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Argentina: La lucha continúa

2 de agosto del 2002

Intervención del Embajador Cubano Alejandro González Galiano en el aniversario del 26 de julio, Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires

No son tan altas las cumbres de los Andes como para no poder alcanzarlas
Queridos Amigos argentinos:
Agradezco en primer lugar a la Multisectorial de Solidaridad con Cuba la organización de este acto para conmemorar el 49 Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, así como a las autoridades de la Facultad de Medicina de la UBA, prestigiosa institución donde una vez cursara estudios el Che, que gentilmente ofreció esta sala.
Agradezco por supuesto a los brillantes oradores que me han precedido en el uso de la palabra para expresar su saludo al pueblo cubano y a todas las organizaciones políticas y sociales, sindicales, juveniles, organismos de derechos humanos, instituciones profesionales y de carácter no gubernamental, a las heroicas Madres de Plaza de Mayo, a las Casas de Amistad y a todas las personalidades que adhieren a esta conmemoración.
Se que ustedes comprenden perfectamente la importancia que para el pueblo de Cuba tiene esta efemérides. No hubiéramos tenido esta Revolución victoriosa que hoy tenemos, si antes no hubiéramos tenido un Moncada en cuyos muros de la tiranía batistiana salpicó la sangre generosa y fértil de lo mejor de la juventud cubana. Cuando parecía que el Apóstol iba a morir, me refiero a ese extraordinario luchador y pensador cubano del siglo XIX a quien hoy consideramos nuestro héroe nacional, José Martí, cuyas ideas de libertad e igualdad para todos los cubanos estaban siendo sepultadas por la oprobiosa dictadura de Batista y por el régimen neocolonial que Estados Unidos había impuesto en Cuba, un pequeño grupo de jóvenes bajo el mando del cro. Fidel con extraordinario coraje y valor realizaron aquella acción militar frente a un enemigo superior en fuerza y armas, pero inmensamente inferior en moral y repudiado por todo el pueblo de Cuba. A pesar de que fue una acción bien organizada y con posibilidades de éxito, diversas circunstancias la hicieron fracasar pero el régimen de turno no pudo impedir que tal empeño significara el principio de su propio fin. La historia posterior es bien conocida, brutal cacería y matanza de los jóvenes asaltantes y prisión inhumana para los pocos sobrevivientes. El histórico alegato de autodefensa de Fidel Castro en el juicio que siguió por los hechos del Moncada demostró que aquella acción era necesaria e imprescindible. Los jóvenes que allí se inmolaron tenían un programa claro y revolucionario de transformación social, de defensa de la dignidad y justicia social por la cual ya habían ofrendado sus vidas generaciones enteras de cubanos. La historia finalmente los absolvió. 49 años después, transcurridos ya en el tiempo las gloriosas epopeyas del exilio revolucionario, el desembarco del Yate Granma, la lucha guerrillera en la Sierra Maestra y en la clandestinidad de las ciudades y el triunfo de la Revolución el 1ro de Enero de 1959, repasando las medidas del gobierno revolucionario en beneficio del pueblo, la construcción de nuestra sociedad socialista y las enormes batallas que hemos tenido que librar frente a la política de agresión y bloqueo del imperialismo yanqui, podemos asegurar que todos aquellos sueños por los que se combatió y murió en el Moncada fueron convertidos en realidad.
Aunque se que ustedes conocen bien lo que ha hecho y lo que ha significado la Revolución Cubana, no seria ocioso en una oportunidad como esta mencionar algunos indicadores que expresan algunas de las principales realizaciones sociales y del verdadero disfrute de los derechos humanos por parte de nuestro pueblo.
Respecto al derecho fundamental que tienen todos los hombres a un trabajo digno
Tasa de desempleo en Cuba 2001- 4,1%, la más baja de América Latina.
Indicadores que expresan el acceso a la salud pública
Tasa de mortalidad infantil 2001- 6,2 por cada mil nacidos vivos, superior a Estados Unidos (Argentina 19).
Tasa de mortalidad en niños menores de 5 años – 8 por cada mil (Argentina 22) .
Tasa de mortalidad general – 6,8 por mil habitantes
Esperanza de vida al nacer- 76 años (Argentina 73)
99,1 % de la población cubana atendida por el Médico de la familia con una atención primaria y preventiva.
Todos los servicios de salud gratuitos, incluido el transplante de órganos.
Cuba tiene 67 128 médicos, lo que equivale a 1 médico por cada 164 habitantes.
Amplios programas de vacunación que han permitido erradicar todas las enfermedades y epidemias infantiles.
0,05 % portadores del virus del SIDA , la tasa más baja del continente.
