Buenos Aires, 4 de octubre de 2002.-

A raíz de profundas e insalvables diferencias de criterio, CORREPI ha decidido que nuestros compañeros abogados renuncien a la representación procesal de la Sra. Mabel Alicia Ruiz, madre de Maximiliano Kosteki, en la causa seguida por los hechos ocurridos en Avellaneda el 26 de junio de 2002.

CORREPI no puede avalar posiciones que conducen directamente a desincriminar a los responsables de la organización y ejecución del operativo represivo que desplegaron en forma coordinada las autoridades nacionales y provinciales.

La muerte de Maximiliano y Darío, sin dudas el saldo más costoso –pero no el único- de la represión, no es un hecho aislado, ni obra de un puñado de policías "sacados". Tampoco es una acción autónoma de la policía bonaerense. La responsabilidad no se agota en los policías fotografiados aunque ellos sean los únicos juzgados por ahora. Esta es una posición que CORREPI sostiene en cada lucha en la que interviene, cualquiera sea el ámbito: las acciones de las fuerzas de seguridad no son "excesos" de algunos que no responden a la cadena de mando, sino el cumplimiento sistemático de una política de Estado. Por ello sostenemos que la muerte de los compañeros es el resultado de una acción y metodología represiva.

Más de una década de compromiso antirrepresivo nos ha enseñado a convivir con el dolor de cada familiar, que sólo puede ser comprendido por quien lo sufre; pero también hemos aprendido, a través de la experiencia y junto a los propios familiares, que es más fecunda la lucha colectiva que la exaltación del caso individual.

CORREPI cree que la pelea en los tribunales –territorio del enemigo por definición- es sólo uno de los escenarios de la lucha antirrepresiva, pero no el único, y tampoco el principal. Sostenemos que todo esfuerzo en ese sentido, por bienintencionado que sea y aunque consiga una condena, es inútil como instancia de lucha si no parte de una correcta caracterización del rol del aparato represivo del sistema y si no se inscribe en el camino de la transformación social.

No son los compañeros abogados, por mera portación de matrícula, los protagonistas de la lucha social del pueblo. CORREPI, en cambio, como organización popular, y todos sus integrantes, sea cual fuere la tarea que desempeñen, son parte de ese pueblo que pelea.

CORREPI siempre ha estado, y seguirá estando, a disposición de toda víctima, de todo represaliado del sistema, sin exigirle para ser parte de su lucha una identidad ideológica absoluta. Pero no podemos legitimar los intentos de desnaturalizar los hechos, de negar la historia de los compañeros caídos, ni de reducir a un "caso aislado" lo que resulta paradigma de la política represiva del estado.

Nuestros compañeros seguirán interviniendo en la causa del 26 de junio, con la misma intensidad que hasta ahora, a pedido de las organizaciones y compañeros que nos han confiado su representación. Ya hemos acreditado personería por 16 heridos pertenecientes a la Coordinadora Aníbal Verón, al Movimiento Teresa Rodríguez, a la CUBa y a CORREPI.

En ese rol seguiremos luchando para que no queden dudas de que existió un plan criminal organizado, como el 20 de diciembre de 2001, exigiendo Juicio y Castigo para todos los responsables políticos y autores materiales de los crímenes contra el pueblo.

Por CORREPI:

Gabriel Lerner – Claudia Cúneo – Gabriela Macauda – Ramiro Geber - María Massa