Otro escándalo
involucra al arzobispo de Santa Fe
La Argentina tendría obispos que son abusadores sexuales
La provincia de Santa Fe está conmovida por la revelación de que su arzobispo, Edgardo Storni está acusado de abusos sexuales contra seminaristas.
ISIDORO GILBERT / LA REPUBLICA
Es lo que afirma la periodista Olga Wornat en su libro "Nuestra Santa Madre"
que se refiere al papel de la Iglesia y sus relaciones con el poder de turno,
antes y durante la dictadura, el gobierno de Alfonsín y los diez años
de Menem.
Durante la investigación Wornat se topó con que las denuncias
sobre supuesto abuso sexual que involucraban a Storni eran un secreto a voces.
La historia se devela en 1995, cuando uno de los chicos del seminario "salió
corriendo de una habitación, llorando, y le contó a un sacerdote
que Storni lo había querido violar. Era el hijo de un juez (el muchacho
hoy vive en Buenos Aires, y formó una familia)".
Entonces el Vaticano ordenó, a espaldas de Storni, una investigación
que realizó monseñor José María Arancibia, entonces
obispo en Mendoza. Ese trabajo se hizo en Paraná, capital de la provincia
de Entre Ríos, adonde viajaron de incógnito más de 30 testigos,
y el informe pasó a la Nunciatura de Calabresi, y de allí a Roma.
Wornat se entrevistó con todos los que declararon en Paraná, algunos
de los cuales abandonaron la fe. La periodista es autora de varios libros, entre
ellos, "Menem, la vida privada", donde cuenta detalles de la fortuna personal
del ex presidente y que nunca fue querellada.
"Es muy traumático y doloroso --consideró-- sufrir un abuso sexual
y luego tener que contarlo. Imaginen lo perverso de esta situación: chicos
de 13 o 14 años, que en gran parte venían del campo, muchos sin
padre, con un grado de vulnerabilidad terrible. Storni le decía cosas
como soy el padre de todos ustedes, Dios desde el cielo nos está mirando".
Sin embargo, a los traumas a los que alude Wornat, se les agregó otro
mal trago: "Todo fue peor --indicó-- cuando, finalmente, el tema quedó
en la nada". Según la investigadora, los hechos se silenciaron luego
de un viaje de Storni a Roma, convocado por el Vaticano.
Dijo que las acusaciones no eran ciertas y que "habían malinterpretado
algunas actitudes suyas", apuntó Wornat. Señaló, respecto
del tema de Storni, que nadie lo desmintió, con lo cual entendió
que podía seguir adelante con su trabajo y adelantó que se están
investigando casos similares al de Storni en otros puntos del país.
"Creo que Storni fue favorecido por la coyuntura, ya que en ese momento el Vaticano
se inclinaba por ocultar hechos de este tipo. Pero ahora la tendencia es distinta:
no parece estar dispuesto a seguir ocultando hechos como éste", señaló
la periodista al diario rosarino "La Capital".
La denuncia ha conmocionado a la opinión pública no sólo
local sino también nacional.
Rendir cuentas en la Justicia
"El abuso sexual y la violación son delitos que cualquier ciudadano,
incluido el arzobispo Storni, debe rendir cuentas ante la Justicia y de ser
verdad esta situación, tendría que irse inmediatamente de la Iglesia
para no seguir manchando esta institución tan cara para todos los argentinos,
y realmente si esto es cierto tendría que estar preso", sostiene el legislador
socialista popular Eduardo Di Pollina.
Los hechos mencionados en el capítulo noveno dedicado a la Iglesia de
Santa Fe "El príncipe y el pastor" de ese libro conmocionaron a todos
los ámbitos de la capital de Santa Fe y se convirtieron en tema excluyente
en los medios oficiales, políticos y cercanos a la Iglesia, mientras
mensajes de todos los tenores terminaron inundando las radios locales. Es que
parte del capítulo fue transcripto en el diario rosarino "La Capital".
El ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, sostuvo la necesidad de que el jefe
de la Iglesia Católica en Santa Fe rinda cuentas ante la Justicia. La
legisladora radical, Alicia Tate, tuvo la misma postura.
Varios legisladores santafesinos sostienen que la verdadera causa por la que
aún no se haya podido implementar la ley de salud reproductiva --que
lleva más de un año de aprobada-- no es precisamente la falta
de recursos, sino que se debe a las presiones que subterráneamente se
vienen realizando desde esos sectores vinculados a la Curia.
Fuentes católicas indican que si bien las investigaciones llevadas a
cabo por monseñor José María Arancibia existieron, las
mismas no tuvieron la entidad y consistencia suficientes como para que pesaran
debidamente en la Santa Sede.
Otras fuentes manifestaron que en el libro "Nuestra Santa Madre", la periodista
Wornat no hizo sino reflejar el tramo sumarial correspondiente a las primeras
instancias de las investigaciones llevadas a cabo en 1994 en la ciudad de Paraná,
y que éstas no tuvieron derivaciones en la Justicia Penal ordinaria,
aunque otros sectores opinen lo contrario y se empeñen en afirmar la
existencia de denuncias en Tribunales, aunque sin conocer el destino final que
corrieron.