en su contra. Su sede en La Bernalesa, el galpón abadonado por una vieja industria que cerró su actividad, fue últimamente robado reiteradas veces pero, además, lo que es mucho más grave –expresaron–, es que aparecieron nada menos que 500 millones de créditos falsos, promoviendo la desconfianza entre los habituales concurrentes a los seis mil clubes de trueque que proliferaron en todo el país. En la red actúan directamente más de un millón de asociados, pero que significan un número por lo menos cinco veces mayor si se toma en cuenta a sus grupos familiares que en los clubes colocan sus servicios y productos de quinta, granja o micro industrias.
Ahora la Red Global hará una nueva impresión de créditos con nuevas condiciones de seguridad; la moneda para trocar se entrega gratuitamente a cada nuevo "prosumidor" cuando se incorpora, y luego sigue su camino libre. De Sanzo y Ravera dijeron que la falsificación descubierta –la acción de la justicia permitió ya detener a veinte personas– fue dispuesta con un altísimo costo para atacar este modo de intercambio que ha venido a resolver graves situaciones en el marco general de la pobreza popular. "Al parecer pagaron 800 pesos por día a 50 imprentas para falsificar nuestros vales. Esto fue una acción centralizada, organizada. Metieron en nuestro mercado 500 millones de créditos y esto nos llevó a una inflación altísima. Les costó más imprimir que lo que valen los propios créditos. Esto significa que el objetivo es destruir nuestro sistema y no hacer un negocio con la falsificación", explicaron.
Carlos De Sanzo manifestó que los hechos ocurren cuando "el Fondo Monetario Internacional pidió que se terminara con todas las cuasi monedas, y (habría quienes) se confunden pensando que nuestros tickets son dinero. Hay alguien que tomó las sugerencias del FMI y las llevó a la práctica para hacer bien los deberes antes de tiempo. Estimamos que pusieron un millón y medio de pesos por mes para destruirnos". También dijo que "el hambre en Argentina no debería existir" y fue por más; desafió al Gobierno "a comprar un millón de pesos en nuestros productos básicos, harina, azúcar, leche, carne y aceite, y me comprometo a que en tres meses pueden retirar ese dinero en productos, mercadería y servicios para hospitales, escuelas y oficinas. Con ese millón de pesos nosotros podemos, en menos de un año, dar de comer a 20 millones de personas".
Propuesta piquetera
Coincide con estos dichos de De Sanzo la corriente piquetera Movimiento Teresa Rodríguez, una coordinadora de trabajadores desocupados que recuerda a la muchacha neuquina asesinada por disparos policiales en Cutral-Có, la localidad petrolera que resultó diezmada con la privatización de YPF a comienzo de los años 90. Este Movimiento propone la instalación de un "Mercado Central Piquetero, en camino hacia una nueva economía social alternativa y solidaria".
En un documento que el Teresa Rodríguez circula por correo electrónico (su dirección es