La industria Nacional produce el 80% de los medicamentos que se distribuyen al pueblo subvencionados por el Estado.
Indicadores que expresan el derecho a la Educación
99,1% Tasa de escolarización entre 6 y 11 años.
96, 3% Tasa de escolarización entre 12 y 14 años
96% Tasa de alfabetización de adultos.
Un personal docente por cada 18,5 habitantes.
Un maestro primario por cada 12 niños
Un maestro secundario por cada 11,5 adolescentes.
Un profesor universitario por cada 5,6 alumnos.
Cuba tiene 686 mil profesionales graduados de nivel superior y destina el 7,6% del PIB a gastos de educación, casi el 30% del Presupuesto del Estado a la Educación y a la Salud Pública.
Adicionalmente – PIS-Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas : 200 jóvenes argentinos.
Vivienda
El 85% de la población cubana es propietaria y no paga alquiler. Solo el 15% paga únicamente el 6% de su salario mensual para devenir en futuro propietario. Nadie va a la calle por no poder pagar el alquiler.
Derechos de la Mujer
66,1% de la fuerza profesional y técnica.
43,5% de los graduados de la de la enseñanza técnica y profesional.
66,3% de los graduados de educación superior.
30,3% de los dirigentes cubanos.
Como ustedes conocen y a pesar de esos datos demoledores año tras año el Gobierno de Estados Unidos se empeña en condenar a Cuba por supuestas violaciones de los derechos humanos en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra.
Con independencia de cualquier diferencia ideológica o política, todo el mundo comprende la naturaleza injusta, discriminatoria y selectiva con que el gobierno de Estados Unidos utiliza y manipula la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para condenar a regímenes que no son de su agrado. Han convertido esa comisión en el Tribunal de la Santa Inquisición donde deben ser condenados a la hoguera aquellos pueblos herejes que como el pueblo de Cuba se atrevió a desafiar los dictados del imperio y defender su libertad.
Condenar a Cuba por supuestas violaciones flagrantes de los derechos humanos se ha convertido en una obsesión del gobierno de Estados Unidos para lo cual emplea todo su arsenal de vergonzosas presiones e indignos chantajes. Resulta lastimoso ver como extorsionan sin los más mínimos escrúpulos a un buen número de gobiernos para arrastrarlos a la aprobación de la Resolución contra Cuba y sumarlos de esa manera a su política de agresión y aislamiento contra la Revolución cubana.
Le hacen sin embargo un flaco favor a esos gobiernos pues los despojan de la más mínima posibilidad de expresar libremente su política exterior y los obliga a divorciarse peligrosamente de la propia opinión de sus pueblos. Estados Unidos ha mantenido por más de 4 décadas una política criminal, inmoral y genocida de bloqueo a Cuba, con el propósito de rendir por hambre y enfermedad a nuestro pueblo, política que hoy concita el más fuerte rechazo de la comunidad internacional. No le queda otra excusa para justificar dicha política que ya ha costado a Cuba más de 70 mil millones de dólares en perjuicios económicos sin incluir los más de 54 mil millones de dólares reportados como daños directos ocasionados a objetivos económicos y sociales por concepto de sabotajes y acciones terroristas organizadas y financiadas desde territorio norteamericano, que tratar de presentarnos como violadores de los derechos humanos a pesar de que ninguno de los gobiernos que votan contra Cuba puede exhibir ni por asomo los extraordinarios logros sociales que he mencionado aquí.
En consecuencia Cuba no reconoce a nadie autoridad moral alguna para condenarla en materia de derechos humanos, más bien con toda humildad recomendaría a esos gobiernos que la condenan, concentrar sus esfuerzos en tratar de asegurar mejor el pleno disfrute de los derechos humanos a sus propios pueblos.
Para nosotros sin embargo lo que cuenta es la opinión del hermano pueblo argentino que ha expresado clara e inequívocamente su rechazo a ese voto y su más firme solidaridad con el pueblo cubano.
Hoy existe una situación todavía más peligrosa en un mundo unipolar bajo el arbitrio hegemónico e irracional de la administración que gobierna el imperio más poderoso que haya existido jamás sobre la tierra y que luego de los lamentables e injustificables atentados del 11 de septiembre, que Cuba fue uno de los primeros países en condenar, parece haberse abrogado el derecho a aplicar la justicia divina desconociendo todo el sistema de relaciones internacionales, los órganos de las naciones unidas, los más elementales principios del Derecho Internacional que hacen a la convivencia pacífica de los estados y a la igualdad soberana de los pueblos y naciones. El gobierno de Estados Unidos certifica a su libre albedrío cuales Estados son terroristas y cuales no, quienes son traficantes de drogas, quienes forman parte del mal o del bien y aún más peligroso defienden una extraña teoría sobre su derecho a realizar ataques preventivos allí donde consideren pueda surgir una amenaza a su seguridad nacional. No es posible aceptar en este estadio de desarrollo de la civilización humana que se imponga la ley de la selva.
Conocidos son los especiales vínculos de la administración Bush con la mafia terrorista cubano americana de Miami y los favores mutuos que se prestan. En consecuencia el actual gobierno de Estados Unidos arrecia su verborrea agresiva contra Cuba, desconoce el reclamo internacional y de su propia opinión pública que rechaza abrumadoramente el criminal y genocida bloqueo contra nuestro pueblo, nos pretende dar lecciones de democracia y exige cambios en el sistema político y social que el pueblo soberano de Cuba ha adoptado, trata de fabricar extraños pretextos para desprestigiar a la Revolución Cubana y justificar su política de agresión y nos amenaza.
La respuesta del pueblo de Cuba ha sido contundente. En días recientes más de 8 millones de cubanos , el 99,25% de nuestro padrón electoral impuso con su firma una iniciativa de modificación constitucional aprobada por nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular que introduce el carácter irreversible del Socialismo en Cuba. Ese es el deseo incuestionable del pueblo de Cuba. No hay marcha atrás al Capitalismo, a la exclusión, a la desigualdad, a la injusticia, ni a los que venden los intereses nacionales a un poder extranjero en Cuba. Ningún proceso político y social obtuvo jamás semejante respaldo popular de un pueblo lo cual hace invencible a nuestra Revolución.
Parte de esa revancha contra Cuba ha sido el encarcelamiento de 5 jóvenes patriotas cubanos condenados injustamente a largas penas de prisión en cárceles norteamericanas. Ellos recopilaban información sobre los planes y actividades terroristas de las agrupaciones contrarrevolucionarias cubanas que disfrutan de total impunidad en territorio norteamericano. No son vulgares espías como han pretendido mostrar, ni realizaron actividad alguna que pusiera en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos. En todo caso contribuyeron con la información suministrada a evitar acciones criminales de provocación y de conflicto que hubieran involucrado no solo la vida de ciudadanos cubanos sino también de ciudadanos estadounidenses. Son verdaderos luchadores contra el terrorismo sobre cuya inmediata liberación comienza a pronunciarse hoy la opinión pública internacional.
Cuba no dejará de exigir la libertad de estos jóvenes patriotas cubanos convertidos hoy en prisioneros políticos del imperio con la firme convicción que más temprano que tarde tendrán que devolverlos a nuestra Patria como antes tuvieron que devolvernos a nuestro niño Elian cuando fue secuestrado por la mafia terrorista de Miami.
Nos preocupa también América Latina. Está muy clara la estrategia imperialista de recolonización y anexión de nuestra Patria Grande a través del ALCA que acuerdan en conciliábulos secretos con gobiernos obsecuentes. Vienen como aves de rapiña por lo poco que nos queda y pretenden despojarnos de nuestra identidad nacional. Pero así como arrecian su apetito no comprenden que van labrando la tierra donde ha de germinar la sencilla de la nueva liberación e independencia de nuestras tierras latinoamericanas.
El modelo neoliberal y el pensamiento único que impusieron a nuestros pueblos se ha desmoronado como castillo de naipes. La grave situación social que hoy vive América Latina no admite más subterfugios ni cosmética. El FMI cuyos políticas de ajuste social lo hacen coresponsable de esta crisis dramática está desprestigiado y repudiado como repudiados son aquellos gobiernos que atan la suerte de sus pueblos a las tratativas onerosas y dependientes con tales instituciones y sus mentores.
El pueblo argentino que sido siempre solidario con el pueblo cubano y por quien sentimos un cariño especial, atraviesa hoy una situación difícil que lógicamente también nos preocupa. Tenemos fe en que encontrarán las suficientes fuerzas y sabiduría para superarla. Como diplomático extranjero me abstengo de emitir juicios de valor sobre la situación argentina pero como representante de un pueblo hermano, si me lo permiten, les diría con toda humildad que:
- "No son tan altas las cumbres de los Andes como para no poder alcanzarlas".
- "No está tan lejos la esperanza de un mundo mejor como para renunciar a ella".
- "No es tan imposible la unidad como para no poder construirla".
Y como este es un acto que convoca a hermanos argentinos y cubanos para conmemorar el 49 aniversario del asalto al Cuartel Moncada, permítanme concluir como lo hacemos en Cuba:
¡Patria o Muerte, Venceremos!