LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO NACIONAL TRAS EL HOMICIDIO
A sacar los gendarmes a las calles
Luego de la muerte del joven Diego Peralta, el Gobierno
consideró de "extrema gravedad" los niveles de inseguridad de
la provincia de Buenos Aires y ofreció incrementar la presencia de efectivos
de Gendarmería Nacional para custodiar las calles. El ministro de Justicia
y Seguridad, Juan José Alvarez, anticipó algunas de las medidas
de emergencia que podrían tomarse, como la de aumentar los 1200 gendarmes
que ya patrullan la provincia o transferir a detenidos alojados en superpobladas
comisarías bonaerenses a unidades del Servicio Penitenciario Nacional.
Hoy, Alvarez llevará la propuesta al Congreso y dará un informe
ante el bloque de diputados del PJ.
Alvarez reveló que viene conversando de estos temas con el gobernador Felipe
Solá y con el ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Cafiero. No
obstante, ayer prefirió llevarle sus propuestas al presidente Eduardo Duhalde
para que sea él quien le ofrezca el menú a Solá. "Es
una situación muy seria y nos preocupa a todos, y entre todos tenemos que
buscar una solución", sostuvo Alvarez, quien estuvo a cargo de la
seguridad provincial durante el último tramo de la gobernación de
Carlos Ruckauf.
Alvarez negó un par de cosas. Una, que esté en estudio la posibilidad
de que las Fuerzas Armadas pasen a desempeñarse en la seguridad en la provincia.
"Eso está descartado. Hay que separar lo que es seguridad interna
de la externa", respondió. Dos, que el Gobierno pensara que sería
conveniente desplazar a Juampi Cafiero para descomprimir la situación que
vive la provincia luego del secuestro y crimen del chico Peralta. "No quiero
entrar a opinar sobre cambios de funcionarios. Es imprudente hablar sobre la idoneidad
de un funcionario. La seguridad es un problema que excede a uno o dos funcionarios",
advirtió el ministro, a la salida de su encuentro con Duhalde.
Sin embargo, también calificó como "imprudentes" las declaraciones
del segundo de Cafiero en el Ministerio de Seguridad, Marcelo Saín, quien
habló sobre la existencia de un presunto "complot" en contra
de su cartera que tendría como origen la interna del justicialismo provincial.
"Si al problema muy serio de seguridad que hay que resolver le ponemos otros
ingredientes, nos vamos a equivocar", sostuvo.
El Congreso tampoco quiso estar ajeno a la crisis. En una reunión que tenían
pautada por el tema de las internas, el presidente de la Cámara de Diputados,
Eduardo Camaño, conversó con Alvarez sobre la situación que
se vive en la provincia y acordaron seguirla hoy. A las 13.30, el ministro de
Seguridad se encontrará con el bloque de diputados justicialistas, quienes
pidieron el encuentro para tener datos de primera mano sobre el supuesto incremento
de los homicidios y secuestros extorsivos que se están produciendo en diferentes
puntos del país.
Anoche, una de las preocupaciones que había en la Rosada era que el Congreso
tuviera una reacción equivocada ante la crisis de seguridad. Por ejemplo,
que durante la sesión de mañana decidieran endurecer penas para
algunas delitos o eliminar alternativas de excarcelación, algo que ya sucedió
en la provincia sin resultados positivos.
Por otro lado, el titular de la Policía Federal, comisario general Roberto
Giacomino, viajó ayer a la tarde a La Plata para ofrecer una mayor colaboración
de su fuerza con la Policía Bonaerense