POR LOS HEROES DE TRELEW
Y LA REVOLUCIÓN
LAS MADRES MARCHARON EN SU PLAZA
Jueves en la Plaza con las Madres
Marcha del jueves 22 de agosto de 2002
Como todos los jueves a las tres y media en punto de la tarde, las integrantes
de la Asociación Madres de Plaza de Mayo se formaron detrás de
la bandera azul con la consigna "Resistencia y combate contra el terrorismo
del Estado" y comenzaron su marcha alrededor de la pirámide.
Esta vez, el día de la habitual movilización de las Madres coincidió
con la fecha de apertura del Foro Social Mundial en Argentina, evento al que
no fue invitada la Asociación.
Ante la segura presencia de decenas de asistentes al Foro durante la marcha,
las Madres decidieron llevar un gran equipo de sonido a la plaza para dar a
conocer su posicionamiento ante su no intervención en el encuentro contra
la globalización. Por ese micrófono, además, fue leída
la condena de las Madres emitida el día anterior, acerca de la apertura
de cierta documentación de la Embajada norteamericana en Argentina respecto
de los desaparecidos.
Al momento de iniciar la marcha de todos los jueves, desde los parlantes comenzaron
a escucharse las estrofas de La Internacional, que acompañaron a las
Madres y a los más de 300 manifestantes que marcharon junto a ellas.
La legendaria canción revolucionaria sonó una y otra vez hasta
las cuatro de la tarde, hora en que comenzaron los discursos.
Entre los que marcharon detrás de la hilera de pañuelos blancos
estuvieron los familiares de los tres pibes masacrados en Floresta, la noche
del cacerolazo que echó a Rodríguez Saá de la casa de gobierno.
Portando un enorme cartel con los rostros de Maximiliano, Cristian y Adrián,
sus familiares reclamaron justicia y sumaron su exigencia a la lucha incesante
y revolucionaria de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
El primero en hablar fue el Osvaldo Bayer, inseparable amigo y compañero
de las Madres, quien intervino en recuerdo de los fusilados en Trelew, a 30
años de aquella masacre. "Tenemos que reivindicar con todas nuestras
fuerzas a los compañeros revolucionarios que entregaron su vida por este
pueblo, ¡vivan los compañeros de Trelew! El compañero Osvaldo
Bayer les va a hablar" , señaló Hebe de Bonafini para presentar
al historiador. Tras él, y cerrando la marcha, habló Hebe de Bonafini.
Osvaldo Bayer
Compañeros, realmente imagínense la emoción que es esto,
por la marcha de los trabajadores, aquella música (La Internacional)
que unió tantas luchas, tantas huelgas, tantos ataques por la policía,
esa policía que ahí está, aguaitándonos con sus
bastones largos. Cuánta cobardía, realmente, cuántos mercenarios
que hay en entre ellos.
Y estar entre las Madres, en esta nueva marcha, hoy con el significado de recordar
los mártires de Trelew. Realmente es inexplicable la maldad, la bajeza,
la cobardía de los oficiales de la Marina de Guerra, que fusilaron así,
desarmados, prisioneros, torturados, a esos 19 compañeros, tres de los
cuales pudieron salvarse pero después dejaron su vida también
y desaparecieron bajo la total dictadura de Videla. Fíjenese cómo
faltaron a su palabra estos señores de uniforme. Habían arreglado
con los prisioneros en trasladarlos a la cárcel de Rawson. Pero el capitán
de corbeta Emilio Sosa en mitad de camino traicionó a su palabra, traicionó
la palabra de la Marina de Guerra y los trasladó a la Base Almirante
Zar, donde luego serían fusilados. Pero no solamente hay un pecado impresionante
e incomprensible -salvo comprensible pensando que son "nuestras" Fuerzas Armadas,
nuestras entre comillas-: entre los que fueron fusilados de esa manera tan atroz
y cobarde estaba Ana María Villarreal de Santucho, que estaba embarazada
de 8 meses. Imagínense la desesperación de esa mujer para tratar
de cubrir con sus manos el cuerpo de su hijo por nacer. Eso lo sabía
muy bien la Marina de Guerra porque antes los había revisado prisionero
por prisionero. Cuánta maldad, cuánto crimen de lesa humanidad.
No solamente fusilar en forma cobarde a los prisioneros sino también
a una mujer embarazada que estaba por dar a luz.
Creo que está todo dicho con el país que tenemos hoy, por lo cual
lucharon aquellos luchadores -los hijos de ustedes, Madres-. Fíjense
cuánta razón tenían al ver esto, este país que tenemos
que ver... Justamente hoy salieron las estadísticas de los niños
hambrientos en la Argentina. En la Argentina y no en el África occidental
u oriental, no, en Argentina de los niños que se mueren de hambre.
Bien. Pero estamos acá realmente para escuchar a la representante de
estas heroínas que son las Madres de Plaza de Mayo. Ellas constituyen
el movimiento más prístino, realmente más puro, que ha
dado la historia argentina.
Yo quisiera saludar también a dos grandes luchadores del mundo, a Sacco
y Vanzetti, que hace 75 años fueron muertos en la silla eléctrica
en el país maldito del norte. Cuánto lucharon los trabajadores
para liberarlos. Las calles se llenaron con el grito de "Sacco y Vanzetti".
No pudieron salvarlos pero el ejemplo de ellos quedó para siempre, quedó
unido al de tantos luchadores, estos jóvenes luchadores que desaparecieron
pero que siempre estarán presentes, y alguna vez sus retratos adornarán
esa Casa Rosada que llegaremos a conquistar. Muchas gracias, compañeros.
Hebe de Bonafini
Compañeros y amigos, participantes del Foro, en este día tan especial,
en este jueves que siempre es de lujo. Cada jueves es mejor que el otro. Desde
hace 25 años a las tres y media la marcha y a las cuatro el discurso.
Esta cosa tan impresionante en la que estamos amparadas, avaladas, empujadas
y protegidas por nuestros queridos 30000, que nacen en cada uno que lucha y
que pelea.
La memoria fértil, la que reproduzca y produzca, no la de la muerte,
no la de los muertos y los cadáveres, no la de los torturados, no la
de la Plaza vacía, no la de la reparación económica, sino
aquella memoria que reivindique su lucha, que nos haga ver y hacer lo que ellos
hacían, lo que nos haga hacer lo que ellos querían. Las Madres
nos hicimos revolucionarias, radicalizadas, y en esta lucha por el socialismo,
esa lucha que nos enseñaron ellos, dejaremos hasta el último suspiro.
Mientras tengamos un solo suspiro lucharemos por el no pago de la deuda externa
y el socialismo que amamos y defendemos y que queremos.
La palabra revolución, esa palabra tan dulce. Revolucionario es sólo
el que ama con profundidad. Nadie que no ame ni ame la vida del otro se puede
hacer revolucionario. Por eso esta Plaza de hoy, llena de hombres y mujeres
que quieren otro mundo, otro país, otra vida, no el hambre, no la miseria.
¡No hay que luchar contra el hambre, hay que luchar para no pagar la deuda,
que es la única manera que vamos a encontrar para que no haya hambre!
¡No paguemos la deuda! ¡Caguémonos en el Fondo Monetario, en esos hijos
de mil puta que dicen que hay que pagar un poco! ¡No hay que pagar la deuda!
Esa es la única forma de conseguir que en este país no haya hambre.
Gracias a los compañeros del Foro que vinieron. A nosotras no nos invitaron,
pero estamos aquí, en esta Plaza que es el mejor foro, que desde hace
25 años venimos realizando con ustedes, con nuestros hijos y nosotras,
las Madres. Gracias.