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El índice de desempleo en la Argentina se hace sentir con mucha más dureza entre los jóvenes de 15 a 25 años, segmento en el que el 46 por ciento está sin trabajo.
El índice, que casi se duplicó respecto al 25 por ciento que había en 1998, colocó a los argentinos en la cima de la tabla que mide la situación de los jóvenes sin trabajo en los países de América latina, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El que más se acerca a la Argentina es Uruguay, con el 35,1 por ciento de desocupados entre los menores de 25 años, y lo siguen Venezuela (26,2 por ciento), Chile (20,2 por ciento), Perú (17,1 por ciento), Brasil (13,7 por ciento) y México (5,4 por ciento), según un informe del periodista Gabriel Michi publicado por el diario de distribución gratuita La U.
La medición, que toma como base el primer trimestre de 2002, arroja otro dato preocupante: mientras que en la Argentina el desempleo creció 21 puntos respecto a 1998, en el resto de los países descendió algunas décimas como en los casos de Brasil y México, o subió sólo entre 3 y 10 puntos como en Chile, Venezuela y Uruguay.
La cantidad de desempleados en el conurbano bonaerense entre los menores de 29 años aumentó en casi 100.000 jóvenes en un año, al pasar de 420.000 a 526.000, los jóvenes que están sin trabajo en el período que va del 2001 al 2002.
Durante ese período, el nivel de desempleo creció mucho más entre los jóvenes que tienen estudios universitarios, al aumentar un 53,8 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
El desempleo entre 2001 y 2002 se incrementó un 42,4 por ciento entre los jóvenes con estudios universitarios incompletos, un 16,8 por ciento entre quienes no terminaron la primaria, y un 12,7 por ciento entre los que finalizaron la escuela primaria (ANC-Utpba).
La pobreza y la indigencia afecta al 70% de los menores de 18 años
En apenas seis meses, el índice de pobreza e indigencia entre los niños y adolescentes menores de 18 años de la Argentina aumentó en casi un 23 por ciento, al pasar la cantidad de afectados de los 7 millones, que existían en diciembre del año pasado, a los actuales 8,6 millones de menores que se encuentran en esta grave situación, según un estudio oficial.
El informe difundido por el Sistema de Información, Monitoreo y Evolución de Programas Sociales (Siempro) determina que el 69,2 por ciento de los 12,5 millones de niños y adolescentes que viven en el país están por debajo de la línea de la pobreza, de los cuales 4,2 millones integran hogares considerados pobres, en tanto que unos 4,4 millones forman parte de hogares indigentes.
La diferencia entre pobres e indigentes es que en el primer caso los ingresos de una familia tipo son menores a los 680 pesos mensuales, en cambio en el segundo no sobrepasa los 300 pesos, según determina el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec)