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Argentina: La lucha continúa

EL FORO MUNDIAL SOCIAL SE MUDA DE PORTO ALEGRE A FINES DE AGOSTO

Contra el nuevo orden, en Buenos Aires Cerca de 240 agrupaciones convocaron al Foro Social de la Argentina, que será temático y va a copar la Facultad de Ciencias Económicas entre el 22 y el 25 de agosto. Habrá 300 delegados extranjeros, subsedes en el interior y mucho, mucho debate.
Flores, Algranatti, Rudnik, Keene, Fernández, Ruiz, Bergel y Taddei, algunos de los convocantes. Las organizaciones son no partidarias y van de las asambleas a los derechos humanos y el sindicalismo.

Por Eduardo Tagliaferro

Si hay alguna palabra gastada por tantos intentos fallidos, es "unidad". Más aún si refiere a la coincidencia de movimientos sociales o de resistencia al poder dominante. Por eso los integrantes del comité de movilización del Foro Social en la Argentina cuidan puntillosamente cada uno de sus dichos, de sus pasos. Las reivindicaciones de las cerca de 240 agrupaciones que convocan al cónclave son tan diversas que sintetizarlas aparece como tarea titánica. Hay dos grandes consignas que los unifican: están contra el neoliberalismo y contra la guerra. Beverly Keene (Diálogo 2000), Adrián Ruiz (ATTAC-Argentina), Isaac Rudnik (Movimiento Barrios de Pie), Pablo Bergel (Asamblea de Colegiales), Norma Fernández (CTA), Emilio Taddei (Clacso), Héctor Flores (MTD de La Matanza), Juan Carlos Dima (Movimiento Alejandro Olmos) y Clara Algranatti del Observatorio Social de América latina, en diálogo con Página/12 desgranan sus principales expectativas del Foro Temático que desde el 22 hasta el 25 de agosto se realizará en Buenos Aires y avanzan, un poco, sólo un poco, en las discusiones de fondo que se realizarán en esta versión local del Foro Social Mundial que todos los años se concreta en Porto Alegre.
–¿Qué esperan de las próximas deliberaciones del Foro Social en la Argentina?
Bergel: –Esperamos que la crisis argentina pueda trascender nuestras fronteras y pueda verse como la crisis del paradigma neoliberal. También que pueda ser discutida en esos términos por los visitantes del exterior y que los movimientos locales se asuman como parte de esa crisis global.
Keene: –Una expectativa es que el Foro pueda servirnos no sólo para conocernos mejor e intercambiar experiencias, sino también para articular propuestas. Por ejemplo la lucha contra el ALCA, no sólo en nuestro país sino también con el movimiento que se viene realizando en otros países.
Taddei: –Hay dos niveles para entender la crisis. Por un lado, hacer conocer nuestra realidad en el mundo. También para que los movimientos sociales puedan conocer a través de las experiencias internacionales cómo se manifiesta la crisis del capitalismo en otras regiones. La convocatoria que hasta el momento tuvo el Foro es inédita. La posibilidad de proyectar la unidad de las luchas sociales será decisiva para la evolución futura de las políticas neoliberales en la Argentina.
–¿Cómo pueden sintetizarse las reivindicaciones que tienen los diversos grupos convocantes a este Foro Temático en la Argentina?
Flores: –Del primer Foro en Porto Alegre nosotros vinimos con la importancia de construir la unidad. El Foro Social Mundial es el comienzo de una estrategia común. Esta tarea puede llevarnos años, pero el Foro puede ayudarnos a que la construyamos en toda Latinoamérica, ya que tal vez sea nuestra región la que más padece las consecuencias de las políticas neoliberales.
–¿Qué alternativas o propuestas pueden salir de este encuentro?
Fernández: –Toda crisis tiene una parte que se muere y la creación de algo nuevo o posibilidad. Por eso el primer día del Foro se plantea tratar las causas y consecuencias para desmenuzar el diagnóstico del modelo neoliberal. Modelo que nos llevó a la mayor desigualdad, a la mercantilización de la vida, a un no futuro, un no sentido para la vida de la humanidad. El día previo al cierre esperamos discutir alternativas, experiencias de democracia directa, de vivencias concretas y distintas.
Ruiz: –No es idea del Foro sintetizar nada. Es un encuentro, un cruce, un evento dentro del proceso de resistencia global. Razones para insultar al capitalismo nos sobran y están a la vista de todos. Lo que hace falta es conmoverse. Conmovernos nosotros y que se conmuevan miles y miles, como sucedió el 19 y 20 de diciembre.
Rudnik: –Hay un camino por el que se va avanzando de distintas maneras, en otro tipo de logros. De hecho el 20 de diciembre hubo una explosión conun nivel de espontaneidad importante. Después se gestaron otros hechos con participación importante de otros sectores, nuevas formas de organización. En Porto Alegre pensábamos que las ideas del internacionalismo estaban en un sector acotado del activismo. Hoy pretendemos que estas ideas contacten con un movimiento social que tiene masividad.
