Test electoral en el interior argentino: Santiago del Estero
No todo estaba cantado, más de 17 % de votos anulados
Redacción Surmedia en Argentina
Ayer entre las 8 y las 18 se realizó la primera elección test en un estado del interior argentino, la provincia de Santiago del Estero, donde todas las encuestas vaticinaban la reiteración de un clásico: el triunfo del justicialismo juarista. El comicio fue un adelanto del cronograma electoral, ya que los mandatos vencían en 2003, pero el caudillo Carlos Juárez –de 85 años– adelantó el calendario argumentando la "emergencia política" nacional. Los cargos en juego fueron el de gobernador, vicegobernador, diputados provinciales y convencionales. Estos últimos para validar la reforma de la ley suprema provincial hecha ad referéndum, para, precisamente, adelantar las propias elecciones. Los analistas santiagueños dicen que Juárez aprovechó el estado deliberativo del resto de las fuerzas políticas, especialmente del radicalismo que lleva como candidato a otro veterano, Zavalía.
Los resultados finales anoche, todavía escrutadas definitivamente muy pocas mesas, anticipan que el oficialismo obtuvo casi el 70 por ciento de los votos válidos. Más del 17 por ciento de los electores votaron en blanco o impugnaron sus votos, superando los resultados de la Unión Cívica Radical que obtendría el 15 por ciento y el ARI de Elisa Carrió que no llegó a 7 de cada 100 votos.
La provincia viene siendo gobernada por Juárez desde hace cinco períodos consecutivos, pero los radicales liderados por Zavalía administran las dos principales ciudades, la capital Santiago del Estero y el departamento de La Banda; las que juntas reúnen al 43 por ciento del electorado. El 80 por ciento del total de ciudadanos habilitados para votar tiene alguna dependencia directa o indirecta con el funcionarado público, lo que implica un altísimo grado de clientelismo político. Al radicalismo se le abrió un frente interno cuando el intendente de la capital provincial, Gerardo Zamora, distanciado de Zavalía, llamó a apoyar a los candidatos juaristas: para gobernador reeligiendo a Carlos Díaz –protegido de Juárez que no se presentó a ningún cargo, dijo, "por razones de salud"–, y que lleva como poderoso y determinante coequiper a la propia mujer del caudillo, Mercedes Marina "Nina" Aragonés, "la Señora".
Entrevistado ayer, cuando votaba en un local escolar cercano a su domicilio particular, Carlos Juárez dijo que "desde Santiago vamos a demostrar que la gente quiere que se queden todos", pero al iniciarse el escrutinio y pese la obligatoriedad del voto pudo detectarse que la adhesión a la jornada electoral fue la más baja de la historia presente, pero hasta la media noche de ayer no se tenían de ello cifras precisas.
Control y conocimiento para ajustar todos los resortes
Hace siete años, en 1995, se le cuestionó a Juárez que tuviera en su equipo de gobierno al comisario Musa Azar, denunciado como represor ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP). Musa Azar sigue todavía, como también en la Secretaría de Seguridad el militar carapintada Jorge D’Amico. En aquella oportunidad respondió que "Un gobernante necesita tener el control y conocimiento para ajustar todos los resortes de la administración, y Musa Azar me facilita esos datos".
Ahora, días pasados, fue despedido del único canal televisivo de aire el periodista Roberto Vozza después de 23 años en la tarea, acusado –se dice– de haber criticado a Carlos Juárez y a Gustavo Ick, propietario del canal, en una conversación telefónica con el diario porteño La Nación del cual es corresponsal. Según se dice en los corrillos santiagueños habría sido el referido D’Amico quien le proveyó a Ick la cinta con la grabación de esa conversación. Ick, para más datos, es hijo de Carlos Vicente, un empresario juarista que maneja el sistema financiero y de servicios de la provincia.