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Argentina: La lucha continúa

UN SISTEMA QUE DOMINO LA ARGENTINA ESTA EN CRISIS
EL FIN DEL BIPARTISDISMO

Por: Rosendo Fraga (Nueva Mayoría)
Rosendo Fraga realiza un análisis sobre la crisis de los partidos políticos tradicionales (justicialismo y radicalismo) y señala el reacomodamiento de fuerzas, para el acto electoral de marzo de 2003. Resta saber que grado de legitimidad tendrán esos comicios si un amplio polo opositor se abstiene.

1. La disolución del sistema bipartidista tradicional de la Argentina es el dato político central. Este sistema que dominó durante el siglo XX -primero radicales contra conservadores y despuésjusticialistas contra radicales-, se encuentra en crisis. Ninguno de los 5 o 6 precandidatos de la UCR alcanza al 5% de los votos, mientras que una ex-radical (Carrió) encabeza un frente de centro-izquierda y otro (López Murphy) uno de centro-derecha. En el PJ, hay tres precandidatos (Menem, De la Sota y Romero), que se muestran próximos a la ortodoxia económica -aunque en los últimos días hayan asumido un discurso más populista-, y otros dos (Rodríguez Saá y Kirchner), que tienen un planteo económico de centro-izquierda. A ello se agrega que los tres primeros parecen moverse dentro del PJ oficial y los dos últimos como disidentes, situación que podría cambiar en cualquier momento, si prosperan las conversaciones para un entendimiento Duhalde-Rodríguez Saá. Es que el Presidente, viendo! que su candidato (De la Sota) no mejora en los sondeos, analiza que el ex-presidente provisional puede ser el "mal menor" frente a Menem. A su vez en la provincia de Buenos Aires el PJ se encuentra dividido en cuatro líneas, cuya disputa se ha trasladado a la crisis de la inseguridad pública, lo que puede detonar nuevos episodios de violencia política y social.

2. Esta anarquía que viven los dos partidos mayoritarios, explica el conflicto que plantean las normas electorales. Al respecto aparecen tres posiciones: a) Duhalde, quien pretende que en las internas abiertas convocadas para el 24 de noviembre puedan votar los afiliados de cualquier partido. b) Menem y la UCR, quienes reclaman que se mantenga el proyecto inicial de que los afiliados sólo puedan votar en su propio partido. c) La ley de lemas -supuestamente apoyada por Reutemann quien ha ratificado que no será candidato-, que permite realizar la interna el mismo día de la elección, pero que plantea dudas sobre la gobernabilidad futura. Las internas abiertas pueden tornarse inviables si el conflicto se lleva a la justicia y ello puede ser tanto un pretexto para demorar las elecciones, como también para adelantarlas.

3. La virtual disolución del bipartidismo ha tornado inmanejable el Congreso. Los bloques del PJ en ambas cámaras -que son los mayoritarios- se encuentran al borde de la división, entre duhaldistas y menemistas. Pero ideológicamente, el grueso de los legisladores mantiene una posición "populista" que se evidencia en los proyectos recientemente aprobados (postergación del CER y las ejecuciones judiciales) y en el reclamo de intervenir en la negociación del aumento de las tarifas. En este contexto, se demora el cierre del juicio político a la Corte, mientras puede demorarse también el acuerdo con el FMI para postergar los vencimientos con los organismos financieros internacionales.

4. Las fuerzas de izquierda buscan unificarse, aunque manteniendo su independencia electoral. El ARI (Carrió), AyL (Zamora) y la IU (Ripoll), junto con el sindicalismo combativo de la CTA (De Gennaro) y sectores del movimiento piquetero (D'Elia), sumados a diversas ONGs y organismos de derechos humanos, promueven un frente para exigir la caducidad total de los mandatos. Pero electoralmente, mientras Carrió ha ratificado su decisión de competir como candidata a Presidente en las próximas elecciones, los sectores de izquierda netos -como los liderados por Zamora y Ripoll-, no descartan abstenerse. En lo que hace al movimiento piquetero, el sector más moderado, que responde a los dirigentes D'Elía (CTA) y Alderete (CCC) ha convocado una nueva marcha de protesta para el 29 de agosto.

5. El giro hacia el populismo o el centro-izquierda caracteriza las próximas elecciones presidenciales de Brasil y la Argentina. Si los comicios fueran hoy en Brasil, la segunda vuelta estaría probablemente entre Lula y Ciro Gomez y en la Argentina entre Rodríguez Saá y Carrió. Ello confirma que en ambos países se está dando un giro ideológico similar, con el electorado apoyando a candidatos que tienen posiciones críticas hacia la economía de mercado. Pero mientras en Brasil los candidatos parecen dispuestos a moderar sus críticas hacia el FMI como lo mostraron en la reciente reunión que mantuvieron con el presidente Cardoso y en Uruguay las fuerzas políticas respaldaron finalmente las negociaciones del presidente Batlle con el organismo internacional y la administración Bush, en la Argentina figuras como Carrió y Rodríguez Saá muestran posiciones aún más radicalizadas en materia económica.

6. En conclusión:
a) El bipartidismo tradicional de la Argentina está en disolución con los dos partidos mayoritarios (PJ y UCR) anarquizados.
b) Esta situación ha generado un conflicto de resultado incierto sobre las reglas electorales para el próximo comicio presidencial.
c) También la crisis ha llegado al Congreso, donde el Ejecutivo sólo tiene apoyo para sancionar normas de orientación populista.
d) Las fuerzas de izquierda y centro-izquierda buscan unificarse detrás del reclamo de caducidad de los mandatos pero mantienen diferencias en el plano electoral.
e) Los sondeos para las elecciones presidenciales de Brasil y la Argentina muestran en forma coincidente un giro hacia el populismo o el centro-izquierda, pero con mayor incertidumbre en el segundo caso.