Bergel: –Una de las cosas que se rompió el 20 de diciembre fue la idea del Consenso de Washington de casamiento de capitalismo y democracia. El capitalismo en la Argentina reniega de sus propios principios. Del derecho de propiedad confiscando los ahorros, de las garantías constitucionales al no garantizar los derechos humanos básicos y la vida del conjunto de la ciudadanía. Esto produce una fuerte deslegitimación. Un quiebre entre democracia y capitalismo. El desafío que se nos presenta es ver si a través de la represión o de unas elecciones amañadas el capitalismo logrará construir la legitimidad que hoy tiene vulnerada o si seguirá profundizándose esta legitimidad hasta que se pueda construir una nueva.
–¿Cómo se logran nuevas reglas y formas de representación política cuando los que recibieron el mensaje "que se vayan todos", se fueron de vacaciones para luego volver a lo de siempre?
Algranatti: –Desde el comité de movilización del Foro Social hay formas de funcionamiento totalmente diferente. Aquí ejercitamos otro tipo de democracia. Estamos conviviendo unas 240 agrupaciones que firmaron el acta constitutiva, funcionamos en plenario, en comisiones. Esto no es una organización, es un espacio. Es la misma metodología de Porto Alegre, Génova, Seattle, de todas las luchas contra la globalización neoliberal.
Taddei: –La consigna "que se vayan todos" es la expresión más cabal de la crisis cultural del neoliberalismo. Lo emblemático de esta consigna es que interpela a todos, al conjunto de las instituciones que están atravesadas por lógicas de mediación. La resolución de esto es un signo de interrogación. La respuesta provisoria que aporta el Foro es que es posible cuestionar cultural y políticamente al neoliberalismo e intentar construir desde otra forma. Las mecánicas de construcción y de debate forman parte de la experiencia histórica.
–¿Cuáles son los límites de la convocatoria?
Keene: –La convocatoria tiene los límites de las consignas básicas del Foro Social Mundial. No al neoliberalismo y no a la guerra. Esa es una amplitud enorme, pero también tiene límites claros.
–¿Cómo piensan interpelar al poder?
Bergel: –El Foro es un momento, en un proceso constituyente en la sociedad argentina. Cuando uno dice constituyente, también dice destituyente y también instituyente. Los bancos están destituidos, como la dirigencia política. Lo que se va constituyendo desde los movimientos de base son nuevas prácticas, nuevos vínculos. Se están practicando formas de democracia directa, se están organizando comedores populares y huertas, que forman parte de un proceso constituyente e instituyente de base.
Dima: –Sería interesante responder qué es el poder. Si consideramos por poder la capacidad de modificar la realidad y sostener los cambios, en estos momentos el poder se está desmoronando. Todos los movimientos populares están modificando la realidad y la están sosteniendo. Se están poniendo las fábricas en manos del control obrero, y lo conocido como poder entre comillas no está pudiendo hacer nada por impedirlo. A título de qué nosotros tenemos que interpelar al poder. Necesitamos una constituyente pero que no venga del poder constituido.
Algranatti: –En momentos en que la dirigencia está preocupada por quiénes serán los candidatos en unas elecciones que aparecen como amañadas, una gran parte de nosotros vamos a intentar discutir nuevas alternativas, poniendo esa realidad entre paréntesis.
Taddei: –El hecho de que hayamos podido construir este proceso tiene que ver con que no responde al poder constituido, sino que intentaintervenir en la realidad proponiendo otro tiempo y otro lugar. Este Foro se da en un momento regional en el que la militarización y la criminalización de las luchas populares son la respuesta del poder a esta crisis que no pueden resolver por mecanismos democráticos tradicionales.
Flores: –El poder existe y se expresa en cada circunstancia de nuestra vida. El Foro no debe abstraerse de esto. Aquí habrá una fuerte confrontación con viejas ideas que son funcionales al poder. Aspiramos a que de verdad podamos contener a todas las organizaciones sociales que hasta el momento no fueron cooptados por el poder.
Ruiz: –Estamos tratando de generar un debate que salga de la lógica de comernos a nosotros mismos para pasar a una etapa de mayores acuerdos y de confrontaciones más claras. Está claro que no hay nada para humanizar del capitalismo. El capitalismo es guerra, es la brutalidad de la pobreza, es lo que vemos y si no lo paramos nos va a aplastar a toda la humanidad.
Keene: –Además de la discusión sobre el poder, yo quiero destacar que este Foro es un paso significativo en la mundialización del Foro Social Mundial. Como encontramos mucho Norte en el Sur, también en el Norte cada vez hay más Sur. La privatización del agua por ejemplo, es un hilo que va uniendo desde Soweto, hasta Perú, Canadá, Bolivia o Buenos Aires. Al igual que otros temas, tiene que ver con la lucha de los derechos humanos.