20 de Diciembre
del 2001
VIOLENCIA
Y LUCHA NO VIOLENTA
El presidente declaró el estado
de sitio para frenar la "violencia". Una vez más se equivoca. Helder
Camara, que fue arzobispo en Brasil, aclaró muy bien el concepto de violencia:
la primera es la violencia que nace de las estructuras injustas del Estado,
que provoca el hambre, la miseria, el desempleo, la falta de educación
y salud. Esta violencia estructural la sufre el pueblo día tras día.
Frente o esta violencia, los pueblos resisten, legítimamente y suele
aparecer la violencia respuesta, la cual a su vez conlleva a la violencia de
la represión. Es la famosa espiral de la violencia.
Quienes luchamos por medio de la noviolencia activa entendemos esa violencia
respuesta que surge de la desesperación, pero creemos que es posible
convertir la bronca y la agresividad propia del ser humano en acciones noviolentas,
respetando la integridad física del adversario. Además, no es
meramente uno cuestión moral, ética o filosófica, sino
también una cuestión de táctica dentro de la estrategia
para conseguir una sociedad democrática: usar las mismos medios del adversario
que sí está muy bien preparado para el uso de lo violencia, es
entrar en su terreno predilecto. Además, provoca mayor represión
y asusta a la mayoría.
La acción noviolenta tiene múltiples facetas y formas de expresarse.
En esos últimos días, tenemos el ejemplo de la consulta popular
del FRENAPO, con unos 3 millones de personas que votaron voluntariamente en
favor de una propuesta concreta y viable para erradicar la pobreza y observamos
la violencia de los gobernantes en ignorarla.
El cacerolazo impresionante de ayer es también un potente ejemplo de
acción directa noviolenta en varias de sus características fundamentales:
es una acción accesible a todas las personas, desde los niños
a los ancianos; es un mensaje comprensible por todos; es una invitación
a la participación en la construcción democrática; y despierta
los ganas de luchar. Las movilizaciones son otro ejemplo. Por supuesto, nadie
dice que los acciones noviolentas no serán reprimidas; basta mirar lo
que ocurrió en la India de Gandhi, pero al menos la represión
es entonces totalmente injustificable.
Desde el SERPAJ, llamamos al pueblo a mantener su presión sobre el gobierno
usando su imaginación para encontrar medios pacíficos, masivos
y descentralizados de protesta pero evitando lo trampa de la violencia. Ya son
demasiados los muertos, por bala o por hambre.
Al gobierno le exigimos parar la represión, levantar el ilegal estado
de sitio, liberar a todos los detenidos, implementar ya las propuestas del FRENAPO
y pagar la única deuda que tiene: la deuda interna.
Al conjunto de la clase política, le decimos que el cambio de figuras
no cambiará nada si no se cambia radicalmente el modelo económico
vigente, y le pedimos que asuma el desafío de la construcción
democrática: respetar la voz del pueblo.
SERPAJ - Servicio Paz y Justicia